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Una gran noticia para James

Aunque yo era la mayor de los dos (por exactamente dos minutos) el idiota...perdón, James, siempre me sobreprotegía, ahuyentaba a mis posibles citas y era muy estricto con la clase de chicos con los que yo debería salir. También me había obligado a jurar que por nada del mundo podía enamorarme de ninguno de sus amigos y que ninguno de ellos podía hacerlo de mí; Remus, Peter y Sirius también tuvieron que jurarlo, pero para ese entonces solo teníamos 12 años. James decía que sus amigos eran suyos y se enojaba cuando hablaba con ellos, yo sabía en realidad que quería mantenerme alejada de toda posibilidad de una relación con alguno de ellos. Y creo que en parte lo entendía, sería un poco incómodo, aunque pensándolo mejor, a James le faltaba madurez.

Era nuestro séptimo año en Hogwarts, yo había comenzado a salir con el chico que desde hacía dos años me había estado gustando, llevábamos alrededor de un año y nuestra relación era casi perfecta, de no ser por una pequeña e insignificante cosita....James no sabía nada.

Lily se había puesto eufórica por la noticia, se alegro mucho por mí, Peter prometió no abrir la boca y me felicito, Remus dijo que mi secreto estaba a salvo con él y también se puso feliz por mí y Sirius....bueno Sirius era ese chico. Debo admitir que nuestra relación se afianzo cuando terminamos sexto año y Sirius se fue a vivir con nosotros.

James y Lily habían comenzado a salir y cuando terminamos el año escolar y cuando por fin nos graduamos de Hogwarts no perdieron su tiempo. James le propuso matrimonio y ella acepto sin dudarlo ni un solo instante.

—Quien lo diría, menos de un año y ya se comprometieron—dijo Sirius mirando unas invitaciones de boda.

—Me gustan las que tienen letras doradas—le dije— se aman, eso es lo más importante.

—Prefiero las discretas, normales....letra negra papel blanco y liso, hasta podria hacerlas a mano.

—Es una boda, no una invitación a las tres escobas—reproche, el me sonrió y dejo las muestras de invitación a un lado de la mesa, Lily y James había salido a ver casas, ya saben, en busca de un nuevo hogar para la familia. Sirius y yo nos habíamos quedado en casa de mis padres, que ahora era mía, tras su muerte meses atrás.

—Entonces, cuando yo me case, me asegurare de raptarte y llevarte a alguna pequeña iglesia en la montaña más alejada del mundo, para evitarme lo de las invitaciones, el traje...la novia neurótica.

—Sueño con una boda perfecta...asi que, o te pones el traje o te dejo solo en el altar.

—Que ruda— me dijo mientras rodeaba con sus brazos mi cintura y me acercaba hacia él— he estado pensando en algo ¿Cuándo se lo diremos a James? Cumplimos el año hace dos semanas y el no se ha dado por enterado.

—Te dije que no sería difícil ocultárselo...y no lo sé, ya sabes cómo es, recuerda que lo juramos y...

—Y ya es el momento de que lo sepa, soy su mejor amigo casi su hermano y tú eres su hermana, no hay absolutamente nada de malo en nuestra relación.

—Tienes razón— sonreí, el me acaricio el cabello y luego me levanto el mentón con su mano derecha.

—Se lo diremos esta noche— me beso lentamente y luego regreso a mirar más invitaciones.

James y Lily habían regresado tomados de la mano e ilusionados por una casa en particular, en el valle de Godric. Les había parecido perfecta y la ilusión de poder comprarla hacia que ambos comenzaran a soñar en la familia que formarían juntos y en los niños que verían crecer dentro de ella Yo los observaba desde la cocina, se veían realmente hermosos soñando con todo eso de tener una familia. Sirius se había sentado frente a ellos y discutió los nombres de los futuros integrantes de la familia.

—Me gusta Harry— agrego Lily — si tenemos un niño, deseo que se llame Harry.

—Prefiero que lleve mi nombre, ya sabes James padre, James hijo—agrego mi hermano.

—Ínsito en que se llame Harry—dije yo apareciendo con bebidas calientes para todos —Harry James Potter. Asi se dan gusto los dos.

—Suena realmente perfecto Alessa, Gracias— me dijo Lily.

Yo le sonreí y me senté junto a Sirius, el me miro y asintió, era el momento de lanzarle la bomba a James.

—James, queremos hablar contigo sobre algo importante.

Lily había captado el todo de seriedad de Sirius, algo poco común en uno de los bromistas más legendarios que Hogwarts ahora tenía como leyenda y se puso de pie, se disculpo y subió las escaleras hacia alguna habitación de la segunda planta de la casa. James se cruzo de brazos y nos observo impaciente. Sus lentes brillaban bajo la luz de la bombilla.

—Si me van a hablar sobre las invitaciones de la boda, no quiero saber nada sobre detalles, para eso los deje a cargo a ustedes y...

—Alessa y yo estamos saliendo—soltó Sirius de pronto, tan inesperadamente que yo estaba con la boca abierta y horrorizada.

— ¿Qué? — dijo James con los ojos como platos.

—Que tu hermana y yo estamos Salí...

— ¡No tienes que repetirlo! — Vocifero James mientras llevaba sus manos a su cabeza — Canuto....Sirius Black.....prometiste que no mirarías a mi hermana.

—Ya James, lo sentimos, sabemos que prometimos algo, pero éramos niños las cosas ahora son diferentes.

— ¿Qué puede haber de diferente?

—Somos mayores, tenemos 20 años y te lo estamos diciendo por que creemos que era tiempo para que lo supieras.

—Esperen... ¿desde hace cuánto están juntos?

—Un poco más que Lily y tú.

— ¡UN POCO MAS QUE LILY Y YO!..... ¡¿COMO ES QUE?!, ¡PERO CUANDO...YO!

Esa noche fue un caos, Lily bajo para ver que estaba pasando, James se enojo con ella por no haberle contado nada al respecto, yo me defendí argumentando que si él podía enamorarse de mi mejor amiga por que yo no podía de su mejor amigo, pero en realidad eso no ayudo demasiado. Luego de ello, James se encerró en su habitación y no lo volvimos a ver hasta el almuerzo del día siguiente en donde golpeo a Sirius y luego lo abrazo.

Sirius no tenía idea de lo que estaba pasando, las acciones de James eran imposibles de leer, pero luego de disculparse lo amenazo casi de muerte si llegaba a lastimarme. Sirius sonrió de oreja a oreja y ambos se abrazaron. Sin embargo James no me hablo por la siguiente semana.

Mi hermano supero la noticia dos semanas después y tras su boda, Sirius creyó que era el momento para que nosotros diéramos el gran paso. Por alguna razón James se sentía ofendido o algo por el estilo. Entendí la razón de eso, luego de mi boda. Sirius había sido como el hermano que James jamás había tenido y yo era su hermanita y temía que alguien como Sirius, conociéndolo como solo James lo podía conocer, pudiera llegar a lastimarme, si eso sucedía....todo lo que habíamos formado juntos como amigos y ahora como familia, no significaría nada y se iría al caño.

Afortunadamente eso nunca ocurrió....aunque yo sufriera la perdida de mi mejor amiga y mi hermano por su muerte y la condena de Sirius en Azkaban.

The PottersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora