Capitulo seis: Alicent II

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Hace casi cinco lunas que Alicent no puede, ni quiere descansar, ella sabe que en el momento que tenga la guardia baja Rhaenyra llegará para hacer su vida mas miserable de lo que ya es. Ella no entiende como la princesa había mantenido tan bajo perfil moviéndose por los siete reinos, de no ser por su padre que envió una carta hace un par de lunas atrás, no habría estado enterada de la visita de esta, a Altojardín donde según menciona su padre los Tyrell habían estado mas que encantados de tenerla, lo peor de todo no fue eso. No claro que no, lo peor que Rhaenyra hizo fue declinar cada invitación a Antigua, cada invitación hecha por su familia fue rechazada con excusas vagas siendo la única de todas las casa del Dominio que la princesa y su esposo no visitaron.

Era indignante que Rhaenyra haya pasado por alto a su casa, aunque su padre le dijo que no diera importancia a ello, Alicent no podía dejarlo pasar, la estaba ofendiendo, rechazar a los Hightower era rechazarla, la niña malcriada estaba rechazando su posición y su sangre.

Actualmente no podía decir donde estaría, pero de algo estaba segura, no faltaba mucho para que ponga un pie en este castillo, entonces ella podría despedirse de su paz, porque los murmullos de la fortaleza seguramente no harán mas que aumentar.

Fueron dos golpes en la puerta los que hicieron que el pergamino que apretaba con furia entre sus manos, caiga al suelo, respiro profundo, alisó su vestido y se obligo a mantener la postura de reina, quitando el disgusto de su rostro al recibir la invitación a la boda de Lord Tyrell, donde como no, alardeaba acerca de que la princesa lo había ayudado a encontrar la esposa deseada.

El hombre describía el hecho como si hace tan solo unas lunas, él mismo no hubiera mandado miles de propuestas a Viserys con tal de tener la mano de Rhaenyra. La puerta de sus aposentos fue abierta revelando a Ser Criston quien venia para escoltarla al salón del consejo.

Alicent ingresó detrás de Viserys a la sala del consejo privado, ocupando el asiento que antes perteneció al príncipe Daemon. Los hombres reunidos la miraban con algo de confusión pues ya no debería estar en actividades que la pudieran alterar según dijo el Maestre Mellos, pero eso no iba a detenerla de estar ahí y escuchar cosas que podrían servirle mas adelante, además claro de contárselas a Aegon para completar poco a poco su preparación como futuro Rey, puesto que por mucho que insistió Viserys no deseaba que sirva como copero.

—Su Gracia —Lord Beesbury habló tan pronto Viserys se acomodó en su silla. —. Perdone que pregunte pero me gustaría saber acerca de la princesa. —las palabras del Lord estaban llenas de curiosidad aunque lo ocultaba bien, si ella no hubiera escuchado ese tono en las Damas antes no habría podido distinguirlo.

A Viserys se le iluminó el rostro, mientras ella se mantuvo inexpresiva a pesar de que por dentro estaba deseosa de callar al Lord, recalcando que no era de su incumbencia y que estaban para tratar temas importantes. Y no acerca de las aventuras de esa princesa.

—Me alegra anunciar que nuestra princesa se encuentra con buena salud y muy feliz, seguro esta disfrutando de su estadía en el Valle de Arryn —su esposo solto un suspiro casi nostálgico —. Recuerdo que a mi querida Aemma —Alicent se forzó a mantener la sonrisa en su rostro, al escuchar la adoración con la que Viserys nombraba a la difunta —, disfrutaba hablar de su hogar, siempre contándole a Rhaenyra lo tranquilo que era y los hermosos paisajes que tenía. —casi se le cae la máscara tan solo escuchar el recordatorio de la otra parte de la familia que tenía Rhaenyra.

Su postura ahora era recta levemente inclinada hacia la mesa donde sus manos están entrelazadas, sus labios están apretados y forzados en una sonrisa, sus ojos brillan con enojo contenido, pero lo oculta con incredulidad, todo en una máscara que oculta la verdad de lo que pasa dentro de ella. Donde no puede más que arder furiosa por lo que no tiene reparo en anunciar Viserys con felicidad.

The dragon princess Donde viven las historias. Descúbrelo ahora