Capitulo 17

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Ashley Cooper

Dave sabia la verdad y siendo sincera me quite un peso de encima. Tenerlo guardado por tanto tiempo, era agotador.

Pasaron dos días desde que le conté todo a Dave, ahora me encontraba delante de la escuela de Karla para arreglar las cosas que están sucediendo. Karla me aprieta la mano nerviosa y yo le sonrió.

Dave no esta con nosotras, por que decidió volver a Londres a arreglar la situación con Victoria y aclarar las cosas. Realmente el no quería irse, pero le dije que debía de hacerlo, que le mantendré en contacto de lo que suceda en la Reunión.

Karla me estuvo reclamando la mayor parte del tiempo que no quería venir, que se quería quedar en casa, me daba lastima verla así, pero esto tenia que arreglarse de una vez por todas.

— Señorita Cooper, puede esperar sentada en los asientos de ahí — señala unas sillas — la directora saldrá ahora mismo para hablar con usted.

Asiento y agarro a Karla para subirla en mis piernas y acariciarla la cabeza.

— Buenos días señorita Copper ¿Cómo se encuentra? — habla esta vez la directo saliendo de su despacho.

— ¿Cómo debería de encontrarme cuando mi hija vino hace una semana con el pelo cortado por vuestros alumnos? — pregunto a la defensiva.

Estaba tan llena de ira de que le hicieran esto a mi pobre pequeña.

— Podemos entrar dentro y hablar mas adecuadamente.

Asiento bajando a Karla de mis piernas y dejándola en el suelo.

Entré a la oficina de la directora con determinación, decidida a defender a mi hija. La directora, la Sra. Rodríguez, me recibió con una sonrisa forzada.

— ¿En qué puedo ayudarte, Sra. Copper? — preguntó la directora, pero su tono sugería que no estaba completamente convencida de la gravedad de la situación.

Le miré con firmeza mientras me sentaba frente a su escritorio. — Estoy aquí porque estoy profundamente preocupada por la seguridad y el bienestar de mi hija, Karla. Ha estado sufriendo acoso escolar durante mucho tiempo, y parece que nada se ha hecho al respecto. Y usted me dijo que ibais a tomar medidas para que esto parara.

La directora asintió con paciencia.

— Entiendo tus preocupaciones, Copper. La escuela se toma muy en serio los problemas de acoso escolar, y estamos trabajando para abordarlos adecuadamente.

Sin embargo, no estaba satisfecha con su respuesta.

— Respeto sus palabras, pero quiero ver acciones concretas. Mi hija ha estado pasando por un infierno aquí, y es inaceptable que la escuela no haya tomado medidas eficaces para protegerla.

La directora suspiró, como si estuviera lidiando con una queja más.

— Hemos hablado con los estudiantes involucrados en el pasado, pero no siempre es fácil controlar la situación.

— No estoy buscando excusas, Sra. Rodríguez — respondí con firmeza.— Estoy buscando soluciones. Mi hija merece sentirse segura en la escuela, y hasta ahora, eso no ha sucedido. ¿Usted es consciente de que mi hija vino incluso con el pelo cortado? — pregunto.

Ella niega todo, dice que eso es imposible que ocurra, que los niños no son tan malos como para hacer esas barbaridades.

— ¿Me esta tomando como mentirosa? — cuestiono —quería venir por las buenas, intentar arreglar esta situación, pero supongo que tendré que ir por las malas. Le llegara información de mi abogado Rodríguez. Mientras tanto, Karla no acudirá a la escuela, será transferida.

La directora me miraba con confusión, realmente ella no pensaba que fuera a denunciar a la escuela por los malos tratos, pero efectivamente lo hare.

Ella seguía hablando y diciendo que por favor solucionáramos el tema de otra forma, pero me negué mil veces, la deje hablando sola y me lleve a mi hija fuera de esa escuela del infierno.

Pero antes de subirme al coche, decidí agarrar una piedra del suelo y tirarla justo en una ventana de la escuela, haciendo que esta se rompiera con un sonido demasiado fuerte. Un poco inmaduro de mi parte, pero realmente me sentí a gusto haciéndolo.

Después de llegar a casa decidí decirle a Karla que será transferida de escuela, es algo que no puedo ocultarla.

— Karla, cariño, necesitamos hablar — comencé, acariciando su cabello con ternura.

Ella dejó sus muñecas a un lado y me miró con curiosidad en sus ojos. — ¿Qué pasa, mamá?

— No iras mas a esa escuela cariño. Nadie mas te hará daño, por que mama siempre estará aquí para salvarte ¿De acuerdo?

A mi hija le brillaban los ojos, se que lo había echo bien.

— Mamá ¿De verdad mama? — pregunto con entusiasmo.

Le sonreí con ternura y le acaricié la mejilla.

— Sí, cariño. Nunca más permitiremos que te hagan daño. Quiero que sepas que estoy aquí para protegerte y cuidarte, sin importar qué.

Ella asintió, una pequeña sonrisa asomando en su rostro. — Gracias, mamá. Tú siempre me haces sentir mejor.

La abracé con fuerza, sintiendo el amor y la conexión entre madre e hija. — Quiero que tengas en cuenta algo, Karla. No importa lo que hayas pasado, siempre estaremos juntas y superaremos cualquier desafío que se nos presente. Eres la luz de mi vida, y nunca permitiré que nada ni nadie te lastime.

DestruccionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora