capitulo diez

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Harriet's POV

Me levanto y lo primero que noto es la ausencia de Lynn. ¿Que hora es? Busco mi teléfono en cualquier parte de la cama, pero termino encontrando el de Lynn.

Son las 11 de la mañana, mierda.

Dejo su teléfono de nuevo contra la cama, pero en eso le llega una notificación, es de Camille. Tiene varios mensajes que Lynn no ha visto, todos son porque no fue al colegio y donde estaba yo.

Vuelvo a dejar su teléfono y empiezo a buscar el mio debajo de las sábanas hasta que lo encuentro, a diferencia de Lynn, yo solo tengo un solo mensaje de mi hermana preguntándome "dónde están?".

Yo bufo y en eso veo que "la puerta", si es que se puede llamar así, se abre y veo el cabello de Lynn húmedo y con una toalla en la mano.

—¿Te bañaste? —le pregunto.

—No rubita, salí y me eché un balde de agua fría en todo mi cuerpo porque soy masoquista —sonríe con ironía.

—La próxima vez mejor no contestes.

—La próxima vez no preguntes —murmura y se sienta en la cama— Camille me escribió, parece preocupada.

Ella llama a mi hermana y me extiende el teléfono.

—Tú luces más desesperada por hablarle —me dice y tomo su teléfono cuando Camille contesta.

—¿Cami? —pregunto.

—¿Hattie? —responde— ¿Qué haces con el teléfono de Lynn?

—Estoy con ella.

—¿Están bien? —me pregunta— ¿dónde están?

—En la casa de Lynn.

Pongo el teléfono en altavoz.

—¿Lynn me escucha?

—Si.

—¿Por qué faltaron?

—No dormí bien —le responde Lynn— y Harriet quería saltarse el entrenamiento de hoy, estamos en mi casa.

De acuerdo, les tengo que colgar o me quitarán el teléfono.

Ella cuelga la llamada y yo me quedo mirando a la castaña extendiéndole su teléfono.

—¿Vas a esperar a que llegue Camille?

Por un momento pensé que me iba a echar de su casa, con lo malhumorada que es no me hubiese sorprendido.

—Si.

—¿No tienes hambre? —me pregunta— dentro de poco será la hora de almorzar.

—¿Sabes cocinar?

—Te decía para pedir una pizza, obviamente que no sé cocinar y mucho menos tengo un chef.

—Me gusta la pizza con pepperoni.

—Llama tú.

—Todo yo —me quejo cuando me vuelve a extender su teléfono.

—En mis contactos buscas uno que se llame pizza.

A los minutos de que yo haya tenido que haber llamado a la pizzería y que nos dijeran que iba a estar lista en unos 25 minutos.

Yo me vuelvo a acostar en su cama arropándome, pero ella se acerca y niega.

—Ya dormiste lo suficiente, posiblemente hayas dormido de más —se burla en mi cara— levántate, Harriet.

—No quiero, voy a durar otro rato acá.

I CAN SEE YOU | LYNN LOUD JR ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora