CAPÍTULO 21: Nuevo trabajo

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Nos encontrábamos en la hacienda, otra vez.

— Hemos encontrado esto — Thomas le dio el cilindro a Newt, quien lo miraba con curiosidad —. Estaba dentro del lacerador.

— Son las mismas letras que hay en nuestros víveres — Dedujo el rubio.

— Obviamente. Nos trajeron los mismos que fabricaron los laceradores. Y esta es la primera pista real que habéis encontrado en más de tres años, ¿cierto, Minho?

— Cierto — Respondió el corredor.

— Newt, tenemos que volver a entrar allí — El rubio dirigió la mirada hacia Thomas —. ¿Quién sabe a dónde nos llevará esto?

— ¿Es que no te cansas de entrar al laberinto? — Dije, sin intención de ofenderle —. A ver, yo lo que haría es investigar lo que sea que es esa cosa y saber el porqué la llevan esos bichos — señalé hacia el cilindro.

— Pero ___, ahora tenemos pruebas — Contestó Thomas —. Tal vez haya algo distinto en el laberinto. Esto podría llevarnos a alguna parte, estoy seguro.

— Ves lo que está haciendo, ¿no? — Dijo Gally, después de una pausa —. Primero se salta las reglas y luego intenta que las abandonemos totalmente. Las reglas son lo único que nos han mantenido unidos, ¿Por qué las estamos cuestionando ahora? Si Alby estuviera aquí, sabes que me daría la razón — Le dijo a Newt —. Este pingajo necesita un buen castigo.

Newt miró a Thomas con mala cara y después le dio el cilindro a Minho.

— Tienes razón, Thomas se saltó las reglas — Dijo finalmente —. Un día en el hoyo y sin comida.

— Oh, por favor, Newt — Saltó el constructor —. ¿Un día en el hoyo? ¿Crees que eso evitará que entre?

— No — Dijo el rubio. Yo ya vi sus intenciones —, y no podemos permitir que los que no sean corredores entren en el laberinto — Gally se cruzó de brazos —. Así que vamos a hacerlo oficial, a partir de mañana, serás corredor.

Minho asintió con la cabeza y yo sonreí. Gally se fue enfadado mientras maldecía, seguido de Fritanga, que fue a buscarle para que se calmara.

— Gracias, Newt — Agradeció Thomas.

Newt asintió. Después miró a Minho y noté como señalaba disimuladamente con su cabeza hacia mi dirección. Ahora todos me miraban, yo los miré extrañada. Cuando Minho asintió con la cabeza, Newt volvió a hablar.

— Ya que estamos puestos — Dijo el rubio —, también vamos a hacerlo oficial. Supongo que Minho te habrá dado la nota, ¿no? — Yo asentí con la cabeza, sacando la nota de mi bolsillo —. Vale, pues, felicidades. Eres la primera corredora en el Claro.

Iba a abrir la boca, pero el rubio levantó la mano y habló él primero.

— Pero... — Levantó las cejas — Siempre llevarás el arco y siempre irás acompañada de Minho, repito, siempre — empatizó la última palabra —. Como mueras, Alby nos mata. Eso también va por ti — Miró al asiático.

Yo le sonreí y asentí con la cabeza. Le di las gracias y salimos de la cabaña.

Nos dirigimos a la sala de mapas. Thomas, Minho y yo fuimos a realizar un plan para averiguar lo que era aquella cosa. Cuando entramos, la maqueta estaba tapada con la manta. Minho la quitó y los tres nos pusimos alrededor de la mesa.

— Es el laberinto — El corredor suspiró, la conversación se me hacía familiar — Todo entero.

— ¿Cómo que todo entero? — Thomas se sorprendió —. Creía que aún estabais haciendo mapas.

The maze runner fanfic | MinhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora