Trece

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El aroma de Jisung era más fuerte en su nariz. Hyunjin no se había dado cuenta que se había quedado dormido durante el resto del día hasta levantarse hinchado en ese momento. Abrió los ojos para ver el pecho de Jisung ascendiendo y descendiendo.

Se sintió mal, sabía que Jisung estaba ocupado terminando de planear su comeback como para que Hyunjin lo molestara. Pero también se sentía egoísta, acurrucándose más en el pecho del alfa con su Omega ronroneando mío mío mío.

Luego, el peso de la realidad cayó en él y recordó porque estaba en casa y en su nido. Su cuerpo tembló al recordar a Jiho llegando a la cafetería de Chan. Recordando cuando el hombre puso sus sucias manos sobre la mandíbula de Hyunjin.

Sintió que estaba por darle otro ataque de pánico.

—Hey, bebé —llamó Jisung colocando suavemente el rostro de Hyunjin en su cuello. Las feromonas tranquilizantes que expandió Jisung hicieron que Hyunjin se relajara. Sus brazos se envolvieron en la delgada cintura del alfa. Pequeños besos fueron repartidos en todo el cabello de Hyunjin—. Estoy aquí, cariño. Aquí estoy.

—Volvió —murmuró Hyunjin, su voz temblando—. Mi ex volvió y estoy aterrado porque sabe dónde estoy.

—Minho hyung me lo dijo —dijo Jisung—. Vine corriendo al saber que tuviste un ataque de pánico —Hyunjin restregó su nariz contra el cuello de Jisung.

—No quiero que te regañe tu manager porque me estás cuidando y no haciendo tu trabajo.

—Ya he terminado, no te preocupes.

Se quedaron un poco más en silencio, simplemente existiendo en la misma habitación. El aroma de Jisung inundando completamente todo.

—Nunca te dije lo que me hizo.

—No tienes que hacerlo. Que hayas tenido una reacción así solo con mirarlo me hace imaginar que no fue nada bueno lo que te hizo.

—Me siento sucio.

—¿Hmm?

—Me siento sucio porque me tocó la mejilla.

Y no pudo evitar soltar todo. Derramar todo como si fuera vómito. Hyunjin lloró, contándole todo. No solo lo del mirador. Contándole incluso la forma en que el alfa lo trató antes.

La razón por la cual no confiaba tanto en los alfas y les tenía miedo.

Expresándole todos sus miedos y temores.

Jisung solo escuchó acariciando sus mejillas y Hyunjin cerró los ojos. Porque las caricias de Jisung quemaban tanto y eran deliciosas. Y borraban las manos de Jiho que Hyunjin sentía marcadas en su piel.

—No me importa dónde, te voy a proteger —dijo Jisung secando las lágrimas de Hyunjin con sus pulgares—. Y sabes que no soy el único. Todos tus amigos lo hacen.

Hyunjin asintió.

—Bésame, por favor —lloró.

Jisung lo hizo.

.

Hyunjin se apoyó en el brazo de Jisung mientras sus amigos terminaban de acomodarse en su sala de estar.

Las cajas de pizza estaban ya casi vacías y Hyunjin sabía que esa reunión improvisada tenía algo que ver con lo sucedido esa mañana.

Y se dió cuenta claramente cuando Minho se levantó.

—Bien —exclamó llamando la atención de todos—. Ya todos están al tanto de lo sucedido esta mañana. No todos conocen la historia, pero estamos lidiando con un tipo peligroso que es capaz de hacerle cualquier cosa a Hyunjin así que tenemos que cuidarlo.

Solo era diversiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora