Once

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Advertencias: SEXOOOOOOOOOOOOOOO

(Y al final un ataque de pánico)


Despertar en los brazos de Jisung iba a ser una experiencia de la que definitivamente Hyunjin se iba a acostumbrar.

Ya era la segunda vez que lo hacía, solo que esta vez podía disfrutarlo más, sintiéndose pequeño entre los brazos del alfa. Se había aplicado el bloqueador tarde, así que aún tenía por lo menos dos horas más de duración y luego se lo volvería a aplicar. El pecho del alfa ascendía y descendía con lentitud y su aroma estaba volviendo loco a Hyunjin.

En verdad no podía con la necesidad que tenía de hundir la nariz en el cuello de Jisung y mordisquear la piel. Dejarle pequeñas marcas así como Jisung había marcado sus muslos.

Quería marcar a Jisung, hacerlo suyo y demostrarle a los demás eso mismo. Que Jisung era suyo, solo suyo.

De nadie más.

No quería dejar ir a Jisung, pero su vejiga no colaboraba así que se tuvo que desenredar para ir a orinar.

Se desenredó de los brazos del alfa que aún estaba rendido y se levantó con las piernas temblorosas. Se miró en su espejo. Sus muslos estaban llenos de marcas. Marcas que Hyunjin presionó haciéndolo sisear ante el delicioso dolor que le provocaba.

En su camino hasta el baño, se quedó estático al notar algo que, aunque a simple vista no se notaba, arruinaría por completo todo.

Hyunjin se acercó un poco apresurado, mirando por encima de su hombro a Jisung todavía dormido, por suerte ahora de espalda a Hyunjin y tomó los pequeños zapatos amarillos de bebé y los guardó en el fondo de su closet. Suspiró y de camino al baño, volvió a mirar a Jisung quedándose unos minutos más mirando la ancha espalda del alfa.

Le gustaba esa vista.

.

Después de una ducha, Hyunjin decidió salir a la cocina a preparar el desayuno. Jisung dormía todavía como un tronco, Hyunjin le sonrió al pasar, sabiendo lo agotado que debía estar el alfa por todo el trabajo duro que había estado haciendo.

Preparó en silencio algo sencillo para desayunar. Kkami se le pegó al rato, haciendo pequeños ruiditos para pedir desayuno.

—No te he olvidado —dijo Hyunjin con una sonrisa tomando el plato de Kkami y llenándolo de alimento.

Continuó preparando los sandwiches cuando unas manos envolvieron su cintura y una nariz se acercó a su cuello (Por suerte Hyunjin se había retocado el bloqueador)

—Buenos días —murmuró Jisung. Hyunjin sonrió.

—Buenos días —Jisung se separó, tomó la barbilla de Hyunjin y le hizo girar un poco el rostro para darle un apasionado beso en los labios. Hyunjin degustó el beso.

—Podría vivir esto por siempre —susurró. Jisung volvió a sonreír. Se siguieron besando suavemente, las manos de Jisung acariciando su cintura provocando un ligero temblor en Hyunjin. Los labios se dirigieron a su cuello y Hyunjin sabía que si no detenía a Jisung, terminarían follando en la cocina.

Pero no quería hacerlo.

Estaba tan caliente que quería follar con Jisung en todos los lugares de este apartamento.

—Tenemos que hablar —murmuró Jisung y Hyunjin sintió miedo. Se sintió aterrado que Jisung le dijera que todo esto era un error.

Trató de calmar el miedo que comenzaba a surgir en su pecho y bajar el nudo en su garganta.

Solo era diversiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora