💔Made of honor💙// Satoru Gojo [Pausada]

Capítulo 1

FELIZ NAVIDAD!!

Mire a mi compañero, las ganas no me faltaban de darle un buen golpe para que no hiciera lo que haría. Había tratado de convencerlo, pero este no me hacía caso, era más necio y orgulloso que nadie.

- ¿Enserio lo harás? - pregunte por milésima vez, con la esperanza de que no hiciera aquella estupidez.

-No me haras cambiar de opinión- contesto convencido- además, mi amada se encuentra allí adentro, e iré a rescatarla- dijo convencido.

-No le gustas, Satoru- dije con una mueca- ya te lo dijo muchas veces, además no creo que se fije en un mujeriego como tú lo eres- lo mire con indiferencia, este de forma exagerada llevo una mano a su pecho.

-Se supone que eres mi mejor amiga y deberías de estar apoyándome, no diciendo que no tengo oportunidad- se quejó.

-Eres imposible- dije luego de un suspiro- ¿sabes qué?, has lo que quieras, no puedo lidiar contigo- me aleje de allí y mire alrededor. Note que no había una pantalla, por lo que me aleje un poco para poder colocar una- "Eso que atemoriza más que la oscu...

No logre terminar de colocar la cortina cuando una explosión seguido de un derrumbe hizo que el suelo temblara y se abriese con grietas. Casi caía de no ser porque no fue muy intenso.

Mire en dirección a la mansión, en efecto todos miraban a Satoru, quien solo se centró en una persona presente, esta se encontraba furiosa por el repentino acto y más por las palabras del albino dirigidas a ella.

- ¡Vine a salvarte, Mi Utahime!- grito con arrogancia el de cabellos blancos. No le preste atención, gire mi vista hacia otro sitio. Mierda. Testigos.

-Pero si eres un tremendo imbécil- murmure, gire sobre mis talones, ya era muy tarde para colocar una pantalla, si los presentes veían que de un momento a otro todo desaparecía, iba a resultarles mas sospechoso y alarmante.

Me acerque a zancadas hacia donde estaban los presentes, había aparecido la maldición y Geto se encargó fácilmente de ella. No lo espere y mientras el albino hablaba con el pelinegro, no lo dude y le pege un buen golpe.

- ¿Por qué hiciste eso?!- se quejó el albino mientras se sobaba la zona del golpe.

- ¡Porque eres un idiota! - le conteste. Miré hacia donde Geto estaba, este contenía su risa- mejor dicho, todos lo son, en especial ustedes dos- dije segura de mis palabras- sus ganas de reír cesaron.

- Utahime sempai, ¿se encuentra bien? - pregunto Iori a la contraria. De la cual pelinegro y albino se burlaban, en parte, de no ser la única que sabía sobre los sentimientos e intenciones del portador de seis ojos hacia ella.

-¡¡Shoko!!¡¡Kezume!!- dijo la contraria con emoción al vernos, sin esperar mucho se lanzó a nosotras para abrazarnos- que no se les pegue la forma de ser de estos dos!!- dijo sin soltarnos. Solté una risita por eso.

-Nos preocupamos, hacia dos días que no sabíamos nada de ustedes- dije sincera y me separé del abrazo. No es que no me gustara el contacto físico, pero no me agradaba del todo Utahime.

- ¿Dos días? - pregunto sin creerlo.

-Ahh... si, ¿Dentro de la barrera de esta maldición el tiempo se distorsionaba? - pregunto Satoru hacia Mei- Ya que sino, era raro sabiendo que estabas aquí.

-Exactamente- dijo la albina- por cierto, chicos- nos miró, creo que ya sabía a donde iba lo siguiente, y no me equivoque- ¿Dónde está la pantalla? - Levante la mano y Mei junto al resto me miro.

-En mi defensa, iba a colocarla, pero antes de lograrlo el idiota de mi compañero provoco la explosión sin dejarme finalizar el hechizo- miré a Satoru, este me miraba ofendido por como lo había llamado- y cuando me di la vuelta para volver a colocarla ya era tarde, varios testigos se acercaban.

-Bien echo de tu parte, Kezume- dijo la mujer- y puedo afirmarlo, ya que cuando la explosión ceso, logre percibir el rastro de lo que se había formado de pantalla desvaneciéndose. Aun así...- miro al resto de mis compañeros- ustedes no se salvarán del reto de Yaga.

Tuvimos que volver a Tokio por órdenes del director Yaga, así que en el tren solo nos quedó sentarnos y descansar. Me acerque donde estaba mi mochila y tome algunos dulces que tenía allí para luego volver a sentarme en mi asiento.

- ¿Quieres? - le ofrecí a mi acompañante.

- Ni se pregunta- dijo este y tomo algunos- siempre sabes el cómo complacerme- dijo este llevando uno de los dulces a su boca.

-No por nada soy tu mejor amiga- dije con diversión.

-¿Cómo esta Dai? Por cierto...- dijo este- hace tiempo que no la veo- murmuro para sí.

-Está cursando los últimos exámenes, por lo que casi no tiene tiempo para tiempo libre- dije.

-Que aburrido- dijo este- que bueno que somos hechiceros.

-Aun no lo somos- le corregí.

-Si, como sea- bostezo- tardaremos un rato, así que dormiré- apoyo su cabeza en mi hombro y cerró los ojos- ¿me avisas cuando lleguemos enana? - pregunto con diversión.

-No es mi culpa que seas un poste de luz- dije con irritación. Suspire cuando lo escuche reírse levemente- sí, te avisare- asegure. Mire hacia la ventana cuando el tren empezó su marcha.

Mire el horario, aun no pasaban de las diez de la mañana. Sonreí al ver el fondo de pantalla. Allí nos encontrábamos Satoru y yo, teníamos doce y posábamos con diferentes muecas. Mire de reojo al albino quien dormía plácidamente.

Solo me preguntaba, ¿Cuándo todo esto termino?