I CAN SEE YOU | LYNN LOUD JR ✓

capitulo veintidós

↳ 「 Harriet's POV 」

—Parecemos ridículas —ríe Lynn.

Ya había pasado año nuevo, Lynn y yo estamos en una banca de una cancha de basket al aire libre y como es enero y hace frío nadie va a estar en estos lugares.

Pero estamos muy cubiertas, Lynn usa mi gorra junto a mis lentes de corazones rojos y yo uso su gorra de su equipo favorito con lentes de estrella.

—Porque somos ridículas.

—Oww, estás loquita por mí —dice tomando mis mejillas y dejando su frente en la mía.

—Tú lo estás.

—Tú, y no te juzgo, entiendo tus razones de enloquecer por mí, eh.

—Tarada.

Ella ríe y termina de acortar el espacio y me besa, esa sensación sensacional de nuestras bocas tocándose, chispas y nuestros labios uno contra el otro, la calidez de nuestras respiraciones que se escapan entre sí mientras nos besamos por miedo a romper el momento perfecto.

—Siempre sabes a caramelo —murmura ella sonriendo.

—Ahora sé que eso es bueno.

—Me enojé con Mar y Cams —me dice— no tienen derecho de meterse en parte de mi vida que aún no les quiero contar.

»Ahora ni siquiera puedes usar el collar que te compré porque ellas ya saben y si te lo ven lo van a deducir.

—Pero lo cargo conmigo desde el día que me lo diste —sonrío tomando sus manos— fue el primer apodo lindo que me dijiste.

—Oye, mi apodo favorito siempre será rubita.

—Gracias por ese apodo, siempre seré rubita para ti.

En eso una ardilla sube al árbol encima de nosotros y hace que la nieve que estaba nos caiga encima.

—Grandioso —murmuro y Lynn ríe.

—Que linda.

Ella saca su teléfono y toma varias fotos mías.

—Vayamos al auto, me voy a congelar si seguimos haciendo nuestras citas un poco peligrosas.

—En la próxima iremos a la guerra, eh.

—No lo digas que luego se hace realidad —dice riendo.

Ella se levanta de las gradas y extiende su mano, yo la tomo y bajamos las gradas para caminar hacia donde está mi auto.

—No tenemos ninguna foto juntas —le digo deteniéndome— tengo fotos tuyas, y tienes fotos mías, pero no tenemos fotos juntas.

—¿Quieres que salgamos así en la foto? —pregunta señalándose.

—Si.

Ella saca varias selfies donde en la mayoría ella me está besando en la mejilla.

—Ahora hay pruebas de que lo nuestro existe.

—Hay muchas pruebas de que lo nuestro existe —me sonríe ella— y es real.

Yo la amo mucho.

—Me quieres abrazar —deduce ella— siempre pones esa cara cuando quieres hacer algo que no me gusta.

—Te quiero —le digo abrazándola.

—También te quiero rubita —me dice sonriendo— ahora vamos por chocolate caliente.

***

—¡Harriet, es que no puedo creer que la ruptura no te haya afectado! —me grita Brandon.

—¡No estaba feliz contigo! —le grito de vuelta.