63- Conociendose 2

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- ¿Quien está ganando amor? - le agarro la mano a James

- Lamentablemente aquí la señorita Woods - sonrió para todos

- Puedes llamarme Lexa, que estamos jugando. Son muy buenos.

- Ellos son casi profesionales, estuvieron en competencias - sonrió Niylah. Amor me sorprende que les estén ganando.

- Bueno, es que son muy buenos. ¿Habían jugado antes profesionalmente? - se refirió a los invitados.

- No, pero habíamos tenido entrenadores. Lexa tiene talento - sonrió Lincoln - siempre lo ha tenido en los deportes.

- Espero que no me estén dejando ganar. No me gusta que me dejen en ridículo.

- Te aseguro que no, a mi tampoco me gusta perdés - Sonrió Harry - En verdad me sorprende que nos estén ganando. Podríamos hacer esto más seguido y así podríamos mejorar. Verdad hermanito.

- Oye no mi digas hermanito, ya soy todo un adulto.

- Ya vimos que James tiene novia ¿Y tú Harry? - pregunto Anya

- No, yo tengo una prometida, ya encontré a la mujer más hermosa e inteligente que pude haber imaginado - sonrió recordando a su novia. Al parecer está muy enamorado.

- Me alegro, significa que habrá boda muy pronto.

- Si, será en algunos meses. Les haremos llegar una invitación.

- Vamos a jugar. Ya descansamos suficiente - Lexa quería ganar y ya sabía porque eran tan buenos.

Estuvieron jugando durante bastante tiempo. La jugada estuvo reñida y al final solo fueron unos puntos la diferencia. Estaba feliz, había ganado y por lo que notaba eran bueno y no les molestó que ganarán. Lincoln quedó hecho polvo, no podía más con su alma. Ella por su parte estaba cansada pero bien. El ejercicio era algo a lo que estaba acostumbrada y podía soportar un día así.

Entro a los vestidores a bañarse, necesitaba limpiar su cuerpo. Muchos entraban así que no le tomo importancia a que hubiera alguien dentro. Lo único que ella no imaginaba es que ahí estuviera Niylah. La estaba esperando fuera de su cubículo de las regaderas.

- Hola señorita Woods - lo dijo lo más seductora que pudo. Parecía un felino buscando contacto.

Lexa tenía una toalla de baño enredada en su cuerpo y estaba secando su cabello. La miro de reojo y siguió su camino hasta su casillero donde había guardado su cambio de ropa. Dejo de secar su cabello lo sacudió y acomodo. Era tan sexi su forma de ser que Niylah se perdió en la belleza de sus movimientos. Esas piernas tonificadas, brazos tan definidos.

Lexa dejo la toalla en la banca, se puso su tanga debajo de la toalla y después se quitó la toalla para poder ponerse el brazier.

- ¿Que es lo que necesita señorita Altman? - Niylah salió de su momento de en sueño viendola así.

- Quería hablar de una persona que está trabajando para usted. - se acercó más quedando a su espalda y mirando el cuello tan elegante y le hablo cerca de su oreja.

- No me gusta que invadan mi espacio personal, así que mejor mantenga su distancia.

Niylah retrocedió, al parecer no tuvo éxito en seducirla y era mejor usar las palabras.

- Bueno, es que me enteré de que Clarke Griffin trabaja para usted y solo quería advertirle de como es en realidad.

Lexa ya se había puesto el pantalón, apenas estaba poniendo la blusa por su cabeza cuando le comento eso y paso lentamente por su torso, pensando que es lo que intentaba a demás de intentar seducirla.

Mi secreto, mi retoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora