El hijo de Canuto (Harry Potter y el prisionero de Azkaban versión oc)

CAPÍTULO 26

La despedida

Un momento después entró la señora Pomfrey de nuevo.

–¿Ya se ha ido el director? ¿Se me permitira ahora ocuparme de mis pacientes?– estaba muy enojada.

–¡ASTIAN! ¿CÓMO ES POSIBLE QUE EN UNOS MINUTOS HAYAS EMPEORADO?- la señora Pomfrey estaba sumamente alterada al ver al chico que ahora estaba verdaderamente desmayado con fiebre y un esguince en el tobillo, con la herida de la cabeza más notoria y el hombro hinchado, Harry y Hermione se miraron asustados entre si hasta que escucharon un rugido furioso de algún lugar encima de la enfermería.

–¿Qué ha sido eso?– preguntó la señora Pomfrey.
–¡Despertarán a todo el mundo! ¿Qué creen que hacen?

–Debe de haber desaparecido, Severus. Tendríamos que haber
dejado a alguien con él. Cuando esto... - se escuchaban voces y pasos apurados acercandose.

–¡NO HA DESAPARECIDO!– bramó Snape, cerca de ellos.
–¡UNO NO PUEDE APARECER Y DESAPARECER EN ESTE CASTILLO! ¡POTTER Y BLACK TIENEN ALGO QUE VER!

–Se razonable, Severus, los chicos están encerrados. -
¡Plam! La puerta se abrió de golpe. Fudge, Snape y Dumbledore entraron
a la enfermería, sólo Dumbledore se veía tranquilo, Snape estaba
completamente fuera de si.

–¡CONFIESA, POTTER! ¿QUE HICIERON TÚ Y EL MOCOSO DE BLACK?

–¡PROFESOR! – chilló la señora Pomfrey.

–Snape se razonable, la puerta estaba cerrada lo acabamos de corroborar y mira a este muchacho. – Fudge vió a Astian. –Se ve peor que hace veinte minutos, ni siquiera ha reaccionado.– decía el ministro.

–¡LO HAN AYUDADO A ESCAPAR, LO SÉ!– gritó Snape señalando a los tres chicos.

–¡Tranquilicese, hombre!– Gritó el ministro.

–¡NO CONOCE A POTTER! ¡Y ÉL ES SU HIJO!

–Ya tranquilo, Severus – Dumbledore hablaba como si intentará calmar a un perro rabioso con mucha tranquilidad. –Esta puerta
ha permanecido cerrada con llave desde que he abandonado la enfermería, hace diez minutos. Señora Pomfrey, ¿Han abandonado sus camas estos alumnos?-

–¡Por supuesto que no! ¿Acaso no ve las condiciones en las que se encuentran? ¡He estado con ellos desde que usted salió!– dijo ofendida la señora Pomfrey.

–Ahí lo tiene, a menos que crea que pueden estar en dos lugares al mismo tiempo y que... El joven Black está fingiendo, me temo que no encuentro motivo para seguir molestándolos.-
Snape tardo unos momentos, vió a todos con odio, de seguro por su cabeza pasaba el pensamiento de que debió haber lanzado a Astian al lago después de golpearlo y culpar a Sirius.

Cuando todos salieron la señora Pomfrey cerró la puerta con llave, murmurando entre dientes, enfadada volvió a su despacho.

–Bueno... Al menos el estado de Astian nos ha dado más
credibilidad.– rió en voz baja Hermione, aunque seguía preocupada por su amigo.

Se escuchó un leve gemido al fondo de la enfermería, Ron acababa de despertar, lo vieron sentarse y mirar a su alrededor.

–¿Qué hacemos aquí? ¿Dónde está Sirius y Lupin? ¿Por qué parece que a Astian lo alcanzó el sauce boxeador?-
Harry y Hermione se miraron.

–Explicaselo tú.– dijo Harry.

Los tres amigos salieron al mediodía siguiente, mientras tanto Astian seguía en la enfermería, ya estaba mucho mejor pero ni la señora Pomfrey, ni Amelia Wolfberg, ni Draco Malfoy lo dejaban levantarse.