𝐌𝐚𝐪𝐮𝐢𝐚𝐯𝐞𝐥𝐢𝐜𝐨 - 𝚃𝚘𝚖 𝙺𝚊𝚞𝚕𝚒𝚝𝚣

El poder que está en mi mano

TOM

Levanté la cabeza y me llevé una mano a mi cuello dolorido por dormir sentado en una silla y la cabeza apoyada en la camilla de Blair.
Mis ojos empezaron a enfocar y fue ahí cuando me di cuenta que mi otra mano estaba agarrada a una de las de Blair.
Mi mirada subió hasta su rostro despierto.

¿Despierto?

—¿Blair?—Pregunté confuso.

—No entiendo nada, no se que hago aquí y tampoco sé que haces aquí.—Soltó su mano de la mía.

Su carita tenía algo más de color pero se veía débil, muy cansada y bastante confundida.

—Tuviste un accidente. Alguien intenta hundirte. Atacaron todas tus fuentes de ingresos y luego sobornaron a alguien para que se suicidara para matarte pero no lo consiguió.

—¿Qué? ¿Todo mi trabajo y el de mi padre se ha ido a la mierda? ¿Y qué cojones haces tu aquí?

Suspiré.

—Pensé que nuestra pelea en el faro se había solucionado.

—¿Qué faro? Tú y yo somos enemigos, si no has venido para acabar con mi vida no lo entiendo. ¿Descubriste mi plan y por eso me atacaste?

»Seguramente cuando se despierte experimente pérdidas de memoria que a poco irá recuperando.«

Cerré los ojos por un momento intentando calmarme. No sabía como explicarle todo, solo sabía que no debía agobiarla demasiado.

—Blair tú ahora mismo me odias pero necesito que me escuches—Asintió con la cabeza—Tuviste pérdidas de memoria por el accidente. Estamos a veintiséis de Junio tu plan falló hace cinco días atrás.

—¿Qué más pasó?

—Nos acostamos—ella puso cara de terror—Dos veces. Estamos en una especia de guerra y pierde quien se enamore primero—Sonreí de lado al recordarlo.

—Eso me suena de algo—Sonrió.

—Me alegra eso y agradezco que aunque no recuerdes nada no te hayas puesto a gritar como una loca al verme. Yo no fui quien ocasionó esto, intento averiguar quien es el culpable y mientras tu estés aquí intentaré mantener tu imperio. Lo prometo.

—¿A qué te refieres con mantener mi. imperio?—Frunció el ceño.

—No quiero destruirte, no quiero verte convertirte en la nada. Pienso apropiarme de tu imperio hasta que tu vuelvas y no haré nada que tu no me permitas hacer.

—Acércate.—pidió.

Cumplí su deseo y me incliné hacia delante para que nuestras caras estuvieran muy cerca.

—Has perdido—Susurró.

—¿Qué quieres decir?

—El trato, Tom Kaulitz no haría eso por nadie. Gané.

Blair me dio un casto beso en la mejilla que me hizo estremecer.
Mi mente sabía que ella tenía razón pero por alguna extraña razón no podía decirlo en alto. quería decirle que sí estaba enamorado, que quería todo lo bueno para ella.

—Que tontería—me aparté—lo hago para que el juego no se termine, me di cuenta después de matar a tu padre.

—Fuera.

—No me da la gana.—Me crucé de brazos.

—Hazme lo que te de la gana pero a mí padre no le menciones.

—Me mantendré callado por ahora.

Ella asintió cerrando los ojos y respirar.

—Tengo hambre.—Soltó.