Capítulo 25

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Mire la escuela delante mío, notaba las miradas de los alumnos puestas en mi, no era raro, era la nueva que entraba al último año y a mitad de año.

Mire mis horarios y entre medio de un pasillo lleno de estudiantes intentaba llegar sin perderme, los murmullos y algún que otro empujón eran molestos.

Tal vez, cuando te acostumbras a ir a una escuela en la que son pocos los elegidos o aptos para ir y eres diferente, te cambia.

Una vez llegué al salón, todos me voltearon a ver. Jun estaba sentada con su séquito en uno de los lados, estás comenzaron a reír cuando me vieron.

- ¿Te expulsaron de tu escuelita para raros?- pregunto con burla. Rodee los ojos y me senté en un lugar apartado.

- Oye, te está hablando- dijo una de las chicas. No respondí, sólo saqué mi cuaderno y espere paciente a que venga el profesor asignado.

Mi hermanastra se acercó y tiro todos mis útiles al suelo. La mire sin expresión alguna.

- Mira rara, me importa una mierda que seas hija del esposo de mi mamá, pero ahora estarás en mi territorio y seguirás mis reglas, aquí yo mando- dijo enojada.

- Pues quédate con lo que quieras, a mi no me importa- le contesté- solo vengo a estudiar, no me interesa ni un poco lo que hagas aquí.

- Te haré la vida imposible Tn- junte mis cosas y en eso la profesora entró.

El día paso demasiado...tranquilo, sólo nos sentábamos en los pupitres, escuchábamos al profesor y cambiábamos de clases. Si aún tuviera mi energía maldita, en este momento estaría en una misión.

Al salir, pude ver cómo un grupo de chicos molestaban a una chica que se notaba que era nerd. La típica que hay en la escuela y que los populares molestan.

La mochila en mi espalda pesaba, llevaba toda la tarea que me habían dado para poder estar al día, no dormiría nada en las próximas noches.

Seguí caminando cuando me arte de las burlas a la chica, me acerqué, varios a mi alrededor me miraban expectantes.

-Ya déjala- dije de forma autoritaria. Los chicos que se reían me miraron y silbaron.

- ¿Que pasa preciosa?- dijo, se me acercó mientras yo ayudaba a la chica de lentes- oye...

Tomé su muñeca con fuerza antes de que me tocará. Con fuerza lo empuje a lo que varios exclamaron con sorpresa.

-No me toques- no estaba de humor para nada. Termine de ayudar a la chica y la acompañe fuera donde nadie mas la molestara. 

-Gracias por eso- me agradeció. 

-De nada- no le había prestado mucha atención la verdad, me dispuse a irme caminando pero el murmuro de varios alumnos seguido de el ruido de un auto me hizo voltear a la calle, allí un Toyota Supra MK4 negro se hacia ver- no me jodas.

Satoru salió con los lentes puestos y sonriendo con superioridad hacia todos los presentes que miraban, me miro y levanto la mano en forma de saludo, me acerque mirándolo con aburrimiento. 

-¿Enserio?- pregunte mirando al auto- no me quejo, te compraste no un auto, sino EL AUTO- me voltee a verlo- pero me das asco- fruncí el ceño. 

-¿Ni un hola? o siquiera un gracias por los regalos de ayer- dijo este. 

-Te mande mensajes- le respondí- deberías de estar en la escuela, seguro tenias alguna misión.

-Si bueno... lo deje a Nanami hacerla- solte una risita por eso- y el auto... es tuyo, te lo compre a ti- abri los ojos como platos y mire el vehículo. 

-¿Me estas jodiendo?- lo mire devueltas, este sonreía, suspire- Satoru. 

-Me siento culpable, enserio, si hubiera podido aquel dia.... yo... no te hubieran expulsado y tendrías tus técnicas. 

-No es tu culpa y lo sabes- le dije- pero es necesario todo esto- le señale el auto y refriéndome también a lo que me había regalado ayer- dime la verdad, la razón de todo esto y...se que no es solo por sentirte culpable.

-Yo...- bajo la vista, sonreí por eso, ni siquiera era necesario que lo dijera, lo entendía perfectamente, conocía a Satoru Gojo mejor que cualquier otra persona en este planeta- solo acéptalo, ¿Si?

-Si prometes no comprar mas nada para mi- sonrio levantando la cabeza- a partir de ahora solo acepto recuerdos o comida de tus viajes- le respondí. 

-Hecho- se fue al asiento de copiloto- tu conduces- suspire y me subí al auto para ir a casa. El día lo habíamos pasado juntos todo lo que pudimos como siempre. 

Con el pasar de los días, seguíamos con nuestras típicas juntadas, si no lográbamos eso, hacíamos videollamadas, jugábamos videojuegos o mirábamos series en linea. El problema empezó cuando el tiempo ya no lograba darnos. 

Los días se nos hacían mas cortos, a el le daban misiones, reuniones y estudios para poder terminar la escuela con sus debidas responsabilidades y entrenamientos. A mi, me mandaban deberes, estudiar para exámenes y el constante golpeteo de que haría al terminar, ¿a que universidad iría?

Problemas que no me había planteado meses atrás al llevar una vida completamente diferente. 

Cuando yo estaba libre, el no lo estaba y asi al revés. Dejamos de juntarnos, de llamar, con suerte mandábamos mensajes al otro para saber aunque sea algo. Asi pasaron los últimos seis meses. 

A la graduación, ninguno pudimos asistir a la del otro y papa me había organizado un viaje hacia Europa que tardaría un mes. 

Lo peor, lo peor esperaba en casa cuando llegue, unas horas después de retornar devuelta a mi hogar, cuando el albino se había presentado con esa sonrisa carismática que nunca se borraba de su rostro y siempre hacia recordar mis sentimientos por el. 

Lo peor fue cuando dijo aquello, aquello que nunca hubiera esperado salir de su boca. 

-¿Que?- pregunte incrédula mirándolos a ambos, no me lo esperaba para nada. 

-Vamos a casarnos...



💔Made of honor💙// Satoru Gojo [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora