Es un sábado por la mañana y mi padre y yo nos vamos a pasar el fin de semana en el chalet de mi mejor amiga Laura y con su padrastro. Sus padres están separados desde hace 10 años y ahora ella vive con su madre y su padrastro. La verdad es que son muy majos los dos. Camino del chalet vamos escuchando a Melendi "Lágrimas desordenadas" , y vamos cantando a todo pulmón hasta que llegamos a la entrada. Una vez allí se abren las enormes puertas, y seguimos conduciendo hasta llegar a la puerta principal del chalet, donde Laura y Alex nos esperan. Yo me llamo Noa y mi padre Santiago. Al llegar a la puerta mi mejor amiga viene corriendo a saludar como una loca, pero como es así de torpe, se tropieza y acaba besándome. Ambas nos reímos y nos saludamos con más tranquilidad. La verdad es que yo siento algo más que una amistad con Laura, y sé que ella siente lo mismo. Hoy hace mucho calor y Laura y yo decidimos darnos un baño en la enorme piscina del chalet. Vamos juntas al cuarto de baño, que es bastante espacioso, y nos empezamos a cambiar la una enfrente de la otra. Yo me sonrojo al ver su precioso cuerpo, sus pechos redondos y carnosos y sus pezones rosados. Intento disimular y cuando nos hemos cambiado, nos vamos corriendo a la piscina cómo dos niñas chicas. Yo llevo un bikini rosa fluorescente y ella uno azul con flores blancas. Nos lanzamos a la piscina agarradas de la mano y nos divertimos mientras nuestros padres miran y se toman una cerveza. Pasan los minutos, y cuando nos damos cuenta ya es la hora de comer. Al salir del agua pegamos un chillido ya que nos estamos congelando. Nos abrazamos la una a la otra cuando mi padre nos da una toalla enorme donde cabemos las dos. Vamos todos a comer una rica tortilla de patatas y unos filetes empanados riquísimos. Al terminar de comer mi mejor amiga y yo nos vamos a dormir a la misma habitación, mi padre a una diferente y Alex a otra que por desgracia está al lado de la nuestra. Ya es la hora de la siesta y los adultos están dormidos, así que decido aprovechar con Laura. Estamos tumbadas una encima de la otra, yo besando su cuello ya que ella me lo ha pedido. Empezamos a juguetear un rato, estamos las dos semis-desnudas y rozándonos como dos perras en celo. Así hasta que escuchamos un ruido, nos tapamos con una sábana y nos hacemos las dormidas hasta la hora de estudio. Al levantarnos, nos vestimos de forma decente y nos dirigimos hacia la cocina donde están nuestros padres tomando un café, yo le pido a mi padre si nos puede hacer un café. Mi padre prepara dos tazas y una merienda impresionante, unos crepes y dos trozos de brownie. Al terminar de estudiar y merendar, ya es de noche y decidimos salir a ver las estrellas a la puerta del chalet. Cuando llega la hora de dormir nos vamos cada uno a su cuarto y yo me voy con Laura, que me comentó esta mañana a solas que tenía que contarme un secreto...