66- Con Luna

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Lexa era una mujer muy buena en el trabajo, actualizarse en lo que había pasado en la empresa fue rápido para ella, no estaba tan falta de información por pedirle a Anya que le mandara informes.

Termino dos horas antes, tenía que hablar con su prima sobre la señorita Reyes, advertirle sobre ese tema que luego le diría la misma chica.

Tocó a la puerta y su prima le dió el pase.

- Hola Lex que gusto verte por aquí - estaba feliz de que la vaya a ver y era muy raro. - ¿Y este milagro?

- Hola Anya - Sonrió y acepto el abrazo de su prima - vine por un tema que es muy importante... Y personal

- Dime, es raro que vengas así que habla - se fue a sentar en su silla y espero a que su prima hiciera lo mimos, las dos tomaron sus asientos

- La señorita Reyes te va a preguntar sobre... Sobre juegos sádicos - la miro y su prima se sorprendió pero sonrió al final

- ¿Por qué me va a preguntar sobre eso? A menos que... - la miro sería - ¿Que paso con ella?

- Entre ella y yo no paso nada, así que no te imagines cosas, ya sabes que nosotras no vamos a tomar las cosas de la otra - la miro firme, sincera y cabal.

- Entonces ¿dime cómo es que ella preguntaría por algo así y como es que tú sabes sobre eso? - estaba más calmada, había una regla entre primas, nadie toca lo ajeno si es de la familia.

- El viaje que me dió Lincoln era a una colonia que estaba cerca de los Hoteles que tenemos, entonces ella fue a visitarlo junto a Clarke. La cuestión es que yo estuve jugando con alguien ahí, que le mencionó sobre esos juegos... No dijo nombre y eso me alegra, pero le contó a Clarke que quería intentar algo así... Contigo. Así que pensó en esos clubes de ya sabes... - la miro y le asintió con la cabeza cuando Anya hizo el asentimiento al igual que ella de que sabía que clubes podrían ser - sabes que no podemos ir a esos lugares.

- Ya entendí, no te preocupes nunca iría a esos lugares, pero si quiere que juguemos podemos hacerlo, no te preocupes por ella, que yo me encargo de satisfacerla - Sonrió y se recargo en el respaldo de su asiento - ¿Pensé que no jugabas con personas desconocidas?

- No me excedí, solo fue algo básico. Y tienes razón, pero creo que el estar en terapia me está cambiando algo. Espero no sea para mal.

- No creo, te veo feliz, así que dime qué pasó con Clarke - Sonrió con complicidad

- Acepto el contrato - sonrió feliz de recordar ese beso al final - solo que tenemos que hablar con tu noviecita sobre tener discreción. Digamos que necesito que esté de acuerdo en que firme un contrato de confidencialidad

- No entiendo explícate, ¿Por qué ella debería firmarlo? - la miro con duda, solo Clarke estaba implicada.

- Son buenas amigas, viven juntas y eso interfiere en que nosotras nos veamos. Estaría detrás de Clarke preguntando con quién sale con quién va a verse y según ella no la dejaría en paz hasta saber todo.

- En eso tiene razón, es muy testaruda cuando se le mete algo en la cabeza. ¿Que tiene planeado decirle?

- No le diremos lo que hago con Clarke, solo le diremos que estamos en una relación que debe ser secreta por la sociedad y los chismes además de que Clarke es mi empleada.

- Me imaginaba que no le dirían sobre ”tus juegos" por eso la advertencia de no ir a esos lugares. Pero es buena idea ir por lo que diga la sociedad, no preguntaría. Pero... Tu tienes que ser discreta con lo que haces

- No te entiendo, siempre e sido discreta - puso una cara de duda a qué se refería su prima.

- Se que eres discreta en ocultar tus salidas, a lo que me refiero en ocultar lo que le harás - la miro sería, quería transmitirle que tenía que contenerse

Mi secreto, mi retoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora