Dieciséis

657 81 21
                                    


Hyunjin sonrió cuando Chan volvió a colocar el álbum de Jisung por el reproductor de la cafetería. Tarareó una de las canciones mientras preparaba los batidos que el grupo de chicas le había pedido.

El álbum de Jisung había salido el día anterior y Hyunjin lo había amado como nunca.

Le encantaba la música que hacía Jisung, la pasión que el alfa colocaba en cada sonido. Lo había visto trabajar tan duro, y ese trabajo estaba dando sus frutos.

La tienda se estaba llenando más, así que Hyunjin salió de la barra a llevar los batidos a las chicas mientras Yeonjun atendía a otros clientes.

Cuando llegó a la mesa, sonrió al ver su diseño en las manos de ellas. Al parecer eran fans de Jisung que estaban reunidas abriendo sus álbumes.

—Me encanta que aquí pongan a J.One —dijo una. Las otras cantaban las canciones mientras veían las photocards. Hyunjin había recibido las fotos de Jisung hace unos días por mensaje.

—Estoy maravillada con la portada. El artista que la hizo es magnífico —dijo otra. Aquello hizo regodear a Hyunjin, su nombre obviamente aparecía en los créditos del arte pero nadie debía saber que era él. Dejó los batidos en la mesa y, aún escuchando a las chicas cantando se acercó a la barra nuevamente a terminar los pedidos.

Cuando la hora fuerte acabó, Hyunjin tuvo tiempo de tomar su teléfono y leer los mensajes de Jisung.

Jisung:

Estoy nervioso. Hoy es la pregrabación de mi primer show musical.

¿Y si no lo hago bien?

Yo:

¿ya estás allá?

Jisung:

Es dentro de una hora.

Yo:

Tenme una entrada. Iré a animarte ahora que salga

del trabajo.

Jisung:

Bebé, no es necesario.

Yo:

Yo decido lo que es necesario.

Iré.

Estaré allá en dos horas, no pasas tú enseguida ¿no?

Jisung:

No. Soy el décimo.

Yo:

Estaré allá.

—Hoy me iré más temprano, Yeonjun —dijo Hyunjin bajando su teléfono. El cierre lo haría Chan sin problema alguno. El chico asintió.

Hyunjin subió el volumen de la música.

.

Hyunjin tuvo la suerte que el hoddie todavía cubriera lo suficiente de su vientre, así que todavía no tenía que preocuparse por decirle a Jisung cuando llegó.

Jisung lo esperaba en la entrada trasera con una tarjeta de invitado. Hyunjin no lo hizo esperar más. Llegó y cuando entraron, le dió un beso largo que hizo que todos los nervios del alfa se relajaran.

—Vamos —dijo tomando la mano del alfa y llevándolo al baño. Tenían suerte que era de una sola persona así que Hyunjin lo cerró detrás de él y no esperó hasta arrodillarse frente a Jisung.

Solo era diversiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora