Ashley Cooper.
Hace cuatro días volvimos a casa después de unas vacaciones con demasiados sentimientos de por medio y algo alocadas.
Dave paso la gran parte de las vacaciones con nosotras, incluso alguna vez trajo a Eddie con nosotros, algo que no nos importaba. Karla parecía encantada de que su padre estuviera con ella aunque sea un poco. Cuando Karla le daba una muestra de amor a su padre, este se quedaba quieto como una piedra y es entendible pero al final terminaba haciéndola caso en todo y diciéndole cosas bonitas que a Karla le encantaban.
En estos días Dave ha estado llamado y preguntando que tal estebábamos ambas, también por la noche llamaba para darle las buenas noches a Karla y es algo que me conmociona. Pensaba que iba a ser algo raro el que Dave volviera a nuestra vida tan rápido, pero es todo lo contrario, es reconfortante saber que Karla tiene a su padre con ella después de tanto tiempo.
En cambio mis sentimientos... Diría que hay muchos encontrados, no hemos hablado de ello y lo veo bien asi. En estos momentos solo estamos teniendo una relaciona de padres, algo que agradezco.
El timbre de mi casa me saca de mis pensamientos. Miro la hora en el reloj que tengo en la muñeca y me percato de que es mi hermano con Karla.
Abro la puerta y mi mirada se centra en mi pequeña hija, que tiene los ojos llorosos y el pelo echo un desastre. Automáticamente me agacho y la agarro para sostenerla en mis brazos.
Le hago una señal con la cabeza a mi hermano para que pase.
— ¿Qué te ha pasado cariño? — le pregunto a Karla mientras le acaricio la mejilla.
— Ni lo intentes. Llevo todo el camino intentando que me diga lo que le ha pasado, y no habla — aclara mi hermano.
Mi corazón da un vuelco cuando veo los ojos de mi hija, la tristeza esta presente en ella.
— Cariño... ¿Son los niños que te molesta en la escuela? — pregunto mientras la dejo en el sillón y me agacho para estar a su altura.
Ella asiente y lo único que hago es abrazarla. No puedo creer que esto le este sucediendo a mi pequeña. Es solo una niña por dios.
— El-los me dijeron que mi pelo era feo — empieza a hablar Karla como puede, ya que el llanto no tarda en llegar — me cortaron el pelo y... m-me decía que mi cara se parece a una paella.
¿Qué mierda de valores y respeto le han enseñado a esos niños en casa? ¿Y por que mierda hieren a una niña tan pequeña? Siempre he sido una mujer pacifista, siempre he pesando que las cosas pueden arreglarse hablando, pero ahora mismo quiero ir a la casa de esos niños y arrancarle los pelos a sus padres de uno a uno.
Karla no volvió a hablar, lo único que hacia era sollozar mientras mi hermano le decía que todo iba a estar bien. Agradezco que el se quedara aquí conmigo en estos momentos, porque no sabría que hacer yo sola ante esta situación.
Mi mirada se posa en mi hija y en el desastre que la hicieron en el pelo. Realmente quien le este haciendo esto a mi hija las va a pagar. El ser pacifista se me quita cuando se meten con mi pequeña.
El móvil suena y afirmo que es Dave cuando miro la pantalla y veo su nombre. Debería de contarle lo sucedido con Karla.
Suspiro y atiendo la llamada.
— Hola — habla Dave animado — ¿Puedo hablar con la hermosa de Karla?
Suspiro.
— No creo que sea un buen momento.
— ¿Qué ocurre? No me asustes Ashley — estaba preocupado, se le notaba en la voz.
Le cuento lo sucedido con Karla, desde la primera vez que me entere de lo que ocurría y lo de hoy. El tarda unos segundos en reaccionar.
— Mañana estoy ahí. Nos vemos, debo de colgar. — es lo único que dice antes de colgar.
— ¿Era papa? — pregunta Karla mientras levantaba la cabeza.
Asiento — Si cariño, papa viene mañana a verte.
Y lo único que hace es sonreír y abrir sus brazos para que la abrace.
La tarde trascurre tranquila dentro de lo que cabe. Mi hermano tuvo que irse ya que tenia trabajo que atender, y Karla estaba en silencio mirando la televisión. Después de enterarse de que su padre venia mañana a verla no dijo nada mas. Y mi corazón cada vez se hacia mas pequeño ante sus mirada de tristeza.
Me acerco a ella y rodeo su hombros con mi brazo, dejándola pegada a mi pecho y beso su frente.
— Cariño, creo que debemos de hacer algo con este pelo. — y era cierto, su pelo estaba mal cortado y en malas condiciones.
— Pero mama, a mi me gusta mi pelo largo.
— El pelo crece cariño. ¿Qué te parece si mama se corta el pelo contigo?
— ¿De verdad? — sus ojos brillan ante mi pregunta.
Asiento y la doy la mano para dirigirnos al baño. Primero empiezo cortándole el pelo a ella. Cuando la tijera empieza a cortarle el pelo su reacción es cerrar los ojos.
Después de un rato largo su cabello estaba cortado por debajo de los hombros y el mío igual.
Mi cabello antes me llegaba por la cintura y nunca espere cortármelo tanto, pero cuando los ojos de Karla brillaron cuando se lo dije, sabia que debía de hacerlo.
— Estas preciosa — admito poniéndole el pelo detrás de la oreja.
— Tu también mami.
Realmente Karla era un encanto y no se merecía nada de esto.
— ¿Por que me hacen esto? — pregunta y yo me paralizo mientras limpiaba el baño — nunca les hice nada mami.
Y eso era lo que me faltaba para romper en llanto. Mi pequeña estaba sufriendo lentamente a su corta edad y no sabia que hacer.
— No has hecho nada. Algunas personas son malas cariño. — le acaricio la mejilla — si pasa algo mas, debes de decírselo a tu madre ¿Vale? — asiente.
— No quiero ir a la escuela.
— Mañana no iras. Pasaras el día con tu padre. Y debes de contarle a el también lo sucedido, no debes de guardarle los secretos. — le doy un beso en la frente.
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Destruccion
RomanceDos jóvenes, un embarazo que nadie se esperaba, amenazas y seis años despues.