Capitulo 4

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Flashback

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Flashback

Ocho años antes:

-¿Estamos viendo lo mismo?- pregunto la pequeña de diez años a su mejor amiga.

-Afirmativo- murmuró la contraria.

Ambas se encontraban arriba de lo que era un juego para niños en un parque. La de cabellos castaños miraba desde el techo de aquel juego en forma de castillo junto a unos binoculares a una dirección.

Mientras tanto la otra, de cabellos más oscuros, tirando a negro miraba desde lo alto de un árbol. Se hablaban por una especie de comunicadores de juguete los cuales funcionaban hasta cierta distancia.

-¿Qué hay entre medio?- pregunto la de cabellos oscuros- toda esa gente no debe de estar amontonada a propósito.

- No lo se- mencionó la de arriba del juego- no se ve muy bien, son muchas personas.

-Tienes que poder ver algo- dijo la niña- lo que sea!!, imagina que puede ser un carro de helados que se encuentra regalando!!

- Si, lo se, pero....- se calló al ver lo que tanto la gente rodeaba- es un niño...

- ¿Qué?- pregunto la menor de ambas por unos meses.

- Es tan rodeando a un niño- hablo la castaña- no se ve muy bien, pero creo que tiene el cabello blanco.

-¿Qué cosa especial tendría un niño con cabello blanco?- pregunto la otra más histérica por perder el tiempo.

- No lo se- contestó la castaña- aunque.... se ve incómodo- murmuró más para si.

- Tal vez es millonario- dijo sin relevancia la menor- en fin, ya deberíamos volver a...

-¿Y si lo ayudamos?- pregunto bajando del juego mediante el tobogán.

-¿Estas loca? Hay muchas personas y con tu esquizofrenia no quiero que ayude mucho- dijo también bajando del árbol.

Se acercaron hasta estar juntas y miraron en dirección al tumulto de gente. En cierta forma, les daba lástima aquel niño.

-¿Qué haremos?- pregunto la de cabellos oscuros.

- Sólo hay una solución- miro a la contraria y se miraron desafiantes.

Minutos después no se imaginaban estar caminando hacia la cantidad de gente. Se mezclaban o trataban de acercarse al centro, buscando al niño entre medio.

- No puedo creer que hagamos esto- dijo la menor.

- Tu perdiste en piedra, papel o tijeras- excusó la castaña- pero si no quieres, esperame en el lugar de siempre.

- De acuerdo, allí estaré- sin más se despide y se va, dejando a la castaña, quien con un suspiro se adentro más entre las personas.

Era extraño. Cuando se acercaba más al centro, sentía la presencia absurdamente intimidante de algo frente suyo. Como cuando veía aquellas criaturas en la calle o lugares públicos.

No fue hasta que logró llegar que noto la razón por la que tanto enfasi hacían a él. Sus ojos. Eran de cierta forma diferentes y fascinantes. No iba a negarlo, pero le debía resultar íncomodo.

No fue hasta que ambas vistas se juntaron. No por casualidad, sino que al él sentir la presencia de energía maldita detrás suyo, giró.

La primer conexión que hubo entre ambos fue sólo una mirada. Que dijo más de mil palabras cuando la niña de forma discreta señaló hacia un sitio con sus ojos.

"¿No te sientes incomo? ¿no quieres escapar de todas estas personas?"

Esas fueron las palabras que entendió el albino cuando la niña frente suyo, tal vez un año o dos menos a él, hizo aquel gesto.

Asintio. Esta sonrió cómplice y se acercó confiada. Las personas miraban atentos a lo que hacía la niña. Tal vez conocía al joven con esos ojos.

-Onii-chan!!!- dijo fuerte y claro, todos escucharon y la mayoría callaron- mamá nos está buscando, debemos de ir rápido!!

-Perdon por alejarme- se disculpó el albino.

La segunda conexión fue la complicidad que se deslumbró en la mirada del otro. No se conocían, en absoluto pero... fue como si fuera lo contrario.

La castaña se acercó histérica y haciéndose la indignada. El albino en cambio suizo reír por lo tierna e infantil que se veía la menor, pero si quería salir de aquel problema, debía de seguir el juego.

No fue hasta que se tomaron las manos.

La tercera conexión, fue cuando su tacto se unió, parecía que sus manos estaban echas el uno para el otro, conectando perfectamente.

Eran niños y el destino ya los había unido, como queriendo decir que estaban hechos el uno para el otro.

La pequeña no lo espero más y salió a paso acelerado de allí, pidiéndole permiso a las personas. No fue hasta que al estar libres, miraron a los espectadores.

Se miraron cómplices y con diversión, giraron sobre si e hicieron una mueca de burla hacia los mayores. Estos no tardaron en comprender que habían caído.

Pero cuando quisieron darse cuenta ambos niños ya habían desaparecido de sus vistas.

Los niños corrieron hasta llegar a un callejón. Allí pararon y la pequeña miro para que nadie los siguiera, como si fuera un juego de escondidas.

-¿Cómo te...- el albino fue callado cuando la pequeña le hizo el gesto de silencio.

- No digas nada y sólo sigueme- mando para comenzar a subir unas escaleras de emergencia del edificio a su costado.

Así lo hizo sin rechistar. La siguió. No supo que decir cuando la niña salto sin miedo hacia el edificio de al lado, no los separaba mucho, pero aún así la caída podía llegar a ser fatal.

Siguieron yendo de edificio a edificio. Todo hasta que tuvieron que bajar. La siguió por unas calles y está se adentro entre unos árboles en un parque.

Cuando cruzó también, notó la barandilla que cuidaba el que nadie cayera por aquel barranco que daba vista al mar.

-Por fin llegaste!!- se escuchó una voz desconocida para el albino- ¿porque las personas allí tenían tanto entusiasmo por..... ¡¡¡A la mierda!!!- dijo la niña.

El chico no se sorprendió al ver la cara de asombro de la desconocida, aunque le agradó el que sea sincera... por lo que noto.

La contraria no desprendia energía maldita, como pudo notar. Pero no dijo nada al respecto. Quiso hablar para saber quienes eran y porque lo habían ayudado, pero la castaña se acercó frente a él, sin apartar la mirada.

-¿No te molesta?- pregunto con intriga.

- Si, y es agotador- sincero. Por más que no la conociera, algo le decía que podía confiar ella como no tenía idea.

-Ten...- le tendió unos lentes negros de sol con forma redondeada- no los uso, y creo que te servirán más a ti que a mi- dijo con una sonrisa.

-G-gracias- dijo mientras las mejillas se coloraban un poco rosadas- aunque no es necesario.

- No te conviene discutir con ella- dijo la otra niña- es muy terca- murmuró- por cierto, soy Dai Chieko, un gusto.

- Tn Kezume- se presentó la castaña- ¿Cuál es tu nombre?

-Satoru... Gojo Satoru.

💔Made of honor💙// Satoru Gojo [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora