Su estadía en Los Gemelos, había sido interesante.
Lord Forrest Frey, sin duda alguna hacia total honor a su apodo de: El Frey necio. A pesar de su ahora notable embarazo y el bebé que Laenor llevaba en brazos, Lord Frey no hizo más que estar completa y totalmente abierto a sus servicios y necesidades. Durante su estancia, Laenor llegó a decir que incluso parecía que su esposo fuera el Lord en lugar de él.
Los días antes a su partida, Lord Frey organizó una gran celebración, he invitó a muchas Casas, importantes de todos los lugares. Aunque los Tully fueron de los más importantes, sin pensarlo acabó conociendo a la futura esposa de Lord Frey, Lady Sabitha Vypren. Ambos fueron completamente leales a ella, algo que sin duda sería valorado en su momento. Porque ahora se supone que es la primera vez que sabe, más allá de nombres de su existencia.
Su visita fue extensa, gracias a la visita de las casas vasallas y colindantes que habían, todos la felicitaron por el nuevo bebé, se sentía segura puesto que casi todas estas casas habían apoyado fielmente su reclamo.
Jacaerys crecía siendo rodeado y reconocido por señores que en el futuro serían importantes, su pequeño era un bebé muy bien portado aunque ahora, gracias a Joffrey, no dormía sin tener un paseo a caballo.
—Es tu culpa, así que ahora te aguantas y me acompañas. —estos era su último día en Los Gemelos y todos estaban cansado de empacar las cosas nuevas y viejas que se consiguieron. Pero Jacaerys estaba lleno de energía y exigía salir de paseo.
Mañana tendrían un día muy largo, pues tendrían que viajar a Aguasdulces para el torneo que Lord Grover Tully, estaba organizando en honor a su nuevo bisnieto Oscar Tully. Aunque el hombre había prometido hombres a Aegon durante la danza, su nieto y padre del niño que acaba de nacer, había prohibido tal cosa y cuando tomó su título de Lord, le dió su apoyo y lucho por su causa, lo menos que ella podía hacer, era estar presente en celebraciones y dejar que Jacaerys se familiarice con ellos.
Ella sonrió cuando vio a los tres salir, Ser Harwin aprovechó el momento para ingresar, llevaba en sus manos un pergamino. Rhaenyra sabía de que se trataba. Después de todo ya faltaba poco para el nacimiento de Lucerys.
"Querida prima:
Deseaba ser yo la que te comunique esto, me uní a Daemon en matrimonio. Quería decírtelo por el amor que te tengo, sé lo cercanos que son Daemon y tú, también se de los rumores, no deseaba que sintieras que estaba traicionando tu confianza al casarme con él. Daemon se batió a duelo con mi prometido por mi mano, estoy agradecida por ello. No deseaba casarme con ese hombre. Pero en consecuencia quedé comprometida con él y nuestro tío es una persona que siempre obtiene lo que quiere me cortejó durante días antes de la boda, así que sé, que estaré mejor con él de lo estaría con el braavosí. Quisiera poder decírtelo en persona, pero a tu regreso ya no estaremos allí. Daemon ha decidido que nos iremos a las Ciudades Libres y no puedo estar más de acuerdo, no quiero estar más atrapada en la jaula de oro que es nuestra sangre. Espero verte pronto Nyra y conocer a mi hijo, lamento tener que irme de esta manera.Con amor Laena."
Rhaenyra sonrió al terminar de leer la carta, nunca había sentido resentimiento alguno por Laena, ella fue la compañera perfecta en el tiempo que vivieron juntas, por ello lamentó mucho su muerte, ella fue una parte esencial de su vida y de la vida de Daemon. El regalo más importante pero no deseado que Laena le dio, fueron las gemelas, porque si fuera por ella, su prima jamás hubiera muerto. Rhaena y Baela, le enseñaron que no necesitaba cargarlas en su vientre para amarlas de forma incondicional.
Como ansiaba poder verlas otra vez, eran sus princesas, luego de la muerte de Laena fue muy difícil para ellas tan pequeñas entender que su mamá no quiso dejarlas. Pero tanto ella como su tía Rhaenys estuvieron ahí para consolar y cuidar el tesoro que Laena tuvo que dejar atrás.
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The dragon princess
FanfictionEl dolor que pasó, no se lo deseaba ni a su peor enemigo. La muerte sería el consuelo entre todo su dolor. Sus hijos, su trono, su padre, su esposo, todo lo que alguna vez amo se lo habían arrebatado con crueldad en una guerra dada por las ambicione...