-Doctor Zhan-Ge...-Yibo se notaba triste y pensativo.
-¿Qué pasa cachorro?
-¿Mi mamá murio verdad?.-Preguntó mordiendo su labio.-Lo soñe...-Una lágrima cayo por su mejilla.
Zhan se sentó con la espalda en el respaldar de la camilla y dejo que el castaño se acomodé a su lado.
-Lo siento que tengas que revivir ese momento.-Zhan daba caricias en su cabello.
Yibo lloró y Zhan estuvo a su lado como aquella vez hace ya casi diez años.
-¿Y mi papá? Aún no recordé nada suyo...
-El...-Zhan se tomó un segundo para responder.
-¿El también murió?
-No no, es que él y tú... no tienen mucha relación.-Le respondió Zhan.-Luego de lo de tu madre el volvió a ponerse en pareja.
Zhan supuso que almenos podía decirle eso.
-Esta bien...-Respondió con tristeza.
-Pero el sabe lo qué te ocurrió y se lo mantiene al tanto.-Le tranquilizó.
No podia decirle que cuando le llamo para contarle este corto la llamada.
...
-Zi Teng, soy Zhan.
-¿Que quieres?
-Siento molestarte, sólo te llamó para avisarte que Yibo sufrió un accidente y se encuentra delicado en el hospital.
-¿Y que quieres que haga? El médico se supone que eres tú.-Le respondió.
A Zhan le cayó cómo una patada en el estómago.
-Ajá, yo soy el médico que te esta avisando que a tu hijo le cayó un maldito muro encima y le rompió todo él cuerpo.-Zhan respondio con enojó.-Te repito por si no escuchaste, esta delicado. Demasiado.
La llamada fue a la mañana siguiente del accidente, por lo qué Yibo aún estaba dentro del tiempo que se consideraba vital para superar.
-Nadie lo mandó a ser policía, es un adulto totalmente responsable de sus acciones y decisiones yo no tengo nada que ver, adiós.-Respondió Zi Teng y cortó la llamada.
Zhan colgó el teléfono de un golpe.
No podia creerlo, nunca entendió al maldito de Zi Teng.
¿Cómo pudo desentenderse así de su único hijo?
¿Porqué le era tan indiferente?
¿Cómo podía no estar orgulloso de su trabajo?
Yibo lo necesito cuándo era un adolescente que acababa de perder a su madre, pero este al poco tiempo formó otra pareja, otra familia, dejandole totalmente de lado al castaño.
Si bien al conocerlo, su madrastra intentó relacionarse aunque sea falsamente con él, fue imposible ya qué era su mismo padre quién no le dejaba a su nueva esposa e hijos de esta relacionarse con Yibo.
Nunca nadie comprendió el porqué, tampoco nadie intentó cuestionarlo.
Mucho menos les importo el sentir del jóven.
Pero quién si siempre estuvo para Yibo de manera totalmente incondicional fue Zhan.
Tal y cómo juró años después, "En las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad".
Para Yibo, el pelinegro lo era todo, su mejor amigo, su compañero, el amor de su vida, su pequeña familia y viceversa con Zhan.
...