54- El mensaje

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Clarke se había quedado impresionada del servicio, las instalaciones y las vistas de los alrededores. Habían elegido bien dónde crear los hoteles. No solo tenía los alrededores como atracción, sino también lo que ofrecen el lugar a los que vienen de visita, zonas turísticas únicas. No muchos hoteles le daban información de que hay en esas zonas, era algo gratuito para la gente que vivía por ahí.

Se pasaron todo el día tomando fotos y grabando, era muchísima la información que estaban recabando. Les llevaron a las zonas de excursión, y mañana tenían otra, eran varios lugares, por lo que en esa zona tenían que hacer 2 días.

Al terminar de hacer tanta visita ese día, fueron a descansar al cuarto de hotel que dispusieron para ellas, todo era de lujo. Eran hoteles de lujo, increíblemente impresionante. No era el mejor, pero ya lo habían visto, superaba muchísimo a ese, pero solo eran empleados no tenían ese derecho.

- Iré a nadar un rato a la piscina que tienen abajo, está climatizada será increíble en esta noche - dijo Clarke

- Es como un sueño estar aquí, son de ricachones estos hoteles, haa, como me gustaría poder rentar estos cuartos, pero no alcanza. - dijo Raven

- Oye, y si le proponemos que le baje un poco a los precios, tal vez así más gente pueda acudir a los Hoteles.

- Sería grandioso, imagínate que conozcan todo lo que hay y a bajo precio, muchísimos vendrían, quien no quisiera gozar de esto - lo dijo Raven acostada en la cama, disfrutando de su espacio y la comodidad haciendo un angelito sobre la cama.

- Si, cualquiera que conozca lo que ofrecen estaría encantado de visitar uno de estos Hoteles - agarro su toalla y se levantó - me voy, no me esperes, estaré ahí disfrutando de esa piscina - se despidió desde lejos mientras salía

Raven no le contesto solo la vio salir y se acostó boca a bajo disfrutando de la comodidad de la cama.

Fue a la piscina climatizada con su traje de baño, mientras entraba fue sintiendo lo delicioso del agua, jamás había tenido la oportunidad de estar dentro de una piscina así, no había nadie excepto el encargado de la piscina, se dió cuenta por el uniforme de los Hoteles, tenían servicio de bebidas en el área hasta las 3 de la madrugada, apenas eran las 10, pero estaba sola, imaginaba que no mucha gente estaba en él. Dió algunas vueltas, después se puso a flotar boca a arriba y pensó en Lexa, hoy era su cumpleaños y no podía hacer nada para felicitarle por su día, quería ver una sonrisa suya, esas que daba de verdad. Pero no tenía ese derecho ahora.

Después de estar flotando le vino una idea, le mandaría un mensaje pero no desde su teléfono, se daría cuánta que es ella y solo quería hacerlo y que se sintiera que pudo hacerlo ella misma. Llamo al de servicio.

- Disculpe, ¿tendrá un celular consigo?

- Claro señorita, pero también tenemos teléfonos, si gusta le puedo traer uno.

Clarke no le dejo terminar - No, no, no, solo quiero enviar un mensaje de texto, ¿Me lo presta?

- Claro que sí señorita

Clarke tomo el teléfono y escribió el mensaje "Feliz cumpleaños señorita Woods" quería escribir algo más, pero se veria demasiado, pensaría que es un acosador.

-Gracias - Le devolvió al de servicio el celular.

Siguió nadando y mirando hacia arriba, las estrellas brillaban más por esas zonas.

- Disculpa señorita, le contestaron el mensaje - le entregaron el celular otra vez.

Se emocionó mucho, y una sonrisa grande se asomo en su cara, no podia creer que le haya contestado después de tanto tiempo sin saber de ella. Tomo el celular y vio lo que le escribió.

- Gracias por los buenos deseos

No era lo que esperaba que le contestará, pero luego paso por su mente que ella no sabía quién le había mandado el mensaje, no había escrito su nombre y era mejor así, si decia quien era seguro que no le contestaría. Algo era algo y además se tomó la molestia de contestar.

Le devolvió el celular y agradeció, se seco con la toalla y fue a bañar y dormir. Mañana sería otro día y hoy al menos había hablado con ella por mensaje. Era solo una felicitación pero había habido respuesta por parte suya. Algo insignificante que le había traído felicidad.

Mi secreto, mi retoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora