CAPÍTULO 5: Amanecer

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Me desperté a causa del reloj de Minho, tenía la alarma puesta para que se levantara, pero parecía que fuera de adorno. Los 2 amanecimos igual que anoche, ninguno se había movido, o al menos así nos habíamos despertado.

— Como no pares el reloj te juro que te lo estamparé en la cabeza. — Dije sentándome en la cama, al parecer estaba más despierta que él.

— Shhh. — Dijo con los ojos aún cerrados. Tenía el pelo desordenado, me pareció raro y gracioso a la vez verlo así. — Cinco minutos más.

— ¿Has madrugado durante 3 años y aún no te acostumbras? Qué dormilón eres.

— ¿Y tú que haces despierta? Me estás robando el momento de felicidad antes de levantarme.

— Si hubieras parado el reloj hace media hora seguiría durmiendo. Tengo hambre. Me voy a desayunar. — Dije levantándome hacia la puerta.

— ¿En serio? — Dijo mientras se estiraba, pero sin abrir los ojos — ¿Vas a ir sin zapatos?

Me di cuenta de que era verdad, qué capullo, me había pillado. Volví a la cama y me las puse. Minho se había levantado y se estaba poniendo las suyas.

— ¿Has dormido bien al lado del líder de los corredores? — Dijo poniéndose en frente mío cuando acabó, yo aún me estaba atando los cordones.

— ¿Por qué alguna vez decís líder y otras, guardián? ¿No es lo mismo?

— Eso da igual, enana, la cuestión es que soy el mejor.

— Claro, y también el más guapo del Claro, ¿no? — Respondí en un tono sarcástico.

— Efectivamente.

— ¿Tu ego no tiene fin? — Lo miré al acabar de atármelas y puse mis brazos apoyados en mis rodillas. Le había levantado una ceja.

Él se rio, se fue hacia la puerta y la abrió. Me miró y puso su mano libre en su cadera. — ¿Vas a tardar mucho o vas a quedarte ahí todo el tiempo observándome?

— El Minho dormido era mejor que este. — Dije caminando hacia la puerta.

— No haberme despertado. — Dijo después de cerrarla.

El Claro estaba solitario: no había nadie y, a pesar de que no se veía el sol, el cielo estaba de un color anaranjado. Todo estaba tranquilo, Fritanga estaba en la cocina preparando el desayuno: las fresas que le llevé ayer con Newt.

Minho se sentó en una mesa, había más personas. Supuse que eran los corredores, ya que eran los únicos que se levantaban a esta hora.

— Buenos días, ___ — Dijo Fritanga con una sonrisa — Sí que eres madrugadora.

— Alguien me despertó con su alarma del reloj. — Dije señalando a Minho con la cabeza.

— Que lo disfrutes. — Me dio el plato con las fresas, acompañado de una sonrisa del cocinero.

Vi que Minho se había sentado con los demás corredores. Las otras mesas estaban vacías, así que quise sentarme con ellos y no sola.

— Eh, ___. — Una voz que no conocía se hizo presente en el comedor. — Siéntate con nosotros.

El chico era rubio: estaba sentado en la esquina de la mesa al lado de la pared y Minho en la punta del exterior. Hizo dos golpecitos en la silla de la mesa para que me sentara entre ellos 2.

— Me llamo Ben, ayer le pegaste una buena paliza a Gally, buen trabajo.

— Gracias — Dije mientras me sentaba — Y... ¿Cómo funciona vuestro trabajo?

The maze runner fanfic | MinhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora