Diecisiete

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Hyunjin estaba helado, sentía como si el mundo se hubiera detenido justamente en el momento en que abrió la puerta.

Jisung miraba su teléfono distraidamente, tal vez esperando respuesta de Hyunjin. No miraba aun a Hyunjin, pero sabía que era cuestión de segundos para que lo hiciera.

Y fue así. Al no responderle, Jisung lo miró. Al notar su rostro lleno de pánico, el alfa frunció el ceño.

Fue a abrir la boca para preguntarle que sucedía, pero no lo hizo.

Fue en segundos, que su mirada bajó hasta su vientre y su rostro de repente cambió.

—Oh Dios —exclamó haciendo que Hyunjin saliera de su ensoñación, su cuerpo temblando totalmente ante la presencia de Jisung. Jamás había temblado de esa forma con él— Oh Dios —volvió a exclamar. Hyunjin sabía que debía responder antes de que Jisung hiciera un alboroto en su puerta.

—Puedo explicarlo.

—Oh Dios —exclamó el alfa aún en shock, su mirada atenta al vientre de Hyunjin como si fuera lo único que podía ver.

—Jisung, entra y te explico, por favor —Hyunjin estaba suplicando en este punto, su voz estaba temblando y tenía ganas de llorar. Quería decirle a Jisung, no que lo supiera de esta forma. Estaba aterrado que Jisung no quisiera escucharlo y se fuera para no volver a hablarle.

Sin embargo, el alfa pareció recomponerse y mirarlo, luego mirar su vientre y volver a la cara de Hyunjin.

—Necesito una buena explicación —y entró al apartamento. Hyunjin cerró la puerta y suspiró. Respiró por la boca tratando de calmarse, podía sentir el pánico inundando sus venas. Caminó hasta el sofá donde Jisung estaba sentado frunciendo el ceño. La comida totalmente abandonada en la mesita

Estaba molesto.

Y Hyunjin lo comprendía.

Se sentó en el otro extremo del sofá mirando a Jisung.

—Estás molesto —comenzó Hyunjin.

—No estoy molesto —interrumpió Jisung con brusquedad. Luego suspiró—. Bueno, sí estoy un poco molesto.

Hyunjin suspiró. Sabía que tenía que explicarle pero nada salía de su boca.

—Planeaba decirte —dijo.

—¿Cuándo? ¿Cuando ya no pudieras ocultarlo más? —exclamó. Hyunjin cerró los ojos y trató de no encogerse. Se repetía en su mente que Jisung no era como los demás alfas. Se repetía en su mente que estaba a salvo. Pero estaba aterrado. Entendía la furia de Jisung pero eso no significaba que le gustara que fuera dirigida a él.

—Cuando me sintiera listo... Y tú no tuvieras nada. Yo... Temía hacerlo porque no sabía cómo ibas a reaccionar.

—¿Cómo crees que uno reacciona al enterarse que su novio está embarazado? —Hyunjin hizo una mueca— ¿Por eso ese imbécil te busca? —Hyunjin miró a Jisung ¿Creía que el cachorro era de Jiho?

—¿Qué? ¡No! —exclamó—. Jiho no es... no lo veía desde hace cuatro años, no me acosté con él hace poco, yo... Fue una aventura de una noche a mitad de octubre. Cuando nos conocimos yo tenía ya dos meses de embarazo.

—Por eso trabajas con Chan Hyung —Hyunjin asintió—. No sé qué decir, Hyunjin. Esto es demasiado para procesar —Hyunjin pudo notar que Jisung estaba secando sus lágrimas.

—¿Estás llorando?

—¿Cómo esperas que reaccione entonces? —exclamó— ¿Quieres que me ponga furioso como un alfa obsesivo porque el omega que amo está embarazado?

Solo era diversiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora