-Doctor Zhan-Ge... estoy preocupado por ti.-Le dijo el castaño.
-¿Porqué?.-Le preguntó.
-Es que pareces triste y tus ojos estan siempre hinchados.-Yibo era muy observador.
-Estoy bien, no debes preocuparte por más que tu recuperación.-Le respondió el doctor.
Una mano se poso en su cabello y lo revolvió.
-Cuándo haces eso yo me siento mejor, esperó que funcione contigo.-Yibo le dio una cálida sonrisa.
-Lo hará, tranquilo cachorro.-Le sonrió.-¿Que te gustaría cenar?
-Doctor Zhan-Ge, siempre pareces conocerme mucho... ¿Sabes si tengo comida favorita?
-No lo se.-Zhan fingió pensarlo.-Pero voy a adivinarlo.
Un rato después sin ningún problema trajo "lo que supuso que era" la comida favorita de Yibo, pollo agridulce.
-Huele bien...-Degusto una pieza.-Mhm me gusta.
-¿Adivine?
-¡Creó que sí!.-Exclamó con una sonrisa.
-Me alegra, seguro ya estabas cansado de comer todo sin sabor aquí.
-Supongo que cuándo no recuerdas haber comido otra cosa no notas la diferencia ¿No?.-Le respondió Yibo.
-Eso dicen muchos...-Sus ojos se aguaron pero pestañeo rápidamente.-Vamos, come.
Como siempre el doctor se sentó a su lado a observarlo comer, mirada con atención sus gestos, cada expresión característica del castaño que le decia que todo estaba mejorando, que él seguía ahi muy en el fondo, que pronto regresaría a sus brazos.
...
Al terminar su cena, Zhan tomó los platos descartables de comida rápida y los tiro en un cesto de basura cercano, regresando a la habitación del castaño fue a cerrar las ventanas.
Estaba lloviendo a cántaros, el hospital ya había entrado en protocolo por si acaso para recibir a posibles víctimas de tal temporal.
Los rayos parecían partir el cielo a la mitad y el silbido del viento ponía los pelos de punta.
Luego de procurar cerrar bien las ventanas y dejar en orden la habitación de Yibo, el doctor iba a irse para continuar con su guardia y luego como siempre regresar en la madrugada.
-¡No te vayas!.-Yibo se aferró a la bata del doctor.
-Sólo iba dar une vuelta por la guardia, ¿Que paso?.-Le preguntó al castaño que temblaba sujetando su bata.
-Tengo miedo... No me gustan las tormentas.-Le respondió aferrandose a él.-Mi padre me dejó sólo un dia de lluvia...-Soltó de repente.-Desde ese momento detesto las tormentas.
Zhan lo miró con asombro y miedo.
El lo recordaba perfectamente.
Hace años atras, una tormenta torrencial cayo sobre la ciudad tomando desprevenido a todos, Yibo habia pasado la tarde en casa de Zhan y cómo estaba nublado decidió regresar casa antes, Zhan luego había salido a cenar con sus padres y la tormenta los agarró de regresó a casa.
Al pasar por la casa de los Wang ya que les quedaba de camino al vivir cerca, el padre de Zhan señaló la puerta.
-¿Ese no es Yibo?¿Que hace afuera?¡Se esta empapando!
Enseguida detuvieron el vehículo y con un paraguas que luchaba contra el fuerte viento Zhan salió del auto a buscar a su amigo casi novio.
-¿Bo?¿Que haces afuera?.-Gritó para que este le escuchará.