Climax de la guerra II

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     La pelea seguía, constante y ardua, Mei y yo dando vuelco a todos los esfuerzos de Raíz por controlar el valle, los dragones de luz y obscuridad bajaban en picada hacia nosotros, cuando que nada podría ponerse peor, nos estaban presionando poco a poco mientras que Raíz trataba de usar las esporas en sus ropa contra nosotros, con detección pudimos analizar las esporas y evitar que con el viento y tanto movimiento llegara hacia nosotros, hicimos retirar a Ostus y Zarofan que podrían ser en medio de la pela por tratar de salvarlos a un ritmo tan acelerado, el primigenio de la obscuridad emergió abruptamente de la tierra, sacudiendo todo el valle, dirigió su mirada hacia el Oeste y fue a toda velocidad hacia él, destruyendo todo lo que tenía a su paso a causa de sus dimensiones, poco tardó el dragón progenitor del Oeste en recibir su ataque, como viendo a su padre, incapaz de hacer un ataque en contra de él, mientras que el primigenio de la luz descendió, deformando los cielos en dirección al Este para encontrarse con la progenitora, la batalla fue impresionante, como una hija viendo llegar a su madre, amistosamente a la vez que su madre no tiene buenas intenciones, al principio los progenitores dudaron en atacar a sus antecesores, pero la duda se dispersó en ellos, las sombras del primigenio se dirigieron al progenitor en busca de someterlo, pero este no se dejó, las llamas infernales de este monstruo dieron pelea, arrasando todo a su paso, deformando por el calor las tierras frente a él, al Este, mientras una de luz era emitida por el primigenio, una onda dio pelea en respuesta, obligando al dragón de luz a darlo todo en el ataque, ninguno de los dos cedía un solo paso, la diferencia en cada combate eran los dragones a su alrededor, mientras los primigenios y sus del mismo elemento estaban siendo controladas por Raíz, los progenitores y sus hijos daban pelea, cuidando de no dañarlos y de conservar el valle lo mejor posible, incapaces de darlo todo contra quienes les habían dado la vida, la pelea se intensificó cuando los dragones de luz y obscuridad empezaron dar batalla a los dragones que en el valle, todo esto mientras Mei y yo con Raíz mientras era custodiado por crías de luz y obscuridad, manteniendo a salvo los huevos que Raíz intentaba destruirlos a sabiendas que de uno forma o de otra, daño en el proceso, era casi imposible de mantener el ritmo, de luz, sombras tratando de , pequeñas espinas luminosas se clavaban en nuestros cuerpos mientras la pelea avanzaba, parecía no tener fin, una lluvia de ataques se vio venir hacia nosotros en una gran y extenso radio, los huevos saldrían afectados por eso, Mei extendió una barrera a lo largo del campo de ataque mientras levantaba picos de hielo para mantener a los dragones alejados de las crías, parecía no importarles, más nos dolía a nosotros hacerles daño que a ellos recibirlo, que acabar con Raíz si queríamos para estar barbarie, Mei podría detener el tiempo, pero aun con sus fuerzas renovadas, le costaría mucho poder y si no rematarlo en ese momento, nos costaría demasiado pelear contra él con ella si sus fuerzas, mis golpes y sus patadas desviaban a os dragones, , reduciendo el de enemigos de los cuales nos que cuidar ante tanto conflicto, Zarofan y Ostus regresaron cuando pensamos que la situación no podía ponerse peor.

de aquí - Mei deshaciendo el escudo que nos cubría.

- Con nuestros hijos aquí no podrán pelear como es debido - comentó Zarofan con un azote de su cola al suelo, arrojó una roca que desvió a tres dragones que venían en picada hacia nosotros.

- Por favor, necesitamos alguna forma de llevarnos los huevos – Ostus frente a nosotros de las de luz y las sombras que venían por nosotros.

- Mei, .

- Entendido.

Con fuertes corrientes de viento emitidas por ella para desviar a nuestros enemigos, pude tener el tiempo suficiente para juntar con mis sombras los huevos y hacer un recipiente que ellos podrían llevarse con todos los huevos. de agradecernos y por muy poco, pudieron marcharse, yo no podía responder a los ataques porque debía mantener mi creación el tiempo suficiente para que pudieran poner a los huevos a salvo, cosa que Raíz aprovecho para presionarnos más con todo lo que tenía que durar uniendo mis manos, Mei contuvo los ataque los mejor que pudo, pero esta vez nos tomó por sorpresa, sus enredaderas me tomaron por una pierna, de Mei a gran velocidad, apenas y podía mantener mis manos juntas, la presión, los golpes y los ataques que me asestaban los dragones causaban un daño brutal debido a que no podía defenderme, las enredaderas firmes en mi pierna me azotaron de golpe contra el suelo mientras que veía a Mei tratando de ayudarme mientras contenía a los dragones sin dañarlos, que es pelear protegiendo a alguien, justo estaba por desvanecerme en la

Danza entre la vida y la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora