Capítulo 1

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Era un miércoles normal para el omega Kim Seokjin, estaba haciendo su trabajo como de costumbre hasta que su jefe lo mandó llamar.

- ¿Me mandó llamar señor?

- Si joven Seokjin, siéntese por favor.

- ¿Qué se le ofrece?

- Lamento decirle que desde este día dejas de pertenecer a esta empresa.

- Me... perdón ¿me está despidiendo? Señor yo necesito este empleo mi madre...

- Lo sé Seokjin - su jefe olvidó las formalidades del que había sido su asistente por tres años - de verdad lamento que sea así, pero la empresa está pasando por una situación difícil y el director general me pidió que despida al personal más reciente de esta empresa y tú solo tienes tres años con nosotros a comparación de otros empleados que tienen más de 10 años.

- Entiendo señor - el Omega bajó su cabeza pues no quería que su jefe, o bueno ex jefe ahora, lo viera vulnerable.

- Pero descuida se te liquidara conforme a la ley.

- Lo agradezco señor. - se levantó de la silla sin levantar la cabeza dio una reverencia y salió de ahí para dirigirse a los baños.

- De verdad lo lamento pequeño - dijo el hombre en un susurro que Seokjin ya no pudo escuchar.

- Diosa luna ¿Qué hare ahora? - pregunto Jin al aire en cuanto entró a un cubículo del baño. Sacó su teléfono y llamo a su hermano menor.

- Hola Jinnie - contestó feliz el joven del otro lado de la línea - que milagro que me llamas hermanito.

- Jiminie... - soltó con voz quebrada lo que hizo que el menor se alertara.

- ¿Qué pasa?

- Jiminie... me corrieron - soltó el primer llanto.

- ¿Qué? ¿Por qué?

- Recorte de personal. - dijo simplemente.

- Demonios.

- No sé qué hacer... Jimin, estoy...

- Lo entiendo hermanito pero mira cálmate hallaremos que hacer, ¿ok? No sucumbas al estrés cálmate, lo arreglaremos en la casa. Ve a casa conduce con cuidado, yo me saltare la siguiente clase ¿ok? Ahí te veo.

- Está bien. - Seokjin se obligó a respirar profundamente y calmarse.

- Eso es respira, ¿no queremos que te dé un ataque ahora verdad?

- No, estoy bien, me calmaré te lo juro.

- Eso es, sal de ese lugar y ve a casa con calma.

- Lo haré, te veo allá.

- Adiós hermanito, te amo.

- También te amo Jiminie.

- Cuando Jin llegó a su escritorio ya se hallaba ahí una caja de cartón que se le da a los que han sido despedidos. Resignado empezó a poner todo ahí sin mirar a ningún lado, habló unas últimas palabras con su ex jefe donde le indicaba que tenía que pasar a recursos humanos y demás asuntos. Tal cual le fue indicado él lo hizo.

- Al menos la paga había sido buena para 2 meses de medicamentos para su madre y un mes de hipoteca por lo que tenía que conseguir un trabajo cuanto antes.

- Cuando llegó a casa su hermano ya se hallaba ahí y lo recibió con un abrazo que de inmediato reconfortó al pelinegro, el aroma del menor era lavanda por lo que era un omega con el don de calmar a las personas a su alrededor.

- Cálmate, todo estará bien. - Jimin sobaba la espalda de su hermano mayor.

- Me siento tan inútil en estos momentos Jimin, tan... impotente.

- No eres inútil ni nada por el estilo, no digas eso, conseguiremos algo de inmediato, no te dejare solo, hare turnos nocturnos en el bar y en la cafetería.

- No quiero que dejes la escuela Jimin.

- No lo haré, no te preocupes, la cafetería es los días lunes, jueves y sábados y el bar los martes miércoles, viernes y domingo. No se topan, ni se cruzan con mis horarios escolares.

- Está bien. - se sentaron en el sofá para platicar más a gusto.

- Hallaremos algo no te preocupes. Es más iré por los periódicos de la tienda del centro para que busques anuncios de empleos, tu mientras has algo de comer, que esta mañana me fui sin desayunar y me muero de hambre.

- Está bien, ah y de paso trae otro frasco de pastillas para mamá. - Seokjin le dio un billete.

- Claro, ahora regreso. - el menor tomó el dinero y salió de la casa.

- Unos minutos después de empezar la comida escucho el llamado de su madre.

- Jinnie ¿eres tú?

- ¡Si mamita soy yo! - subió de inmediato dejando la charola de comida en el horno. - hola mamita - se acercó a la cama y besó su cabeza.

- ¿Ya es noche?

- No, mamita salí temprano. - omitió la parte en la que fue despedido.

- ¿Por qué?

- Iban a hacer limpieza en el edificio y nos dejaron salir antes.

- Ah entiendo.

- ¿Quieres comer?

- No, hace poco me comí lo que me dejaste en el horno en la mañana.

- Me alegro madre, ¿tomaste tus medicamentos?

- Si después de almorzar.

- Perfecto, entonces duerme en lo que llega Jiminie y llega la hora de comer.

- Si hijo. - su madre se recostó y volvió a dormir rápidamente.

El padecimiento de su madre no era nada extraño, de hecho era lo más común, su pareja, el padre de los dos omegas, había muerto hacia unos años y habiendo un lazo roto lo más común era que la pareja también muriera pero con el avance de la medicina de la mano con la tecnología, esa muerte inevitable, ahora era posible evitarla, era un tratamiento de por vida o hasta que la persona encontrara otra pareja pero su madre no quería otra pareja ella estaba en depresión, se tomaba sus medicamentos pero en realidad no tenía ganas de seguir viviendo. Por lo que Seokjin y Jimin tenían que vigilarla para que se tomara sus medicamentos, además de la visita de una psicóloga la cual estaba apoyando mucho a la omega enferma a salir adelante y Seokjin lo agradecía mucho. Cuando Jimin llegó Seokjin lo puso al tanto de lo que le había dicho a su madre para que no lo arruinara, no quería que ella se diera cuenta de su desempleo.

Omega Niñero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora