La celebración por el nacimiento de Jacaerys se extendió más de lo previsto, el tiempo suficiente como para que Alicent reincorpore su presencia en las comidas de la corte.
El Rey estaba deseoso por celebrar una semana más. Y fue ahí donde Rhaenyra tuvo que poner un alto a su padre, Jacaerys ya no soportaba estar tanto tiempo vestido con aquellas túnicas tan elegantes y llenas de adornos qur fastidiaban a sus bebé y su delicada piel dejándola enrojecida. Por lo que de muy mala gana el rey aceptó.
Así que, por ser el último día, a la mujercita de su padre no se le ocurrió mejor idea que llevar a su príncipe recién nacido a la cena de despedida. Rhaenyra ya había pasado por esto una vez. Antes hubiera pensado que no había nada de malo en que Alicent llevara a Daeron, pero ahora. Ahora conocía las intenciones de esa acción
Alicent llevo a su hijo para hacer notar que su cabello era de plata como el de todos los hijos del Rey, haciendo una clara diferencia entre el de su bebé.—Tranquila —la mano de su prima en su hombro la hizo reaccionar—, Jacaerys se va inquietar si siente que estas enojada. —Laena retiró a su bebé de sus brazos y lo acunó en su pecho. No había notado lo fuerte que lo estaba sujetando.
Estaba enojada y frustrada pero a la vez estaba decidida a destruir a esa serpiente. Levantó la cabeza miró al frente y siguió sonriendo dulcemente. Siguiendo con los ojos el caminar de Alicent, quien se acercaba a la mesa de los Hightower.
—Mi madre dice que si continuas mirando así a la reina, todos lo notarán —Laenor se acercó a su lado y le extendió una mano —. Ven, bailemos. Olvídate de ella por el momento.
Rhaenyra sonrió y aceptó. Al bajar solo eran ellos dos bailando en el salón, pero mientras la música de los bardos continuaba las parejas se iban uniendo a ellos.
—¿Qué se supone que hace? —se había perdido en las notas musicales que la pregunta la tomó por sorpresa.
—Disculpa, no entiendo. —Laenor la hizo girar y entonces entendió.
Alicent dejo al descubierto la cabeza de Daeron, el pobre bebé pasaba de brazo en brazo, con la reina acariciando su cabeza cada que se le daba la oportunidad, haciendo que más de uno lleve la mirada allí, donde iban a encontrar el hilo de cabellos plateados.
—No le prestes atención, solo busca que reconozcan a su hijo. —dijo ella, aunque por dentro estaba furiosa, sin embargo ahora que todos estaban convencidos de que Jacaerys realmente era de Laenor, sería muy difícil que la gente crea en los rumores, después de todo si los creen, la princesa Rhaenys estaría muy enojada. Y todos saben que es mejor lo hacerla enojar.
—Es tu culpa —acusó con una sonrisa —, se supone que te invité a bailar para que te olvides de ella, sin embargo acabé siendo el que estuvo mirando lo que hacía —la hace girar, para después sostener su cintura y alzarla al compás de la música y en sincronía con los demás —. Te culpo por ello, pasar tiempo contigo me hace mal.
—No eres el único querido esposo.—Laenor miró por el salón y encontró a Harwin y Joffrey mirando con cautela a la reina, no eran los únicos pues la princesa Rhaenys y Lord Corlys también tenían sus miradas puestas en ella, solo que eran más frías casi como dagas heladas.
Esa noche acabó sin ningún incidente y sin interacción de ella y Alicent, por lo que todo fue relativamente normal.
Al regresar a sus aposentos, Ser Joffrey cargaba en sus brazos a Jacaerys mientras ella y Laenor hablaban acerca de donde deberían permanecer.
—Dragonstone es nuestra sede, pero por ahora no podemos estar solos Nyra —Laenor estaba preocupado con razones pensaba ella, antes no habían tenido la opción de irse, pues su padre había ordenado su permanencia en King's landing —. En High Tide estaremos acompañados y la reina verá que estamos más unidos como familia.
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The dragon princess
FanfictionEl dolor que pasó, no se lo deseaba ni a su peor enemigo. La muerte sería el consuelo entre todo su dolor. Sus hijos, su trono, su padre, su esposo, todo lo que alguna vez amo se lo habían arrebatado con crueldad en una guerra dada por las ambicione...