59- Visita al médico

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A las 4 de la mañana Clarke se encontraba con un montón de marcas en el cuerpo, los ojos se le cerraban  y su respiración estaba pesada, quería dormir ya. No aguantaba más pero tenía que esperar las órdenes de Lexa, su ama.

- Vístete y ve a tu cabaña, nos veremos el Lunes - lo dijo mirándola sentada en la cama con la espalda en el cabecero y Clarke en la orilla de la cama. Tenía una sonrisa siniestra mirando cómo estaba el cuerpo de Clarke. Todo marcado con mordidas, chupadas y líneas largas de marcas de su cinturón, los pezones rojos las piernas con algunos moretones de marcas de dedos. Un completo monumento marcado por ella.

- Si ama - su voz apenas salía y miro a verla sonrió hacia ella, una pequeña sonrisa.

- Tengo que descansar, así que vete y cierra la puerta - Se metió entre las sábanas y se tapo. Cerro los ojos y espero a que ella saliera.

Clarke intento pararse la primera vez, pero su cuerpo no tenía las fuerzas. Lo logro al tercer intento, tardó más de lo que esperaba pero salió a su cabaña, esperaba no ver a su amiga despierta. No sabria que decirle así como se encontraba. Miro su teléfono y se dió cuenta de que tenía un mensaje, lo leyó y suspiro con alegría, no la veria hasta en la mañana, eso le daba tiempo a bañarse y dormir. Ojalá recuperar fuerzas con unas horas.

Al terminar y acostarse cerro los ojos y sonrió satisfecha, recordó ese verde mirándola mientras le estaba haciendo sexo oral, el sabor de su sexo, al tener el orgasmo que ella le dió. La había hecho sentir cosas que jamás imagino y volvería a tenerlo cada vez que Lexa le diera la oportunidad de estar con ella. La había recuperado. Bueno al menos la tenia otra vez cerca. Tenía que recuperar su confianza y haría todo por lograrlo, todo. Era algo que no podía entender pero sabía que si antes la necesitaba ahora no podía estar sin ella, después de todo lo que había experimentado hoy hace unos minutos. Se durmió con una sonrisa.

A la mañana siguiente sintió un movimiento en su cama y no quiso abrir los ojos estaba cansada y se tapo la cara y volvió a dormir, no hubo más movimiento. Después de un rato alguien la sacudió de repente asustando el sueño.

- Vamos que se nos hace tarde, eres una dormilona - Raven la sacudió. Ella no sabía paso una noche muy buena y dura.

- Yaaa, ya déjame dormir tengo sueño - se volvió a tapar y se quejo, el cuerpo le dolía como no tenía idea.

- Hey tu dormiste muy temprano ¿y tienes sueño?, ¿Estás enferma? - Raven le quitó la sábana que tapaba su cara y tocó su frente - No tienes calentura, ¿Que tienes? Vamos dime, ¿Quieres que llame a un Doctor?

- Noo - Dijo asustada, no quería que vinieran y la checaran que estaba toda marcada y que tenía sueño después de una sesión de 3 horas de sadismo en una cabaña con su jefa. - Creo que me tomé muchos cócteles ayer y me cayó pesado.

- Pero casi ni tomaste nada cuando te Vi, además desapareciste ¿Dónde estabas? - La miro intrigada.

- ¿Hee?... yo... fui al baño y no te encontré cuando regrese, y seguí tomando con un señor que estaba platicando conmigo.

- Ah, si recuerdo que estabas platicando con alguien, era una pareja ya de edad, me alegro que te hayas hecho amiga de ellos - Sonrió pícara - yo me hice muy buena amiga de una guía, la pasé increíble, no sabes que cosas hicimos y lo que me contó que ha hecho.

- Que bien, pero me dijiste que ya era tarde, ¿Para que?

- Tonta es verdad vámonos, tenemos que alcanzar un vuelo, dijiste que debíamos irnos temprano así que tenemos 2 horas para que despegue el avión. Date prisa, ya recogí todo solo faltas tu. Me iré a despedir tu báñate y te espero afuera.

Mi secreto, mi retoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora