CAPITULO 22

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El perro, la rata y la serpiente

Ya había oscurecido, Astian había visto por unos momentos a Will en su paseo nocturno, intentó seguirlo, pero como si se hubiera desaparecido lo perdió de vista en un segundo, no tuvo
otra opción más que seguir con su camino al castillo, finalmente vió a los chicos.

–Ron, calma a esa rata.– Astian apareció detrás de ellos asustandolos.

–No se que le pasa.– contestó Ron que seguía intentando retener a su mascota que se retorcía como loca.

–¿Qué te ocurre, tonta? Quédate quieta... ¡Ay! ¡Me ha mordido!-

–Ron, cállate.– le susurró Hermione, Scabbers seguía intentando escapar.

–¿Qué le pasa?– preguntó Harry.

–¡Will!– Astian había visto a su gato, se acercaba a ellos
sigilosamente como si quisiera cazar algo.

–¡Ahora no, vete, Will!– le decía en un grito susurrado su dueño, pero el gato aún se acercaba.

–Scabbers... ¡No!– la rata escapó por entre los dedos de Ron, saltó al suelo y corrió, Will persiguió a la rata y Ron iba detrás, Astian no dudo ni un segundo y fue tras ellos.

–¡Ron! ¡Astian!– chilló Hermione, y salieron corriendo siguiéndolos.

–¡Lo siento, él no es así, no se que le pasa! ¿Scabbers está bien?– Ron tenía a la rata entre sus manos y Astian estaba frente a él pidiendo disculpas en nombre de su gato.

–Tenemos que irnos...– dijo Hermione jadeando por correr, pero antes de que pudieran seguir tomando aliento Ron apuntó detrás
de Astian.

–E...El.. Grimm...– Astian lo miró confundido, se escuchaban unas grandes pisadas, se dió la vuelta, se acercaba a ellos en la oscuridad un perro negro muy grande, Harry sacó su varita pero Astian le hizo frente al animal.

–¡Astian, hazte a un lado!– Gritó Harry, el perro le estaba gruñendo.

–¡No!– gritó Astian, los ojos del perro no estaban en él ni en Harry, estaban en Ron.

Ron intentó empujar a Harry cuando creyó que lo iba a atacar, el perro pasó al lado de Astian , mordió el brazo de Ron y comenzó a arrastrarlo.

–¡No lo hagas!– Gritó Astian, Harry no podía ver nada y sintió que algo le daba un fuerte golpe, tomó su varita como pudo para encenderla y se dió cuenta que estaban frente al sauce boxeador, Astian ya no estaba y alcanzó a ver como el perro arrastraba a Ron por un
hueco en las raíces pero... ¿Y Astian? No había escuchado que se transformara y volará.

–¡Ron! ¡Astian!– otra rama lo golpeó haciéndolo retroceder, podía ver la pierna de Ron que se enganchaba a una rama, un crujido rompió el aire, su pierna estaba rota y terminó de perderse dentro de las raíces del árbol.

Harry y Hermione seguían luchando contra el árbol.

–¡Ayuda, por favor!– gritaba Hermione histérica, Will salió de la oscuridad y se acercó al árbol, se lanzó a un nudo en el árbol clavándole las garras y el árbol dejó de moverse.

Algo dudosos corrieron lo más rápido que pudieron hacia el hueco, Will corrió tras ellos y se metió como si los quisiera guiar, cayeron por una rampa de tierra después de entrar, seguían a Will, ya que aún no veían ni a sus amigos ni al perro, el pasadizo se veía como si no tuviera final, ambos sólo deseaban que los chicos
siguieran vivos, dejaron de ver la cola de Will y una tenue luz se colaba por una pequeña abertura, fueron a dar a una habitación
desordenada y llena de polvo, el tapiz se caía a pedazos, los muebles estaban rotos y las ventanas estaban tapadas con madera, siguieron caminando y entraron a un vestíbulo.

El hijo de Canuto (Harry Potter y el prisionero de Azkaban versión oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora