Ashley CooperMe dirigía a mi estudio de moda. Era un día fresco de primavera, y el aire estaba lleno de promesas. Karla estaba en la escuela, y aunque extrañaba su presencia, estaba decidida a enfocarme en mi trabajo y en el futuro que quería construir para nosotros.
Mi estudio de moda, ubicado en el corazón de la ciudad, era un espacio luminoso y lleno de creatividad. Al entrar, fui recibida por el bullicio de mis compañeros de trabajo, diseñadores y costureras que estaban ocupados dando vida a las últimas creaciones. El sonido de las máquinas de coser y el aroma a telas recién cortadas llenaban el aire.
Me dirigí a mi oficina, donde encontré a mi asistente, Sarah, revisando los bocetos de diseño. Sarah era una persona dedicada y apasionada por la moda, y su energía contagiosa siempre alegraba mis días.
— ¡Ashley! — exclamó Sarah con una sonrisa mientras me acercaba. — Estoy emocionada por los diseños que estamos creando para la próxima colección. Creo que vamos a sorprender a todos.
Asentí con entusiasmo.
— Tienes razón, Sarah. Esta colección es especial para mí, y quiero que sea un reflejo de lo lejos que hemos llegado.
Pasamos la mañana revisando los detalles de la colección, discutiendo telas, colores y siluetas. La moda era mi pasión, y cada diseño que creaba tenía un pedazo de mi corazón. A medida que trabajábamos, sentí una sensación de satisfacción y anticipación por lo que estaba por venir.
Al mediodía, recibí una llamada de mi mejor amiga, Lisa. Lisa y yo éramos inseparables desde la infancia, y aunque la vida a veces nos llevaba por caminos diferentes, nuestra amistad seguía siendo sólida como una roca. A menudo era mi voz de la razón y la que me animaba a seguir adelante cuando las cosas se volvían difíciles.
— ¿Qué te parece si nos encontramos para almorzar hoy? — sugirió Lisa por teléfono. — Tengo algo que quiero discutir contigo.
La idea de pasar tiempo con Lisa era tentadora. Habíamos compartido tantos momentos importantes en nuestras vidas, y su compañía siempre me hacía sentir más fuerte y decidida.
— ¡Por supuesto! Vamos a almorzar y me cuentas todo.
Después de terminar el trabajo en el estudio de moda, me reuní con Lisa en nuestro restaurante favorito. Mientras disfrutábamos de una comida deliciosa, Lisa me miró con seriedad.
— Ashley, he estado pensando en nuestras vidas y en lo lejos que hemos llegado — comenzó. — creo que es hora de hacer algo especial juntas.
Mis ojos se iluminaron de anticipación. — ¿A qué te refieres, Lisa?
Lisa sonrió y tomó mi mano.
— ¿Qué te parece si nos tomamos unas vacaciones? Un viaje para redescubrirnos a nosotras mismas, para recargar nuestras energías y celebrar la vida.
La idea me emocionó. La idea de alejarme de la rutina y explorar nuevos horizontes era tentadora. Además, necesitaba un descanso, tanto para mí como para Karla.
— Lisa, eso suena maravilloso. ¿Dónde deberíamos ir?
Lisa tenía una lista de lugares que quería visitar, desde playas exóticas hasta ciudades europeas llenas de historia y cultura. Mientras ella hablaba de sus planes, me di cuenta de lo importante que era tomar un descanso y disfrutar de la vida, de recordar quién era yo más allá de mis responsabilidades como madre y diseñadora.
Mientras Lisa y yo continuábamos planeando nuestro viaje, me sentía emocionada por la idea de aventurarnos juntas en un destino desconocido. Sin embargo, cuando Lisa propuso Londres como uno de los destinos en nuestra lista, una oleada de ansiedad me invadió. Mi mente volvió a Dave Lombardi, el hombre que había sido una parte tan importante de mi pasado.
— Lisa, Londres suena increíble, pero... hay algo que necesito contarte — le dije con cautela.
Ella frunció el ceño, preocupada por mi tono serio.
— ¿Qué pasa, Ashley? ¿Hay algo que no me estás diciendo?
Respiré profundamente antes de continuar.
— En realidad, Dave está en Londres. Hace unos dias vi una entrevista suya en la televisión. No estoy segura de si todavía está allí, pero estoy segura de que no quiero encontrármelo.
Lisa asintió con comprensión. Conocía mi historia con Dave y comprendía lo complicado que podía ser.
— Entiendo tus preocupaciones, Ashley. Tu paz y comodidad son lo más importante. Podemos considerar otros destinos si eso te hace sentir mejor.
Aprecié la comprensión de Lisa y su disposición a adaptarse a mis necesidades.
— Gracias, Lisa. Creo que sería mejor evitar Londres por ahora. No quiero que Karla o yo tengamos que enfrentar un encuentro incómodo.
Lisa sonrió y asintió.
— Por supuesto, Ashley, tu comodidad es lo primero. Tenemos muchas otras opciones emocionantes para explorar. ¿Qué te parece Barcelona? He oído que es una ciudad hermosa y vibrante."
La idea de Barcelona me emocionó. Era un lugar que siempre había querido visitar, y la promesa de explorar sus calles llenas de historia y cultura me parecía un sueño hecho realidad.
— ¡Barcelona suena perfecto! Además, me encanta la idea de aprender más sobre la cultura española."
Lisa y yo continuamos nuestra conversación, esta vez enfocadas en los planes para nuestro viaje a Barcelona. Mientras hablábamos de los lugares que queríamos visitar y las experiencias que esperábamos tener, sentí que la emoción por nuestro viaje regresaba en oleadas. Era una oportunidad para dejar atrás el pasado y crear nuevos recuerdos con mi mejor amiga y, lo más importante, con Karla.
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Destruccion
RomanceDos jóvenes, un embarazo que nadie se esperaba, amenazas y seis años despues.