capitulo dieciocho

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Lynn's POV

—Harriet, pareces drogada —le digo tomando su cara.

El partido debe terminar en pocos minutos, pero ella de verdad me preocupa.

—¿Habrá comido algo? —me pregunta Lara.

—Lo único que vi que comió fueron mis gomitas, pero yo estoy bien.

—Yo estoy bien —habla Harriet tomando mi cara.

—Lynn, mi mamá vino a buscarme, tengo cita en el doctor —me dice Lara y yo asiento— me escribes si pasa algo.

Ella me deja un beso en la mejilla de forma de despedida y se va de las gradas.

—¿Por qué te besa la mejilla? —pregunta Harriet un poco confundida— ni siquiera se conocen mucho.

Yo ignoro su pregunta y me levanto.

—Vamos al baño, seguro tu novio entenderá que no estás siendo tú.

Hago que se levante y caminamos por las gradas para luego irnos al vestidor de mujeres.

—Estoy bien —me asegura ella cuando la siento en la banca y tomo su cara.

—¿Comiste algo?

—Desayuné en mi casa.

—¿Y qué más? —le pregunto— mis gomitas no te hicieron esto y estoy muy segura.

—Una barrita energética, no dormí mucho, Camille estaba conmigo anoche —balbucea.

—¿De donde sacaste la barrita energética?

—Brandon me la dió —sonríe— dijo que luzco muy pálida.

—¿Y comiste algo más?

—Tus gomitas —sonríe.

—Entonces fue la barrita energética —concluyo y me siento a su lado— ¿Brandon te drogó?

—Yo estoy bien.

—Oh dios, él te drogó.

—No creo que sea capaz —murmura y yo suspiro tranquilizándome.

—Harriet, es un hombre, y ellos no les importan que quieren sus parejas, solo quieren sexo, nada más.

Ella se queda sin decir nada y veo como su frente empieza a sudar.

—Ahorita si me siento mal —me dice acalorada— ¿Tú crees que...?

—Si.

Estoy segura que él quería su cometido, literalmente violarla bajo efectos de drogas.

—¿No te vas a separar de mi? —me pregunta y niego.

—Estás drogada, obviamente que no te voy a dejar sola —le aseguro y ella me abraza.

—Te quiero muchísimo —susurra y me deja un beso en la mejilla.

—Si, bueno, vamos a mi casa que no quiero seguir aquí y no te dejaré ir a tu casa drogada.

—Lynn.

—Harriet, en serio, tendré que usar tu auto aunque no tenga licencia, por suerte mi hermana me enseñó a manejar.

—¿Quieres hablar ahora de que somos?

—Rubita, no es el momento —le digo tomando su cara— estás drogada.

—¿Que se supone que somos?

—No sé, Harriet, no tengo la menor idea —expreso— ni siquiera sé en que me estoy metiendo, eres muy linda, tienes novio, toda mi familia sabe que oculto algo, saben de ti sin saber que eres tú, prometimos que esto sería un secreto, pero todos son unos chismosos y no quiero que se enteren.

I CAN SEE YOU | LYNN LOUD JR ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora