-¿A dónde vamos?- dije entre risas al ver como salimos fuera del salón y nos adentramos al jardín.
Había poca luz, pero la suficiente como para no perderse o tropezar. Llegamos a una especie de galería de madera en medio del patio. Allí había asientos por lo que ambos nos sentamos.
- ¿Que querías hablar?- dije curiosa.
- Quería que me respondieras, las preguntas de más temprano- contesto con una sonrisa.
- ¿Enserio?- pregunté. Ya no estaba tan nerviosa, era sólo una pregunta de la cual siempre tuve una respuesta concreta.
- Si- dijo como un niño.
- De acuerdo, ¿cuál respondo primero?- pregunté.- La que te hice hoy en tu casa- dijo obvio.
Me quedé en silencio. Mire el jardín por unos segundos y suspire para perderme en lo hermoso del cielo estrellado.
- Cuando era niña, siempre me había gustado la idea del casarme con alguien que me amara y poder formar una familia- comencé contando- luego, cuando fui creciendo comencé a ver que no todo sale como uno quiere.
- ¿Qué pasó?
- Conocí el mundo de la hechicería, eso paso- dije con una sonrisa mirandolo- aún así no me arrepiento de conocerte Satoru- este sonrió.
- Sigue...
- El conocimiento se expande al igual que las experiencias, conocí lo que es el divorcio según amigas, el peligro del mundo exterior, la tristeza, infidelidades y... cada vez se me hizo más lejana la idea del casamiento.
- ¿Por qué?- pregunto girando su cuerpo en mi dirección.
- Primero, hoy en día es difícil encontrar a alguien que quisiera pasar el resto de su vida atada a ti mediante ese compromiso- hable girando mi vista en su dirección.
En parte, me resultaba una indirecta a su persona. Alguien sin compromisos y que se la pasaba de chica en chica.
- Segundo, no sólo eso, si no el hecho de querer hijos y... siendo sincera fue o es uno de mis sueños.
- ¿El ser madre?- pregunto incrédulo. Asenti con una sonrisa- ¿cuál es la tercera?
- Diría que estoy de acuerdo con Nanami en algunas cosas, pero en algo está equivocado. Puede que al ser un hechicero son muy elevadas las probabilidades de morir en una misión, pero no se aleja mucho de lo que es la vida cotidiana de una persona- expliqué- aún que... la verdadera razón tiene más que ver con mis sentimientos.
- No me digas que te gusta alguien- dijo este. Yo en cambio aparte la mirada sonrojada- ¿Te gusta alguien?- pregunto sin creerlo.
- No- dije enseguida.
- No mientas- dijo poniéndose serio.
- Esta bien- suspire- me gusta, pero él no es de ese tipo de chicos o no lo demuestra- dije.
Nos quedamos en silencio por un momento. Nadie dijo nada y tampoco se burló de que me interesaba alguien, lo cual me resultó extraño.
- ¿Y tú?
- ¿Yo?- pregunto.
- ¿Que piensas de todo esto?- pregunté.
- Siendo sinsero, nunca me lo puse a pensar hasta ahora- dijo divertido, solté una risita.
- ¿Crees que es estúpido?
- No- respondió enseguida- creo que es un acto que demuestra el que enserio amas a alguien.
Solté una risita al verlo tan pensativo. Si arruinaba momentos y en su mayoría no me arrepentia. Giró en mi dirección haciendo una mueca.
- ¿De qué te ríes?- pregunto.
- Es que... me resulta raro que digas eso... por tu forma de ser- excuse.
- Si, lo sé- soltó una risita.Ambos nos miramos de reojo, casi como si el vernos fuera demasiado vergonzoso. Apartabamos la vista y mirábamos cualquier otra cosa.
- ¿Como sería... o como te lo imaginas?- pregunto.
- ¿Cómo me imagino?- no entendía.
- El anillo... Si tu se lo propondrías o al revés- dijo.
- Con respecto al anillo, me gustan mucho esos sencillos, que lo único que tienen es el mundo tallado, mitad y mitad, que cuando se juntan esta completo- expliqué de forma rara- no se si lo entendiste.
- Si, los he visto- dijo con una sonrisa.
- Y bueno, que me lo proponga él- dije con un sonrojo.
- Lo tendré en cuenta- dijo riendo- así me burlarse de ti cuando te propongan matrimonio- dijo entre risas. Lo mire por unos segundos.
No sabía si molestarme. Pero no dije nada mientras mi corazón latía dolido dentro de mi pecho.
- Aún que- paro de reír y me miró- pensaré muy seriamente y te robare para que no respondas- dijo sonriendo.
No dijimos más nada. Sólo nos quedamos en un silencio pacífico y cálido entre ambos. A los minutos entramos a la fiesta y nos sentamos en la mesa.
Dai nos miraba expectante a que le contará algo. Sólo pude sonreír para indicarle que todo estaba bien.
Los novios se despidieron como siempre, antes de que la fiesta terminará. Todos saludamos a los recién casados.
- Nos vamos- pregunto el albino. La fiesta seguía pero podíamos irnos. Asenti- ¿Dai quieres que te alcancemos hasta tu casa?
- Dalep- dijo esta levantándose de su asiento. Nos despedimos más por respeto que otra cosa.
Note como varias mujeres le daban papelitos al albino y este los tomaba. Fuimos al vehículo donde nos sentamos como antes y arrancó. A los minutos dejamos a Dai en su casa y nosotros seguimos el camino.
- Haz lo que quieras- dijo dándome los papeles con números telefónicos. Lo mire con una sonrisa.
- Acercate allí- dije apuntando un sitio. Así lo hizo y saque medio cuerpo del auto por la ventana y tiré los papeles en el cesto de basura.
- Lindas Bragas- dijo el albino cuando entre y me senté.
- Tu sigue conduciendo, pervertido- le mandé. Este sonrió y siguió el recorrido.
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💔Made of honor💙// Satoru Gojo [Pausada]
FanficLos mire con asombro, no sabía si había escuchado bien lo que dijo, era una gran sorpresa, pero aún así el dolor en mi pecho incrementaba. -¿Como?- pregunté sin creérmelo, esperaba que fuera mentira. - Quiero que seas mi dama de honor en la boda...