The Bad Boy, Cupid And Me [Español]

The Bad Boy, Cupid And Me [ 4 ]

Había dos cosas de las que estaba segura.

Uno; Reece Carter era mi vecino.

Dos; Me había quedado encerrada fuera de mi ccasa.

~*~

Empujé la puerta de mi patio trasero para abrirla con la esperanzada de que la puerta de atrás estuviera milagrosamente sin llave.

No lo estaba.

Me senté en el pavimento, sintiéndome triste. Fuera de su perrera, mi precioso Pastor Alemán salió corriendo de esta hacia mí y comenzó a lamerme el rostro,

- Eww, Oscar, es bueno verte a ti también, chico. - Oscar el regalo de mi decimotercer cumpleaños. Abrí la envoltura de la gran caja roja y él esta allí, agitando su cola y lamiendo mi cara. Fue amor a primera vista.

Después de cinco minutos, empezó a llover.

- Creo que somos solo tu y yo hasta que mamá y papá vuelvan a casa. -

Después de cómo dos minutos, Oscar entró a la casa por la puerta para perros.

- Okay, creo que solamente soy yo entonces. -

~*~

Luego de muchos debates mentales conmigo misma. Toqué el timbre de la casa de Reece.

Un minuto con treinta y sienta segundos después, él abrió la puerta.

Usando nada mas que una blanca toalla alrededor de su cadera.

En alguna parte de mi mente, pensé que este sería el momento perfecto para una fotografía.

Click!

¿Y qué es lo que ves? Tú ves a Reece, sexy como siempre, con pelo mojado, gotas cayendo a través de su cara, bajo su cuello y a lo largo de su muscular pecho. Sí, tonificado pecho.

¿Y yo?

Una chica con el pelo emparamado, no de la forma sexy, congelándome por el frío y con mis ojos que no paraban de observar el cuerpo de un dios.

- ¿Ya terminaste de chequearme? -

No, no en realidad.

Pasé por él y entré a su casa. - Desearías eso. -

Se rió. - ¿Entonces normalmente te quedas fuera de tu casa? ¿O encerrada en el colegio? Honestamente, cuando me di cuenta pensé... -

- Wow, es una perdedora. - Terminé por él. Él aguanto una sonrisa burlona.

- Exacto. -

~*~

- ¿Podrías poner una camisa por favor? -

- ¿Por qué? ¿Mi abdomen te esta fastidiando? -

- No. -

- ¿Te esta distrayendo? -

Silencio.

Suspiró. - Es difícil ser un símbolo de sexo. -

~*~

- Tengo hambre. -

- Yo soy Reece. -

- Ja, ja. - Le respondí con un falso tono de humor. Cogí mi celular de la cercana mesa y comencé a marcar.

Una chica siempre debe memorizarse cuatro números telefónicos.

· El tuyo.

· El de tu mamá.

· El tu mejor amigo (en mi caso era Charlie)

· Y finalmente, el domicilio de comida china.

Depués de haber ordenado fideos y Dim Sum al vapor. Colgué el teléfono y observé alrededor de su casa. Habían cuadros e imágenes de su familia en la pared. Noté que era hijo único, al igual que yo.