The dragon princess

Capitulo catorce: Rhaenyra IX

La mañana los recibió, con calma y lentitud, disfruto pasar las primeras horas de sol en compañía de sus hijos, dada la falta de deberes, aún no se habían arreglado para comenzar el día, las cuidadoras trajeron a los niños tal cual se despertaron.

La deleitó y llenó de calidez su corazón,  ver como Lucerys movía con impaciencia sus pequeños pies y se reía dulcemente cuando ella lo colmaba de besos, mientras ambos jugaban con Jace que corría de un lado a otro trayendo sus juguetes para sentarse a jugar con su hermano y recibir sus besos.

Laenor había salido a entrenar, junto a Joffrey y Harwin, mientras ella aún dormía, agradeció que su esposo no la despertara como normalmente haría. Lucerys había estado muy inquieto la noche anterior y los mantuvo despiertos hasta tarde. Ambos sabían que era por Arrax, la cría de dragón a la que llevaban un par de días sin visitar. Su hijo exigía ver a su compañero, pero habían estado tan ocupados, el Rey exigía hacer reuniones de consejo todos los días, nunca había nada nuevo, sin embargo acababan discutiendo el costo de un nuevo banquete para celebrar al reino y su "paz".

—¡Kepa! —Jacaerys bajo de la cama y corrió a encontrarse con Laenor.

—Ñuha nēda dārilaros (Mi valiente príncipe) —él, lo sostiene en sus brazos y deja un beso en su frente —¿Has cuidado a tu Muña y tu valonqar?

Jacaerys sonríe y asiente —¡Kessa, kepa! (Si, papá)

Ella se ríe, mientras pasa los dedos por la cabellera de Lucerys, quien mira atento la interacción entre su padre y hermano.

—Kari, ñuha zaldrīzī. (Magnífico, mi dragón) —Jacaerys se deleita con el cumplido y abraza a su padre.

Se acercaban a ella y Jacaerys cae en la cama y se ríe a carcajadas cuando Laenor le hace cosquillas y le llena de besos el rostro, a ella le encantan estos pequeños momentos que se permiten para amar y hacer felices a sus niños. Ambos son conscientes de que muy pronto ya no podrán hacerlo, cuando su Jace comience a comprender mejor su papel en este reino, empezará a guardar las apariencias y a ser cauteloso, lo que significa que frente a todos debe mostrarse serio y comprometido. Odia eso, pero es su deber con el reino, al menos en privado todavía podrá ver sus sonrisas y recibir sus abrazos.

Lucerys grita y gatea hasta su hermano acostándose a su lado, y mirando a su padre con molestia, haciendo que Laenor sonría con tan solo verlo.

—Un ser tan pequeño y adorable, no debería tener ese tipo de mirada —Laenor sostiene al bebé, besando sus mejillas y acunándolo en su pecho.

Jacaerys se sienta en su regazo, jugando con su dragón de juguete.

—He pedido comida —anuncia Laenor y ella asiente cargando a su hijo y caminando hacia los muebles dejando a Jacaerys en la alfombra con un suave beso. —. También ordené a Elinda buscar a las doncellas.

Como si fuera su señal, la Dama entró acompañada de las sirvientas y sus Damas.

—Amanda, lleva a los niños a la guardería y dígale a las cuidadoras que los vistan —la joven asintió Lady, asintió y se llevó a Lucerys en brazos y tomando la mano de Jacaerys.

Lady Amanda Arryn, era su prima por parte de madre e hija del hijo menor de Lord Rodrick, llegó a su corte en el año que su padre ascendió al trono, a la edad de ocho primaveras, su madre le dijo que: La niña (dos años mayor que ella) llevaba el nombre de su difunta hermana, Lady Amanda Arryn, y que su hermano murió sin poder conocerla. Cuando floreció como doncella, Amanda le aseguró una noche mientras la acompañaba en su lecho que no tenía apuro por casarse. Rhaenyra habia informado aquello a su padre quien informó, a la prima de ambas Jeyne Arryn, Señora del Valle, quien había aceptado su negativa a buscar marido.