CAPÍTULO 28: La ofrenda

234 14 0
                                    

Cuando Chuck y yo llegamos con Thomas con la cura, Gally se hizo con el control y nos metió a mí, a Teresa y a Thomas en el trullo. No tenía ni idea de por qué Teresa estaba allí, pero Gally me metió a mí, según él, por amenazarle.

Así que aquí estábamos, Thomas durmiendo en las piernas de Teresa y yo apoyada en una esquina, en la pared. Newt, Minho y Chuck se acercaron y, entonces, después de unos minutos de charla, Thomas se despertó.

— Hola... — Teresa fue la primera en dirigirse a él — ¿Estás bien?

— ¿En qué coño estabas pensando?

Al oír a Chuck, Thomas se incorporó y preguntó después de una pausa.

— ¿Qué ha pasado?

— Gally se ha hecho con el control — Le explicó Newt —. Dijo que teníamos que elegir: o unirnos a él, o ser desterrados al atardecer.

— ¿Y los demás están de acuerdo?

— Gally los ha convencido de que eres el culpable de todo esto — Explicó la chica.

— Pues de momento ha acertado.

— ¿De qué estás hablando? — Minho por fin habló.

— Este sitio no es lo que nosotros creíamos. Es un experimento, no una cárcel — Hizo una pausa —. Todo empezó cuando éramos niños, nos ponían unos retos, experimentaban con nosotros y nos pusieron nuestros nombres.

— O sea — Interrumpí —, ¿que yo no me llamo ___? — Fruncí el ceño.

— Nos pusieron nuestros nombres acorde con personas inteligentes, como Newt: Isaac Newton. Eso somos, somos más inteligentes que el resto, por eso nos eligieron para las pruebas. Luego empezaron a desaparecer personas, cada mes, uno tras otro.

— ¿Nos enviaban al laberinto? — Cuestionó Newt.

— Sí, pero no a todos nosotros.

— Explícate — Dije cansada de esperar.

— Tíos, soy uno de ellos. Trabajo para la gente que os ha traído aquí — Otra pausa apareció —. Os observé durante años. Todo el tiempo que habéis estado aquí, yo estaba al otro lado — Miró a Teresa —. Y tú también.

— ¿Qué? — Dijimos ella y yo al unísono.

— Teresa, nosotros les hicimos esto.

— No — Teresa tenía los ojos llorosos —, eso no puede ser verdad.

— Lo es — Continuó —, lo he visto. Y a ti también — Ahora me miró a mí. Yo no moví ni un músculo a pesar de la sorpresa y del miedo a lo que iba a decir a continuación —. Tú no trabajabas para ellos, pero estabas allí, con nosotros.

— ¿Y qué cojones hacía allí? — Pregunté.

— No lo sé, solo te vi en un recuerdo, nada más.

— ¿Pero por qué iban a enviarnos aquí si trabajábamos con ellos? — Mis dudas sobre mí se esfumaron cuando presté atención a la pregunta de Teresa.

— Eso no importa.

— Tiene razón — Newt apoyó a Thomas después de una pequeña pausa —. No importa. Nada de esto. Porque las personas que éramos antes del laberinto ya no existen. Esos creadores se encargaron de que así fuera. Pero lo que sí importa es lo que somos ahora y lo que hagamos. Tú entraste en el laberinto y encontraste una salida.

— Sí, pero si no llego a hacerlo, Alby aún estaría vivo.

— Tú no sabes eso, es impredecible — Dije.

The maze runner fanfic | MinhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora