Las películas hacen lucir las experiencias de acampar como un sueño hecho realidad, algo completamente inimaginable. Una aventura completamente salva, loca.
En realidad, acampar para mí fue las experiencia más incómoda de mi vida, empezando por el hecho que dormir en una carpa es un ciento diez porciento diferente a mis enteros diecisiete años de dormir en una cama lujosa, para despertarse a las cinco y treinta de la madrugada porque había un pájaro afuera que actualmente estaba piando como un espático.
Pero, si hubiera una cosa que actualmente no me estuviera molestando demasiado, sería el hecho que un fuerte brazo estaba actualmente envuelto en mi cintura, chocándome con el dueño del pecho duro como piedra.
Como siempre, no podía encontrar las palabras correctas para describir que tan atractivo Reece era mientras dormía calmadamente. Tomé la oportunidad para mirar a sus perfectos rasgos, comenzando con sus largas pestañas, la manera e que su pelo caía casualmente sobre sus ojos. Sin pensar, mi dedos removieron su cara.
Sus ojos se abrieron inmediatamente, mirándome de vuelta.
Mi corazón paró de latir por una fracción de segundos, antes de atreverme a no sonrojarme por el hecho que él me había atrapado mientras lo miraba. Lo que me sorprendió sin embargo fue que en vez de hacer una comentario sarcástico, él no dijo nada. Reece solo continuó mirándome con una expresión ilegible. Solo nos acostamos ahí al lado del otro en silencio.
- Había una hoja e tu pelo - finalmente dije, en mi patético intento de excusa.
- Seguro.
Fruncí. - ¡Había una!
- Esta bien, Princesa - bostezó, estirando sus brazos. - Lo que digas.
Mantuve una mirada seria. - Esta bien, me atrapaste, no había una hoja.
Puso los ojos en blanco, pero su sonrisa juguetona nunca dejó su cara. - ¿Oh, en serio?
- Era una araña - terminé.
Sus ojos instantáneamente se abrieron. - No juegues conmigo, Chloe - advirtió. - Te juro que si esto es un puto chiste... - continuó, sentándose y mirando alrededor en paranoia.
Me reí. - Es bueno saber como te puedo hacer gritar - guiñé.
Reece parpadeó, registrando mi sucio chiste.
Luego, la siguiente cosa que supe, él estaba encima mío, su cara pulgadas lejos de la mía.
- Oh, Chloe - comenzó, su voz baja y firme, haciendo mi aliento atraparse en mi garganta. - Pensé que te dije que no jugaras conmigo - dijo contra mi cuello, sus labios a duras penas tocando mi piel. - Después de todo, pienso que sé como hacerte gritar también - terminó, colocando un suave, prolongado beso donde había hablado, haciéndome sacar un suave suspiro de placer.
- Ey, Carter, ¿ya estas despierto, hermano? Este puto pájaro no para de piar y... - Valentino abrió el cierre de la tienda demasiado rápido para que Reece retrocediera, dejando a Valentino con una expresión confundida. - Oh, wow.
Cerré mis ojos, y mentalmente me pegué una palmada. Antes de abrirlos y observar mientras la mirada de shock de Valentino, se tornaba en una sonrisa súper presumida.
- Bueno...veo que ustedes chicos están muy ocupados. Solo voy a irme a obligar a Dennis a que me haga un desayuno....
- Val... - Reece advirtió, quitándose de mí, dejando el frío de la mañana pegarme.
Valentino levantó sus manos, luciendo inocente. - ¿Qué? - sonrió. - Me estoy largando, calma, mujer - su atención se dirigió a mí por unos segundos antes de que se marchara. - Que tengas diversión, pequeña C - me guiñó mientras cerraba la carpa de nuevo.
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The Bad Boy, Cupid And Me [Español]
Teen FictionReece sonrió, - Créeme, Chloe, la chica buena siempre se enamora del chico malo. Chloe Armel es la chica buena. Nunca se mete en líos, obtiene excelentes calificaciones y es amada por todos. Entra Reece. Salvaje, rudo, y tiene honestamente un ego qu...