Un día normal III

1 0 0
                                    


Solo un segundo, estuvimos a un solo segundo de volar en pedazos, solo un segundo fue la diferencia entre una ciudad prospera y hermosa, y lo que pudo haber sido un ardiente y radiactivo. Encontrarnos con una bomba de hidrogeno en un mundo donde esa tecnología no existía era algo , imposible de creer y aun así la en frente, las dudas en momentos cruciales pueden hacer la diferencia.

- Justo a tiempo...

- Nos salvaste a todo cosita...

- Buen momento para poder controlar el tiempo a voluntad...

- Tienes toda la razón...

- ¿Qué hacemos con esta cosa?

- Yo me encargo de eso.

- Espero puedas dejarla en sitio donde no tenga repercusiones.

- En algún punto muy del espacio o cerca del agujero negro masivo.

- Me parece buena idea.

- Desgarro – esta vez la abertura era de gran tamaño, el suficiente para que pudiera pasar la bomba sin problema.

ahora.

- Enseguida – Javier empujó la bomba lo más lejos de la brecha y la cerró.

- Bueno, tenemos un problema resuelto, ahora solo nos queda averiguar fue que esa cosa llegó hasta aquí, porque eso no tiene ningún sentido, agregando que era conocimiento de nuestro mundo.

- La verdad no se me ocurre nada, por los momentos solo tenemos que reportar lo sucedido y evitar alertar a alguien sobre esto, no tiene ningún sentido.

- Estoy de acuerdo, de momento vamos a la superficie para hablar con los exploradores y comunicarles que no encontramos nada en este lugar.

- ¿No crees que se les va a hacer raro no encontrar nada tras esas puertas con inscripciones que nadieentiende?

- No sé idea tienes al respecto para solucionar eso, prefiero no decir nada del tema.

- Debemos decir que había algo.

- Creo que es mejor decir que había pero nos equivocamos y el mecanismo lo destruyó.

- Eso arruinaría por completo mi reputación y renombre.

- Y me vas a decir que tu piensas que eso es importante.

- A diferencia de ti, señor quejumbroso, yo si tengo una reputación y un renombre que mantener intactos, a diferencia de los tuyos.

- ¿Yo tengo esas cosas?

- Todos lo tienen en algún momento.

- Bueno, como a eso no me importa, tiene sentido que no le preste atención.

- Bueno, dejemos el tema así.

- ¿Cuáles son los ?

- ¿No se supone que me acabas de decir que eso no te interesa en lo más ?

- Ay deja tus , te pregunto por curiosidad, no porque me interese, no voy a cambiar mi modo de vida por lo que dirán de , ni hoy, ni mañana, ni nunca.

- Bueno ya, señor sensible, te llaman calamidad, porque siempre causas un caos donde sea que estes.

- Eso no es cierto.

- ¿Qué fue lo que pasó en el transcurso de la mañana?

- Pero es que eso no es siempre, eso es a veces.

Danza entre la vida y la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora