El llamado de Hogwarts
Para la primera navidad de Harry en Hogwarts, decidí enviarle un regalo, Anónimo por supuesto, aunque no sé si estuvo bien o mal, era un guardapelo dorado y pequeño con las fotos de Lily y James. Al siguiente año fui al callejón Diagon nuevamente con la escusa de comprar los libros de Gilderoy Lockhart, posiblemente el hombre más estúpido del planeta y solo para ver a Harry quien para alivio mío, usaba el guardapelo y lo observaba con mucho cariño. Por lo que podía ver, tenía amigos muy amables y graciosos, en especial aquel pelirrojo que había reconocido por ser el niño que se había chocado conmigo el año anterior en la librería.
—Señorita Black— dijo Harry mientras me abría paso entre la multitud de personas que hacían fila para comprar uno de los libros del "afamado Lockhart"
—Hola, Harry—le sonreí encantada al verlo— ¿Cómo has estado, que tal el primer año en el castillo?
—Bien...supongo, tuve algunos problemas pero creo que me fue bien— suspiro.
—Sé que es asi— dije acariciándole el cabello, el me miro algo confundido y yo quite mi mano de su cabeza casi al instante— lo siento.
—Está bien— me dijo sonriéndome. Era un niño realmente encantador.
Durante aquel año los rumores de la cámara de los secretos y los estudiantes siendo petrificaros se filtraron hasta el ministerio, Hagrid termino en Azkaban y Harry se vio implicado con la destrucción del monstruo que vivía en la cámara de los secretos. Con forme pasaba el tiempo empezaba a entender que ese niño jamás tendría una vida tranquila en Hogwarts o en el mundo muggle... ¿era su destino, tal vez?
A principios de Agosto tuve una visita bastante peculiar en mi apartamento. Alrededor de las 10:00pm alguien golpeo a la puerta. Yo ya me había empezado a quedar dormida, por lo que el golpeteo me sorprendió. Me levante rápidamente y fui a atender.
—¡Profesor Dumbledore!¡Hagrid! —dije con los ojos como platos, realmente no los esperaba.
—Alessa— Sonrió el anciano.
—Alexa, profesor—lo corrigió Hagrid.
—No te preocupes Hagrid, estamos en un lugar seguro, puedo llamar a Alessa por su verdadero nombre.
—Pasen—dije aun algo perpleja por la visita, cuando cerre la puerta, Hagrid y el profesor Dumbledore tomaron asiento en mi humilde salita de estar— ¿les gustaría tomar algo de té?
—Estamos bien, Alessa—dijo Dumbledore, Hagrid asintió y le serví un poco a este último, luego tome asiento.
Dumbledore me sonrió, pero su mirada era seria, Hagrid estaba ansioso y no podía dejar quietas sus manos, entonces el anciano asintió y el semi gigante me entrego una carta, el sobre estaba en blanco.
—¿Qué es esto?
—Una carta de alguien que realmente lo dio todo para poder comunicarse contigo...pero no la leas aun, cuando Hagrid y yo regresemos a nuestros hogares, entonces tendrás la privacidad que mereces para leerla.
Yo realmente no entendía nada, pero no discutí con Dumbledore.
—Hay algo mas— dijo Hagrid— y para ser sincero, es algo que me alegra bastante— sonrió.
—¿Y qué cosa es eso? —pregunte curiosa.
—¿Recuerdas a la profesora Bathsheda Babbling? — me pregunto Hagrid.
—Como no, ella me dicto Runas antiguas, como me fascinaba esa clase— dije recordando viejos tiempos.
—Me temo que no se encuentra en condiciones para impartir la clase y no estoy seguro de cuánto tiempo estamos hablando....
—Si me permites Hagrid—interrumpió Dumbledore mientras Hagrid asintió— la profesora Bathsheda afirmo que eras una de sus mejores estudiantes, tu T.I.M.O fue un Extraordinario en esta asignatura y las estudiaste mas afondo cuando comenzaste tu entrenamiento como aurora ¿es eso cierto?
