Descanso

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- ¿Cómo te sientes Mei? - ya con los pies en la tierra.

- Burlada ¿Cómo más me voy a sentir si estuve peleando contra un clon?

- Bueno, pero no tienes que sentirte de esa manera, era igual de fuerte, no te preocupes.

- Para rematar, él que estaba peleando contigo estaba de igual a igual contigo.

- La verdad es que no, no creo que él allá sido el original tampoco, aunque vi la sangre, no pude revisar su cuerpo para saberlo, cayó a las llamas que estaban debajo.

- Habrá sido calcinado hasta las cenizas.

- Es probable, pero no estoy tan seguro, puede que el original nunca haya aquí.

- No me hagas pensar demasiado que estoy cansada.

- ¿Existen plantas que absorben , clonan a sus y pueden adaptarlos para igualar fuerzas?

- Si, en este mundo si las hay ¿Por qué preguntas?

- Yo no lo sabía.

- Vale, entiendo pero ¿A quieres llegar con eso?

- Pues que le dije él que esas plantas existían y que por eso él podía usar mi poder e igualar mi fuerza.

- ¿Entonces me diciendo que dijiste todo eso adivinando?

- Pues sí, , al ver que confirmo lo que dije, me sostuve de allí.

- Tiene sentido que usara eso para pelear con nosotros, pero me parece muy de tu parte decir esas cosas sin siquiera conocer su existencia.

- ¿Qué te puedo decir?

- Eso fue demasiado incauto de tu parte.

- No es como si el pudiera conmigo.

las cuchillas de ti ¿Verdad? Pues al parecer descifro un poco de ese poder.

- Eso explica muchas cosas con respecto a todo esto.

- Pues la verdad si, ahora estoy tranquilo, sabiendo que Obscuridad no le dio de su poder.

- ¿Entonces como funcionaban las plantas y las masas?

- Lo que puedo pensar es si alimentaba a sus creaciones con la de un portador, pero él no tenía ese poder.

- Entonces es un humano con magia, astuto, que puede incluso nuestros poderes adaptados para acá y usarlos en nuestra contra.

- Es lo parecido a él, se podría decir.

- Necesito vacaciones...

- Al menos ya terminamos aquí - llegaron Ostus y Zarofan,

- De verdad que ustedes son unos monstruos.

- Cuida tus palabras Zarofan, soy una bella y delicada dama.

- No te pero eres todo menos una delicada dama.

- Alguien quiere que le arranque sus escamas una por una ¿Verdad? - le increpó Mei, clavando sus ojos en él.

- Perdón...

- Javier, me alegra ver que estas bien, seguramente mi padre estaría feliz de agradecerte con alguno de sus tesoros.

- ¿A se refiere con su padre?

- Ostus es hijo de Argos, me lo dijo cuando fuimos hacia el Oeste – Mei se de golpe para tomar la pata derecha de Ostus.

Danza entre la vida y la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora