💔Made of honor💙// Satoru Gojo [Pausada]

Capitulo 16

La ceremonia paso, fue algo muy bello de ver. Mi padre estaba feliz con esa mujer y yo no me interpondria en sus desiciones. Cuando terminó con el famoso "puede besara la novia" para luego seguir con el beso, tuvimos que ir donde se llevaría a cabo la celebración.

Nos levantamos y salíamos, era en Tokyo, a si que tendríamos un vieje algo largo. Me adelante para felicitar a mi padre quien me abrazo.

Me separe para ir donde estaba el albino, este me miró con una sonrisa y me abrazo. Rodee su torso con mis manos y apoye mi frente en su pecho.

- Deja de crecer, ya soy bajita- murmure, le llegaba al hombro con suerte, así que tenía que levantar la vista considerablemente.

- No es mi culpa que seas una pitufa- se burló este. Frunci el ceño alejandome y le saque la lengua- deja de ser tan tierna~

Me sonroje al escucharlo decir eso. Me sentía chiquita a su lado y más con este mirándome de esa forma. Sus lentes estaban levemente abajo dejando a la vista sus ojos.

- No digas eso- hice un puchero y me crucé de brazos mirando hacia otro lado.

- Bueno yaya- dijo divertido- ten- me paso las llaves de su auto- esperame allí- asenti y me aleje yendo donde el vehículo estaba estacionado.

Lo abrí para luego dejar las llaves puestas. Salí del auto y me senté en el capo de este mirando en dirección a donde estaba el albino.

Este estaba hablando con Dai a varios metros lejos, lo suficiente como para no poder escuchar o siquiera leer sus labios. Luego de unos segundos Satoru se alejó de la chica y comenzó a caminar hacia mi.

- ¿Dai no viene?- pregunté al ver que está no venía e iba a otra dirección.

- No, irá con alguien más- dijo este- ahora si, hay que irnos que tengo hambre.

- Tu viniste sólo por la comida- dije divertida subiendome de copiloto. Este soltó una risita y también subió al auto.

- No sólo por eso- dijo con una sonrisa y me miró para guiñarme un ojo. Sólo aparte la mirada y sonreí.

Comenzó a conducir, el viaje estaba en silencio de no ser por la radio prendida. Pasaban algunas que otras noticias y música. No fue cuando cierta canción comenzó a sonar.

- No es cierto- dije entre risas y subí el volumen.

Mr. Blue Sky había comenzado a sonar. No era cualquier canción, era la nuestra. Por lo general las parejas tenían canciones que consideraban suyas. Esta era la mía y del albino.

El volumen lo más alto y nosotros cantandola con todas las ganas del mundo,  era como si estuviéramos en un concierto. No fue hasta que la canción terminó que bajamos el volumen.

Nadie comento nada, sólo se escuchaban nuestras respiraciones luego de tanto cantar y pequeñas risitas por lo recién ocurrido.

Llegamos y bajamos. Nadie comento nada. Hasta que cuando estuvimos fuera del vehículo que ambos soltamos a carcajadas y divertida me subí a su espalda 

- Ahora hacia adelante!- dije apuntando la puerta del sitio.

Muchas miradas estaban puestas en nosotros. A ninguno nos importaba aquello.

- A la orden princesa- dijo el albino y con sus manos me tomo de los muslos para que no me cayera- ¿tienes algo debajo del vestido?- pregunto antes de seguir.

- Un pantalón deportivo, de los que uso para jugar al voley, además de la ropa interior- dije pensando.

- ¿Y es de encaje?- pregunto divertido. Golpee su hombro por esa pregunta- ¡eso dolió!- dijo este.

- Pervertido!- le grite para que sólo escuchará. Este soltó algunas risitas.

- Tampoco es como si nunca te hubiera visto en ropa interior o bikini- hablo obvio. Redee los ojos y apoye mi mentón en su hombro.

- Cállate- dije en un susurro. Mi respiración estaba muy cerca de su cuello y prácticamente se lo dije al oído.

Lo sentí tensarse al igual que sentir como sus manos apretaban mis muslos. No sabía si eso era bueno o malo. Aún que sabía que le había gustado.

Entramos al salón donde este ma bajo al suelo. Teníamos mesas asignadas a si que nos sentamos allí. Pusieron la comida en la mesa y la música para comenzar.

Era una mesa en la que se sentaban seis personas, tres éramos yo, Satoru y Dai, las otras tres personas eran Jun y dos amigas suyas. El albino era el único chico de la mesa.

-¿Por qué no viniste con nosotros?- le pregunté a Dai en voz baja, mientras tanto Satoru hablaba entre coqueteos y miradas con una de las amigas de Jun.

- Pregúntale y hechale la culpa a él- dijo apuntando al albino.

Me senté bien y mire a la contraria, esta daba un trago a su bebida mientras asentía.

Satoru le había pedido si podía viajar con alguien más, ya que quería estar solo conmigo. De sólo pensarlo mire de reojo al albino.

Este coqueteaba con una de las chicas, pero al sentir mi mirada, giro su vista en mi dirección y sonrió para de forma literal, dejar a la chica hablando sola mientras se sentaba correctamente a mi lado.

- Tn- llamo mirándome.

- Satoru- respondí con una sonrisa, sólo esperaba que no fuera una de tonta enamorada.

- Me recomiendas algo de lo que están sirviendo allí- pregunto apuntando un sitio donde varias personas pasaban para tomar alguna comida.

- Sigueme- dije sonriendo. Tome mi plato y él el suyo para caminar tomandolo de la mano hasta allí.

Mire las distintas comidas, ya sean saladas o dulces. Pensé unos minutos el que podría gustarle.

- Tu plato- le pedí. Este me lo dio sin dudar y pase tomando y sirviendo algunas cosas- Sirveme lo mismo- le dije, este asintió y así lo hizo.

Al terminar, caminamos devuelta a nuestra mesa. Donde le deje su plato y él dejo el mío. Medio estúpido, pero siempre hacíamos lo mismo, yo le servía a él y sucesivamente.

- Espero que este bueno- dijo mirándome. Tomo un poco de la comida y se lo llevó a la boca siempre mirándome, mastico unos segundos para luego poner los ojos en blanco.

Soltó sin vergüenza alguna un gemido de satisfacción y volvió a comer. Lo mire entre avergonzada y feliz por su reacción.

- Esto es de lo más delicioso que probé en mi vida- dijo- ten, come- tomo un poco de su plato y lo acerco a mi rostro.

- No es necesario, yo ten...- no me dejo terminar ya que metió la comida en mi boca. Abrí los ojos avergonzada por ese gesto.

Sentí el leve codazo de mi costado contrario, mire a Dai quien hacia con sus pulgares para arriba sin disimular.

Satoru, eres un problema serio.