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Las gotas de agua caían de golpe y chocaban contra el vidrio de la ventana. Jennie veía como aquellas gotas mojaba el césped y las plantas verdes fuera de su casa.

La pelinegra tragó saliva, levantándose del sofá y alisando su falda, ya cansada de esperar a su esposa. Fue escaleras arriba y se mordió el labio en lo que sus tacones sonaban contra el suelo de madera.

Tomó el teléfono celular y le marcó a su esposa.

Una.

Dos.

Tres.

Cuatro.

Y cinco veces.

Pero en ninguna contestó.

No se dignó en contestar.

¿Con quién estará? Se preguntó a si misma, intentando ignorar los malos pensamientos que aparecían sin previo aviso en su mente, llenando su cuerpo de angustia e inseguridad.

La puerta de su casa la alertó, sonriendo en grande, Jennie bajó las escaleras tan rápido como Flash, teniendo cuidado de no caerse.

Falsa alarma.

Su corazón se rompió cuando observó a una de sus mejores amigas, Rosé, entrar a su casa con una sonrisa de oreja a oreja, que se desvaneció cuando vio como estaba su amiga. Rosé se acercó a ella y la rodeó con sus brazos.

-Ella no es para ti- le susurró, adivinando la razón por la cual su mejor amiga tenía cara de zombie en vez de una persona normal.

Una lágrima se resbaló por el rabillo del ojo de Jennie. Suspirando, un sollozo se abrió paso en la vacía, sola y triste casa.

-Yo la amo tanto...

Ella fue la segunda en enamorarse. Su esposa hizo todo lo posible por conquistarla y tenerla como suya, para que al final todo el interés de su esposa desaparezca de golpe.

Y llenando excusas.

-Estoy confundida, Rosie... ¿Por qué el amor duele tanto...?- dijo suavemente, separándose de su amiga, mirándola a los ojos y perdiéndose en los orbes marrones de su amiga.

-No debería doler, Jendeuk- susurró. -Pero ven, vamos... talvez y Lisa está solo estresada. Sabes que apenas están haciéndole campaña a los nuevos dispositivos electrónicos que sacó su empresa. Yo creo que una cena y algo de amor, hará que la Lisa que tú conoces vuelva- Rosé no sonaba convencida, pero Jennie no perdió la fé y tomó la mano de su amiga, caminando hasta la cocina y empezando a cocinar con una sonrisa en sus labios.

Talvez su amiga Rosé tenía razón.

-¿Sabes? Venía a verte... últimamente no apareciste por casa y Jisoo ya estaba muriendo al no saber nada de ti- rió Rosé.

Jennie soltó una risa, o bueno, un intento de risa. -Dile que mañana estaré ahí.

-Jen, mañana se inaugura el nuevo hotel de California- Rosé le dió un puño, en broma. -Mañana es obvio que irás con Lisa y Jisoo y yo tenemos que estar ahí... El sábado nos vemos. Haremos una comida en tu honor. Mira que Yuri te extraña mucho.

-Estaré allí, Rosie. Dile a Yuri que su tía favorita la irá a ver y que se vista bonita porque saldremos- el ánimo de Jennie había subido drásticamente al escuchar el nombre de su pequeña sobrina, la hija de Rosé y Jisoo.

-Bueno, Jen... Iré a hacer otro hijo con Jisoo... No llames hasta dentro de ocho horas- dijo la rubia con una sonrisa burlona, abrazándola con cariño. -Y a ti, te urge sexo- le dió un empujón amistoso.

-Veré si puedo hacer que me partan en dos hoy- dijo, ilusionada. Creyendo que así su esposa la miraría y volviera a amarla como antes.

Con sexo de por medio.

-Suerte- susurró, antes de irse y volver a dejarla sola.

Jennie terminó de cocinar. Eran apenas las nueve de la noche. Lisa estaba retrasada por cuatro horas. Y así fueron pasando los minutos, hasta que dieron las diez y la puerta de la sala se abrió y una acabada Lisa entró por ella, dejando su saco en el perchero cerca de la puerta, su maletín a escasos centímetros de la puerta y subió las escaleras.

-Hola, Jennie- dijo con voz ronca antes de desaparecer por la puerta de su habitación y, seguido, entrar al baño.

Jennie se mordió el labio, levantándose rápidamente de la silla para ir escaleras arriba y buscar a su esposa.

-Lili- golpeó la puerta suavemente. -Te hice de comer... y te ves cansada. ¿Quieres un poco, amor?- preguntó sonando tranquila para así calmar a una molesta y ojerosa Lisa.

-¡Sí, Jennie! ¡Sí! ¡Y apúrate que tengo hambre!

Esa fue la señal para que Jennie pusiera manos a la obra.

Para consentir a su amada esposa.





















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Holaaaaa, perdón por perderme un montón de tiempo. Ya estoy escribiendo algunos capítulos para Psycho Love que pronto saldrán.

Nota: En este fic van a funar mucho a Lisa y preparen un psicólogo porque aquí sufrirán.

Kakska adioos

Tired Of Loving You - JenLisa G!P Donde viven las historias. Descúbrelo ahora