—Sí, tome las clases básicas para ser Auror y también he investigado algo de estudios antiguos.
—Eso es perfecto...por esa razón me gustaría ofrecerte el puesto para profesora de estudios de runas antiguas.
Mire al anciano sus ojos brillaban levemente detrás de sus lentes en forma de medialuna...no sabía que decir, ser profesora significaba dejar mi trabajo en el ministerio, pero también significaba pasar más tiempo cerca a Harry. La decisión no era fácil.
—Tendré que renunciar al ministerio...—susurre.
—El puesto de Aurora que posees no se va a esfumar, cuando desees dejar Hogwarts, podrás regresar al ministerio. Ya he arreglado ese asunto y otra cosa...Harry—dijo el anciano— estas en todo tu derecho de decirle quien eres.
—No puede simplemente decirme eso asi como asi, profesor...usted fue quien tomo la decisión de que era lo mejor para él, dejarlo en la casa de esos despreciables muggles y no conmigo, no puedo llegar y de repente decirle que soy su tía y que no luche por su custodia.
—Sabes bien que contigo no hubiese estado seguro, había gente buscándolo en aquel entonces, incluso hoy en día...
Suspire—Ya encontrare la manera de decírselo...pero no es el momento.
—Respeto tu decisión, en cualquier caso...puedes venir a mí, estere alli para quienes me necesiten.
—Ya lo sé, profesor—sonreí.
— ¿Aceptas el trabajo?
—Me encantaría.
Comencé a evaluar detenidamente el contenido del curso para quienes lo habían escogido como materia optativa, de tercero hasta séptimo año. La profesora Bathsheda había organizado muy bien sus apuntes y los programas curriculares, por lo que no fue difícil organizar los temas que, de acuerdo a los diferentes años, debía impartir en clase.
Pasaron dos días cuando recordé que el profesor y Hagrid me habían dejado una carta, asi que al salir del trabajo y dirigirme a casa, me senté a leerla.
Mi querida Lessy
No sé realmente como empezar esta carta, no tengo mucho tiempo para escribirla y de hecho creo que lo estoy perdiendo escribiéndote esto que no te dará ninguna información...lo siento.
Es difícil para mí escribir esto, pero espero que no me odies después de tantos años sin tener información de mí. Tuve la suerte de ver a Hagrid hace poco y fue una oportunidad que no pude perder. Lessy ¿Cómo has estado? ¿te has sentido sola? ¿sabes cuánto daría por tener mi vida de vuelta...la vida que ambos queríamos tener? Te extraño como no te imaginas, este lugar es realmente Horrible, en ocasiones no sé si alucino o son reales las voces que me amenazan, desearía con todo mi corazón estar junto a ti, abrazándote, protegiéndote...desearía no haber confiado en colagusano, desearía muchas cosas Lessy, pero todo tiene solución, se que nos veremos muy pronto, confía en mí y una última cosa.....espero que aun me ames como yo a ti, por que es una completa tortura estar lejos de la única persona que aun me motiva a seguir luchando con mis propios demonios.
Sigue Fuerte....
Canuto.
Mis ojos se llenaron de lagrimas, Hagrid lo había visto, tal vez hablo con él y con esta carta, aunque mi realidad no era perfecta...me sentía completa. Sabía que Sirius no había enloquecido, Sabía que estaba bien y esperaba que en sus cinco sentidos. Tenía demasiadas expectativas y no sabía que esperar, pero después de casi 12 años, esperaría lo que fuera.

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The Potters
FanfictionLo seguí aquella tarde de agosto por el callejón Diagon, sus ojos viajaban de un lado a otro admirando todo ese mundo nuevo al cual se enfrentaba, Hagrid lo ayudaba con sus compras, mientras yo solo era capaz de verlo a lo lejos. Mis agallas eran po...