Capítulo 10

277 63 1
                                    

El grupo completo, incluido Dylan, estaban en la orilla de la playa donde había hecho una fogata, estaban sentados alrededor, algunos hablando y otros bailando. Alana se unió a ellos, se sentó al lado de Janet, quien estaba bastante animada por el alcohol que había bebido en el transcurso de la tarde y no tenía ojos para nadie más que Samuel. Katy y Lina estaban al lado de Dylan embelesadas escuchando algo que él les decía, su mirada se quedó clavada allí hasta que él la capturó observándolo, el muy desvergonzado le guiño el ojo y le sonrió a lo que Alana respondió también con una sonrisa. Siguió detallando al resto del grupo, le llamó poderosamente la atención ver a Sindy en una actitud muy cariñosa con Eric. Volvió a mirar a Dylan, pero él no parecía afectarle en absoluto la conducta de su chica. Por último, posó la mirada en Bryan estaba bailando con Sasha, pero al verla cortó el baile con la rubia y sin perder tiempo se acercó a su lado.

— Hola Alana.

Por enésima vez ella respiró profundo y trató de llevar la fiesta en paz con Bryan.

— Hola — contestó algo brusca.

— Quisiera hablar contigo, si no te molesta.

— ¿De qué quieres hablarme? — preguntó mientras fruncía el ceño.

— No te pongas a la defensiva.

— Quiero disculparme, la última vez que nos vimos me porte como cabrón, lo admito... no puedo negar que tú me gustas, pero después de tanta, yoga y meditaciones, al fin también acepté que hay una mujer en este planeta que no le gusto.

Alana no pudo evitar reírse ante la absurda disculpa.

— No te rías, estoy abriendo mi corazón ante ti, no fue fácil admitir que entre tú y yo no habrá nada, pero soy bastante obtuso como has podido darte cuenta y quiero pedirte que al menos aceptes mi sincera amistad.

Alana lo miró con suspicacia.

— No me mires así, jamás he sido tan sincero.

— ¿De verdad has comprendido que no quiero nada contigo?

— Totalmente — afirmó él.

— No lo sé, me cuesta creerte. —Respondió ella con sinceridad.

— Es la verdad, le pedí a Sindy que me invitara porque quería hacer las paces contigo.

Bryan le extendió la mano.

— ¿Aceptas mi amistad?

Ella estaba dudosa. Él puso la mirada de un gatito huérfano y Alana volvió a sonreír.

— Acepto tus disculpas — tomó su mano por unos segundos y luego la soltó. — lo de la amistad ya veremos.

— Gracias Alana, no te vas a arrepentir, aunque no lo digas, sé que aceptas mi amistad... Yo soy muy buen tipo.

— Si me imagino — comentó Alana irónica.

En algún momento la música que provenía de la casa comenzó a sonar un poco más fuerte y el alcohol estaba haciendo de las suyas en algunos de los chicos, que comenzaron a bailar casi todos alrededor de la fogata. Su amiga Janet olvidó toda decencia con Samuel, al igual que Sindy y Eric. Alana buscó a Dylan con la mirada, y lo encontró, seguía en el mismo lugar, pero esta vez eran las chicas que estaban hablando, él tenía ceño fruncido, evidentemente algo le molestaba, ya no sonreía como antes. Tal vez después de todo él si sentía algo más allá de una relación superficial que tenía son Sindy pensó Alana y eso no le sentó nada bien, en ese momento la diversión acabó para ella, pero no se permitió demostrarlo, no le gustaba hacer de farolito, pero Janet iba a tener que aguantarla, al menos por esa noche y trató de ignorar a Dylan por su paz mental, no acostumbraba a beber alcohol, pero esa noche lo hizo. Perdió la cuenta de cuantos se tomó a partir el quinto chupito del líquido transparente que quemaba como el infierno, todo dejó de existir.

APUESTA PROHIBIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora