Era lunes, recién todos los cursos habían entrado del recreo volviendo a sus respectivos salones. Excepto un rubio alto, que se dirigía hacia el salón del chico que según él, iba a aclarar todas sus dudas.
— Kang! — gritó una voz masculina pero armoniosa — Vení un segundo.— Kang y sus amigos que se encontraban sentandos en sus respectivos asientos del salón al oír esa voz alzaron la vista.
— Primero lo primero," Tenés un momento para hablar?" ¿Qué es eso de llamarme cómo si fuera tu perro?— El más bajo no dejó ni hablar a Huening cuando ya le estaba diciendo esto al salir del salón de clases.
— Ya quisieras.
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— ¿A qué venías, Huening? Mi clase está por empezar.
— Tu profesora de inglés no viene, así que me vas a escuchar.
— No puedo, tengo que entrar...— el pelirrosa terminaba de pronunciar cuando el más alto lo tomó de la muñeca y casi arrastrándolo, lo metió al baño deshabitado, para así poder hacerle su pregunta.
— Huening, ¿qué querés? ¿Por qué me traes acá?
— Porque necesito preguntarte algo... — dijo el rubio casi matando a Taehyun de nervios por la poca distancia a la que se encontraban.
— Está bien... pero alejate de mí, p..pobre.
KAI hizo una pausa un poco larga y luego le preguntó: — ¿Anoche tuvimos relaciones?— dijo sin rodeos, dejando a un Taehyun perplejo.
— ¿Q.. QUÉ?
— Contestame Kang — rogó el rubio, un poco espectante. Mirando fijamente a los ojos del más bajo que se encontraba pequeño en la esquina del baño casi como si estuviera siendo intimidado.
Taehyun se había tomado unos minutos para pensar. La pregunta de Kai lo había dejado sin palabras, luego le hizo sentir un dolor en el estómago. Mientras pasaba de enojo, confusión y ganas de contestar mal, terminó pensando una mejor respuesta... En su cabeza era la mejor para molestar a Huening.
— ¿Por qué Hueningnnie~? Acaso no recordás lo qué hicimos esa noche?— contestó Kang con una voz aguda fingida pero coqueta, tomando el cachete de el más alto y pellizcandolo. — muy mal ehh!!!
Ahora era Kai el que se sentía pequeño ante aquél tacto. Kang lo empezaba a hacer sentir "un poco raro".
Cuando se le acercaba al más bajo, sentía su cuerpo sudar y empezar a temblar junto a los latidos de su corazón acelerados. —No me cambies de tema, Kang. Contestame y te dejo ir.
— Huening, yo no me acostaría con vos. No me gustan las personas como vos, te recuerdo.
— Y sí no te gusto... ¿por qué te quedaste conmigo el día de la fiesta?
