Blanco

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La alarma de mi reloj me despertó, eran las 5:00Am y todavía se sentía el azote del viento en las afueras de la cueva.

- ¿En qué momento armé la carpa y encendí la linterna?

- ¿Cómo bloqueé la entrada con otra lona?

- ¿De dónde salió la otra lona?

La verdad no importaba, estaba a salvo del azote del frio en las afueras y pude calentarme dentro del carpa y abrigarme bien, aún estaba dudoso de cómo fue que avancé tanto ayer en un parpadeo, lo malo de mi situación actual es que el mapa no mostraba nada de esta senda, de hecho no marca el camino, por lo cual el mapa es inútil a estas alturas, aunque quizas no fuese del todo el caso, el camino va a la par del camino publico pero no es mostrada, quizas pueda guiarme un poco del mapa si los caminos van en paralelo.

- Buena idea Sherlock

- Gracias Watson

- ¿Empieza a ser extraño hablar contigo mismo?

- Ya lo hacía antes de venir a este sitio, solo que aquí se incrementa la necesidad de hablar para no perder la poca cordura que me quedaba.

- ¿Quedaba? Estas hablando en pasado.

- ¿Lo hago o hice?

- Te estas confundiendo Dan.

- No lo sé Montenegro.

- ¿Te gusta el apellido cierto?

- Me hizo feliz hacerlo mío.

- ¿Es momento de seguir avanzando?

- Déjame dormir otro poco.

- ¿En serio no te has dado cuenta?

- ¿De qué?

- Ya estás en la nieve, llevas subiendo unos 20 minutos.

El comentario me trajo a la realidad, el viento se había calmado, el sol estaba haciendo su trabajo de dar calor, sacudí mi cabeza en busca de agudizar mis sentidos, se supone que estoy subiendo ¿Por qué veo que estoy bajando?

- ¡Detente!

- ¿¡Qué sucede!?

- Hay un acantilado a la izquierda, ve a la derecha.

Caminé hacia la derecha y sentí que caía, pero hacia arriba, mi instinto me hizo extender la mano hacia la derecha y sentí que estaba aferrado a algo, cerré los ojos y pude organizar las ideas en mi cabeza, sentía mucho calor, casi como si me estuviese quemando vivo.

- Usa ambas manos para subir y luego reanuda el pasó.

Con mis sentidos invertidos tuve hacerlo a la inversa, en vez de impulsarme hacia arriba lo hice hacia abajo, recostado boca abajo en la nieva mis sentidos regresaron a estar en orden, no sabía que pasaba, pero si me levantaba, mis sentidos volverían a fallar, algo en esa montaña me estaba afectando y no se me ocurría que podía ser. Pude vislumbrar el camino, no había casi viento, no hacia tanto frio y por dentro de la ropa me sentía cálido, reanudé el camino a rastras por el sendero, sentía el cuerpo todavía más cansado, estaba agotado, pero conservaba mi orientación en buen estado, adelante había otra saliente que al parecer tambien mostraba otra cueva. Esta montaña tiene demasiadas salientes y demasiadas cuevas, para mi situación actual no puedo quejarme de tan buena suerte para resguardarme. Me levanté e inhalé profundamente el aire fresco, quería descansar, no reconocía el estado de mi cuerpo, prefería descansar y reponerme, solo di unos pasos para llegar y caí de frente a la entrada de la cueva, pensé en estirar mis manos hacia adelante para amortiguar el golpe, sé que lo hice, pero sentí un fuerte impacto en mi pecho y una presión en mi espalda ¿Por qué mis brazos están estirados hacia atrás? ¿Otra vez esto?

Danza entre la vida y la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora