Dave Lombardi
El sol de Barcelona se reflejaba en las calles mientras Eddie y yo explorábamos la ciudad en nuestro primer día. Decidimos visitar un restaurante famoso para disfrutar de la comida local y relajarnos antes de los compromisos promocionales que nos esperaban. La conversación fluía fácilmente entre nosotros, llena de risas y recuerdos de nuestros días de juventud.
— ¿Puedes creer que estamos aquí, Dave? Barcelona es impresionante — exclamó Eddie mientras tomábamos asiento en una terraza al aire libre.
Asentí, disfrutando de la brisa cálida y el ambiente animado de la ciudad. — Es asombroso, amigo. Parece que hay una energía especial en el aire.
Pedimos nuestra comida y continuamos charlando sobre la vida, el boxeo y las nuevas oportunidades que se nos presentaban en Barcelona. Eddie siempre había sido un espíritu libre, y su presencia me llenaba de alegría y nostalgia al mismo tiempo.
Mientras hablábamos, vi a través de la ventana a Ashley y su amiga caminando hacia el restaurante. Mi corazón dio un vuelco al verla. Estaba vestida con un atuendo que la hacía lucir hermosa y ardiente, y su cabello oscuro caía con elegancia sobre sus hombros. Su amiga, una mujer rubia, la acompañaba con una sonrisa.
Sin embargo, lo que más me llamó la atención fue la niña que caminaba junto a ellas. Con su cabello oscuro y ojos curiosos, parecía una imagen perfecta de Ashley. El parecido era innegable, y mi mente comenzó a preguntarse si Ashley había rehecho su vida y tenía una pareja y una hija.
— Eddie, mira — murmuré, señalando a Ashley y a la niña mientras entraban al restaurante.
Eddie frunció el ceño y miró hacia donde señalaba. — Dave ¿Crees que ha rehecho su vida?
Mis pensamientos se mezclaron mientras veía a Ashley. Tratando de entender lo que estaba sucediendo. La posibilidad de que Ashley hubiera encontrado la felicidad con otra persona me llenaba de una extraña mezcla de emociones: alegría por ella, pero también una sensación de pérdida por lo que una vez compartimos.
— No lo sé, Eddie — respondí con sinceridad. — Pero parece que ella está bien, y eso es lo más importante.
Mientras seguía observando, me di cuenta de que Ashley y su amiga se sentaron en una mesa cercana. Estaban disfrutando de su comida y charlando animadamente. La niña parecía contenta y sonriente, y mi corazón se llenó de un sentimiento inexplicable de alegría por verla así.
Nuestra comida llegó, y Eddie y yo continuamos nuestra conversación, pero mi mente seguía divagando hacia Ashley. Había mucho que aún no sabía, y estaba claro que el pasado y el presente se estaban entrelazando de maneras que no habría imaginado.
Mientras Eddie y yo continuábamos con nuestra comida y conversación, mis pensamientos seguían divagando hacia Ashley, que estaba sentada en una mesa cercana.
De repente, sin previo aviso, la niña se levantó de su silla y se acercó a nuestra mesa con pasos pequeños pero decididos. Sus ojos verdosos brillaban con curiosidad mientras se dirigía hacia mí y Eddie.
— ¿Puedo tener esa flor, por favor — preguntó con una voz suave y amigable, señalando una flor que estaba en un jarrón en nuestra mesa.
Mi corazón latió con fuerza ante su inocente solicitud y se la pasé con una sonrisa.
— Por supuesto, aquí la tiene — respondí, entregándole la flor con ternura. — Es para ti.
Tomó la flor con cuidado y su rostro se iluminó con una sonrisa radiante. — ¡Gracias! Es muy bonita.
Eddie, que observaba la interacción con una sonrisa, se inclinó hacia la niña.
— ¿Cómo te llamas, pequeña?
Miró a Eddie y respondió con confianza.
— Soy Karla, y esa es mi mamá, Ashley. Estamos aquí de vacaciones.
Asentí, manteniendo una actitud relajada a pesar de la sorpresa del encuentro.
— Mucho gusto, Karla. Soy Dave, y este es mi amigo Eddie.
Karla parecía intrigada.
— ¿Dave como el nombre de mi papá? — su respuesta me aturdió un poco.
Mi corazón dio un vuelco ante su comentario. Miré a Eddie, quien asintió con una mirada comprensiva.
— Sí, Karla, es un nombre común. Pero, ¿tu papá se llama Dave también? — le pregunté.
Karla asintió. — Sí, mi mamá siempre me habla de él. Dice que es muy fuerte y valiente.
— ¿Y tu padre donde esta pequeña? — pregunto esta vez Eddie.
— No lo se, vivo con mi madre.
La confesión de Karla dejo dudas en mi ¿Ashley no tenia pareja?
Desvié la mirada cuando vi que la amiga de Ashley se dirigía hacia nuestra mesa.
— Lo siento mucho — se disculpó con amabilidad. — Karla es muy curiosa y no quise interrumpir su comida. Espero que no haya causado molestias.
Eddie y yo compartimos una mirada de comprensión y sonreímos.
— No te preocupes en absoluto — respondí. — Karla es encantadora, y fue un placer conocerla.
Karla asintió con entusiasmo, su sonrisa aún radiante por la flor que le había dado. ¡Sí, tía Lisa! Dave y Eddie son muy amables.
La amiga de Ashley que ahora se el nombre, agarro a Karla de la mano y se fueron a su mesa.
Mientras las veía alejarse, mi mente estaba llena de pensamientos sobre la niña y la conversación que habíamos tenido.
Eddie y yo terminamos nuestra comida y decidimos abandonar el restaurante. Sin embargo, antes de irme, sentí la necesidad de tomar una decisión impulsiva.
Me acerqué a la mesa donde Ashley y su amiga habían estado sentadas y dejé una nota escrita a mano.
Nos vemos en el pasado, el presente y el futuro. -Dave.
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Destruccion
RomanceDos jóvenes, un embarazo que nadie se esperaba, amenazas y seis años despues.