El mundo pareció detenerse a su alrededor.
-¡Espera, espera Mer!.-Zhan reaccionó.-¿¡Qué-qué le pasó!?
-Un muro se derrumbó sobre él, tiene múltiples fracturas y un pulmón colapsando.-Le dijo rápidamente.-Debemos atenderlo urgente.
-¡Entraré a limpiarme!.-Respondió Zhan.
-¡No, serás el mejor aquí pero no puedes atender a tu propio familiar!.-Mer le detuvo.
-¡Pero me necesita!.-Zhan temblaba de nervios.
-¡No en el estado que estás, cálmate y ayuda a los demás heridos!.-Le respondió Mer y entró a la sala de operaciones con la camilla qué llevaba al castaño.
No tenía tiempo para hacerle entender a Zhan que no podía atenderlo él mismo, la situación era muy delicada por lo qué debían de actuar rápidamente.
Zhan deslizo su espalda por la pared hasta sentarse en el suelo intentando procesar el shock en el que se encontraba.
¿Qué mierda había pasado?
Sí hoy en la mañana Yibo se levantó detrás de él, desayunaron casi sin cruzar palabra, mejor dicho el apenas le respondió y luego cuándo el castaño quizo despedirse de él cómo todas las mañanas el simplemente le respondió qué aún estaba enojado provocando así qué ambos comenzaran mal el día.
Al regresar Zhan pensaba disculparse con él por actuar tan inmaduro pero ahora Yibo había ingresado al hospital con su vida pendiendo de un hilo.
-No me hagas esto porfavor...-Zhan le rogó a quien fuese que pudiera escucharlo.
La vida era cruel, era muy injusta y en un segundo todo podía irse a la mierda.
-¡Zhan necesitamos ayuda por aquí!.-Le llamó su compañero.
Aún parecía no caer en cuenta de lo ocurrido por lo qué debió tragarse sus lágrimas junto a toda su angustia y dolor para poder cumplir con su trabajo.
La sala de urgencias estaba colapsada, todos iban de aquí a allá.
Zhan atendió a todos los pacientes que pudo, debido al derrumbe había varias piernas y brazos rotos, grandes cortes, golpes y pulmones llenos de polvo, pero una similitud en muchos era las lastimaduras en sus manos como cortes y uñas rotas por intentar quitar los escombros qué habían caído sobre sus compañeros pero al parecer Yibo fue el único totalmente afectado por el accidente al quedar atrapado bajo los escombros.
Quienes estaban más conscientes o iban recuperando la consciencia y lo reconocían como la pareja de Yibo se disculpaban con él por lo ocurrido, otros preguntaban sí ya tenía alguna noticia de él pero Zhan no podía responder más que darles una sonrisa dolorosamente forzada y darles su propio diagnóstico.
La noche comenzaba a caer y la situación parecía haberse calmado bastante, poco a poco los pacientes eran ingresados a las habitaciones correspondientes y la sala se despejaba.
Todo ésto mantuvo ocupado a Zhan durante el tiempo que duró la cirugía de Yibo, al dirigirse al área sentía su cuerpo llenó de nervios y sentía el sudor frío en su espalda.
-¿Cómo esta Yibo?.-Preguntó a Mer qué salía con notable cansancio en su rostro.
-Hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos.-Le dijo.-Ahora todo depende de él y de quién sea qué este allá arriba.-Mer señaló el techo, el pelinegro levantó la mirada y pestañeo al ver la lámpara.
El nunca se interesó en el tema, pero ahora si existía algo superior a ellos le rogaba que porfavor ayudara a su esposo.
-¿Puedo entrar a verlo?.-Le pidió.