capitulo veintitrés

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Lynn's POV

—Amo esto —le digo a Ivy. Estoy en su silla de masajes.

—Estoy muy enamorada de Cameron —me dice ella sonriendo— te juro que es un chico que me respeta, además de lindo, caballeroso...

Ella sigue hablando de su novio y yo cierro los ojos para relajarme con los masajes que da la silla, pero aún prestándole atención a Ivy.

—¿También te sientes así con tu novia? —me pregunta— que sientes que vas a explotar de amor.

—Explotar es una palabra muy extraña para referirme a lo que siento por ella —le digo aún con los ojos cerrados— pero entiendo a lo que te refieres, y si.

—¿Te gusta mucho tu novia? —escucho la voz de Harriet y al abrir mis ojos la veo a mi lado.

—No te voy a contestar eso, rubita —le digo y me contengo de besarla porque Ivy está en la sala.

—Tarada —me dice y entrecierro mis ojos.

—Estúpida —le digo y revuelvo su cabello sabiendo lo mucho que odia que haga eso.

—Te he dicho mil veces que no hagas eso —se queja y yo me río— ahora dame espacio.

—No, ve a otra, esta es mía.

—Técnicamente es de mi papá —habla Ivy.

—No me ayudas —le digo y Harriet se sienta a mi lado porque el sillón es un poco grande— rubita, me estorbas.

—¿Y? —dice ella ignorándome.

—Voy a revisar las galletas —nos dice Ivy y camina a la cocina.

—Hola —me sonríe Harriet dejando un beso en mi mejilla.

—Hola —le digo y ella me abraza— Harriet.

—Este sillón es cómodo.

—Era más cómodo cuando estaba yo sola.

—No.

Yo cierro mis ojos y Harriet deja su cabeza en mi hombros.

—No se duerman —escucho el grito de Ivy y tiene la bandeja de galletas en sus manos— ¿Cuándo se supone que va a llegar Marissa, Camille y Lara?

—Tal vez se les hizo tarde.

—Voy a volver a la cocina —nos dice y vuelve a donde estaba.

—Toma —Harriet me pasa un brazalete— la inicial es la R porque la H sería muy obvio.

—Me estás marcando, rubita.

—Si —me sonríe y pone el brazalete en mi mano para luego dejarme un corto beso en los labios— Lynn, y si...

—¡Llegamos! —escuchamos un grito y al voltearme veo que es Camille en la entrada— ¡Hattie, viniste!

Harriet se levanta y abraza a su hermana y yo me quedo disfrutando del sillón que da masajes.

—¿Estás cansada? —me pregunta Mar acercándose a mí.

—Amo este sillón —le digo— me lo voy a robar.

—¡Te escuché, Lynn! —grita Ivy y río.

—Quería pedirte perdón —me dice ella— lo siento por no respetar tu espacio, he sido una mala amiga con todo el tema de tu novia, sabes que siempre he sido chismosa y me carcome no saber.

—Estuvo mal que entraran a mi habitación.

—Lo sé —me dice— ¿Me perdonas? Trataré de ser paciente, no creo que la chica sea tan mala si te gusta.

I CAN SEE YOU | LYNN LOUD JR ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora