La mejor parte, el postre. En eso si que no era necesario recomendarle algo al albino, tenía muy en claro todo lo que había y como sabía.
Con lo salado, este me preguntaba. Con lo dulce en cambio, yo preguntaba.
-Aquí tienes- dijo colocando frente mío un pedazo de pastel de chocolate. Tome la cuchara lo mire y ambos las chochamos.
-Provecho- dijimos al mismo tiempo para comer- es muy bueno- dije mientras el gusto del chocolate en mi boca iba dasasciendose.
- Sin duda- hablo el albino.
Me trajo a mi de chocolate y el suyo de vainilla. A propósito, si queríamos de ambos gustos sólo le robabamos al otro. Nos la pasamos así un rato, hablando entre risas con la mirada de varios en nosotros.
La música comenzó a sonar y con eso el baile de los novios. No pude no apartar la vista de Satoru y mirar a mi padre.
Fue algo tan hermoso y más cuando diferentes parejas se levantaron a bailar y acompañarlos, pero ellos seguían universos en su mundo.
-¿Quieres bailar?- pregunto una voz femenina al albino a mi lado. No los mire ni acote ninguna palabra.
- No gracias- respondió el albino. La chica con un vivido se alejó. Mire de reojo a Dai quien sonreía viendo a Satoru.
Quise tirarme a preguntar cuando está me miró Sin dejar de sonreír. Abrí la boca para hablar pero la respiración en mi cuello hizo que temblara.
- Tn~- llamo de forma cantarina en mi oido.
- ¿Q-que pasa?- pregunté girando ma cabeza en su dirección.
- ¿Bailas conmigo?- pregunto levantándose del asiento. Lo mire y negué con la cabeza- no mientas, se que quieres hacerlo- me ofreció su mano.
- Pero...
- Note como mirabas al resto- dijo divertido. En eso sentí como Dai me hacía levantarme y me empujaba al contrario, haciendo que atrapara.
- Si quiere- dijo esta mirándome.
El albino tomo mi mano y me llevo donde el resto bailaba de forma lenta y una canción tranquila sonaba. Cuando estuvimos entre medio de la gente, prácticamente me empujó para que este frente suyo.
Tenía que levantar la vista para verlo y notar como sus ojos, sus fascinantes ojos me miraban sin nada tapandolos. No sabía en qué momento se había quitado los lentes.
- Tus manos aquí- dijo con delicadeza y tomando mis muñecas con cuidado, para colocarlas en sus hombros. No podía apartar la mirada de él.
Este sonrió de lado y aún con su vista en mi, paso ambas manos en mi cintura acercandome a él para luego comenzar a movernos de un lado hacia el otro.
Nadie dijo nada, no tenía palabras para decir en ese momento, y estaba segura de que si hablaba cagaria el momento. Satoru tampoco decía nada, y agradecía el silencio.
Por un momento sentí que sólo éramos nosotros, mirándonos a los ojos sin decir palabra alguna mientras hablábamos con una canción de fondo.
No fue hasta que su vista dejo mis ojos y miró algo más abajo. Creí haberlo visto tragar con fuerza para luego volver su vista a mis ojos pasando su lengua por la comisura de sus labios.
- ¿Sucede algo?- pregunté al verlo. Era extraño su comportamiento y más cuando hizo una mueca- Satoru.
- Perdón- se disculpó- estaba pensando en algo- dijo en un suspiro- Volvamos a la mesa- terminó de decir y soltó mi cintura como si esta quemara.
Se alejó sin siquiera dirigirme la mirada y ese simple gesto me había dolido mucho. No lo seguí sólo gire mi cuerpo y fui en otra dirección.
Llegue hacia una pequeña galería donde podía verse el jardín bajo la luz de la luna y estrellas.
- ¿Quiere uno señorita?- pregunto una voz a mis espaldas, gire y vi a uno de los meseros con bebidas.
- ¿Hay algo sin alcohol?- pregunté. Este tomo uno de los vasos y me lo extendió- Gracias- sólo asintió y se retiró.- ¿Se puede saber que sucedió?- pregunto la voz ya conocida de Dai.
-¿A qué te refieres?- pregunté mirándola.
- No soy nada estúpida Tn y se que tu tampoco- dijo esta- quiero saber que pasó allí adentro, entre tu y Satoru.
- Nada, y si supiera te lo diría- dije.
- Es que.... estaban literal ambos dentro de su pequeña burbuja y mundo- dijo colocándose a mi lado- de un momento a otro sólo se separaron y Satoru se sentó de mal humor en la silla.
- ¿Enserio?- pregunté incrédula- sólo me dijo que pensó en algo y que volvieramos a la mesa.
- Pues cuando le pregunté sólo me contestó enojado para levantarse e irse a uno sabe donde- dijo esta.
- Bueno, No se al respecto.
- ¡Pero si ambos son tan complicados!- dijo enojada- acercate y habla con el, te dirá las cosas.
- Pues cuando me soltó y la forma en la que me miró pareciera que no me quería cerca- dije con una mueca- aveces es así, es muy bipolar.
- Entonces dices que ya volverá y actuará como si nada hubiera pasado- afirmo.
- Si- Señoritas- ambas giramos la vista hacia la tercera voz, este era mi padre- es la hora de que la novia tiré el ramo.
- Papá, eso es para chicas que tienen pareja- dije con una sonrisa al verlo.
- Esta será una excepción- dijo para luego arrastrarnos dentro del lugar y dejándonos donde varias chicas esperaban el ramo ansiosas.
- Ja, como si fuera verdad el que al agarrar el ramo se cumplirá lo del casamiento- dijo Dai- yo seré la soltorena millonaria toda mi vida- dijo orgullosa.
- Eso no te lo niego- le respondí con una sonrisa. Mire entre la gente para ver si encontraba al albino y lo encontré.
Pasaba entre la gente vestido de forma impecable, miraba en varias direcciones hasta que al encontrarme se quedó allí, viéndome.
- Aunque, si es cierto lo que dijo el idiota, y se casará contigo cuando yo lo haga....- gire la vista para ver a la contraria.
- Ya quisieras- dije divertida.
- Ya quisieras tu casarte con ese dios griego millonario- hablo divertida. Me sonroje y desvíe la mirada.
El grito de las chicas no tardó en hacerse oir y con ello dirigí mi vista hacia donde había visto al albino. No lo encontré.
Asta que el sonido de algo cayendo me hizo girar, el ramo. Abrí los ojos de sorpresa y tape mi boca aguantando la risa.
Dai tenía los ojos abiertos a más no poder y portaba el ramo de flores en sus manos. Sentí la presencia ajena detrás mío y como un brazo pasaba por sobre mis hombros.
- Bueno, pobre del chico que deba soportarte- dijo burlándose el albino.
Esta no dijo nada y me dio el ramo con enojo, prácticamente tirandomelo. Solté una risa y Satoru tomo el ramo también riéndose.
- Ven, debo hablar algo contigo- dijo el albino dándole el ramo a un hombre que le agradeció y este le propuso matrimonio a una de las chicas que estaban allí.
Entrelazado sus dedos con los míos me llevo a un sitio alejado de entre la gente. Lo mire sin entender mientras caminábamos y sólo giro levemente su rostro y me sonrió.
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💔Made of honor💙// Satoru Gojo [Pausada]
FanficLos mire con asombro, no sabía si había escuchado bien lo que dijo, era una gran sorpresa, pero aún así el dolor en mi pecho incrementaba. -¿Como?- pregunté sin creérmelo, esperaba que fuera mentira. - Quiero que seas mi dama de honor en la boda...