CAPÍTULO 14: El trozo más grande

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El jaleo se hizo presente en el Claro. Al caer la noche, todos estábamos alrededor de la hoguera, listos para dar comienzo a la fiesta de bienvenida para el nuevo verducho.

Cogí un bastón para prenderle fuego a la hoguera junto a los demás, que también lo llevaban. Unimos los palos y las puntas ardieron como una cerilla.

— ¡Prendedle fuego! — Gritó Alby.

Todos tiramos nuestros palos ardientes para encender la hoguera. Se escucharon gritos eufóricos y aplausos entre la multitud, los de Newt (que se encontraba a mi lado) y míos incluidos.

Los clarianos bailaban, comían, bebían, gritaban, tocaban los tambores... Incluso hacían acrobacias. Fritanga me cogió de los hombros y se echó encima de mí, gritando mientras sujetaba la asquerosa bebida de Gally.

Hicieron un brindis. Fritanga me ofreció su vaso, lo cogimos y brindamos juntos; aunque fue él quien bebió después del líquido amarillento. No me apetecía beber esa asquerosa sustancia.

Newt se fue con el novato, el cual se hallaba sentado en el mismo tronco en el que me senté durante la primera noche de mi fiesta. Vi a Minho sentado entre los corredores, estaba cenando. Fui hacia él a robarle comida: tenía hambre.

— ¿A que compartimos la cena? — Minho me miró con un cacho de carne en su boca.

— Enana, la cena es mía y solo mía. Búscate tú misma la comida.

— ¿Ah sí? No me digas — Antes de que pudiera apartar el plato, se lo arrebaté —. Tienes dos opciones: 1, darme el tenedor y compartir la carne, o, 2, me la quedo para mí sola y voy a buscar un tenedor para mí.

— ¿Qué te hace pensar que si te llevas la carne te durará en las manos más de cinco segundos?

— Podría tirarla al suelo — Dije encogiéndose de hombros. Le estiré la mano para que me diera el tenedor —. Porfaaa, solo un bocadito.

Minho rodó los ojos y me dio su tenedor. Sonreí, cogí otro "asiento" y me senté al lado de él.

— ¿La partimos por la mitad? — Le dije, refiriéndome a la carne.

Minho asintió. Agarré el cuchillo del plato y la corté en dos trozos. Cuando agarré el de mi lado para cortarlo en trozos pequeños, Minho me interrumpió y me robó el tenedor.

— ¿Qué crees que estás haciendo? ¿Me robas la carne y encima te vas a comer el trozo más grande? Ni hablar.

— ¿Qué? ¡Son iguales! Trae el tenedor.

— Tienes dos opciones — Dijo, repitiendo mis palabras —: 1, o me das el trozo de tu lado para comer la carne con el tenedor, o, 2: darme el trozo más pequeño y comerte la carne a bocados. ¿Qué opción vas a elegir?

— Eres un copión. Dame el tenedor. Total, los trozos son exactamente iguales. Eres muy tiquismiquis.

— Aquí tiene, señorita — Dijo dándome el tenedor. Giré el plato y me corté un pedazo de carne. Cuando lo pinché y me lo acerqué a la boca, Minho me lo arrebató y se comió mi trozo —. Mmmmm, delicioso — Asintió con la cabeza y me miró.

— ¡Ehhh! Ese era mi trozo. Además, ¿no querías el pedazo más grande?

— ¿Quién ha dicho que me vaya a quedar el trozo más pequeño?

Lo miré sorprendida mientras pinchaba el tenedor en su lado de la carne.

— Cuchillo, por favor — Dijo extendiendo la mano.

— Eres increíble.

— ¿Increíblemente atractivo, dices? — Se llevó su dedo a la oreja, como si no hubiera escuchado bien — Sí, tienes razón —. Asintió con la cabeza y alzó las cejas, indicando que quería el cuchillo.

The maze runner fanfic | MinhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora