La pronta recuperación de Paloma hizo que le dieran de alta en menos de dos semanas. Desde que volvió a casa los tres parecíamos una familia, bueno, cuatro contando a Miel. Lo que me sorprendía era que esa gata las amaba más que yo. Más de una vez me queje de eso con Ruth. Paloma se había ganado rápido el cariño de Miel. Ella no era de esas nenas que molestaba a los gatos para jugar, solo la acariciaba a Miel detrás de la oreja haciéndola ronronear, solo cuando esta se le acercaba a la silla.
—¿Dejaste de querer a tu papá, Miel? —le pregunte a la gata.
Miel me ignoro.
—Atrevida.
—Ella te ama —me contesto Ruth.
—¿Cómo lo sabes? ¿Ella te lo dijo?
—Si.
—Mira che, no sabía que Miel hablaba.
Ella me sonrió.
—Sos un pelotudo.
—¿Habrá una mujer en esta casa que me ame?
—Si.
Me acerqué un poco a ella al verla mirarme la boca.
—¿Quién es? —le sonreí. —Si se puede saber.
Mi corazón latió con más fuerza al verla acercarse.
—Paloma.
Se levantó del sillón, dejándome con la boca abierta. No pide evitar mirarla por detrás mientras se alejaba de mi.
—Sos hermosa.
Ella se dio la vuelta.
—¿Pensas que no lo sabía?
Le sonreí mientras negaba con la cabeza. Me gustaba lo segura y fuerte que era. Algunos de sus moretones iban desapareciendo y las heridas cerrando. Ella brillaba más que nunca.
—Te mereces que te lo digan todos los días.
—Sería muy de intenso que me lo digan siempre.
—¿No te gustan los intensos?
—Solo uno.
—¿Entonces hubo otros? —me hice el ofendido.
—Nadie que pudo estar conmigo.
—¿Y qué tiene que tener alguien para estar con vos?
—No lastimarme de tanto amor.
—Si te lastima no es amor.
—¿No tenés miedo de que te pase eso?
—Nunca lastimaría a la persona que amo.
—¿Y si la persona que amas te lastima?
—Es mejor que duela estar sin ella que estando con ella.
Ella miro su muñeca donde había una marca casi invisible.
—¿Lo seguís amando?
—Nunca lo ame, German.
—No lo entiendo.
—Cuando no tenés nada, tenés que hacer cosas que no queres para tenerlas.
—No tenés que hacer nada que no quieras ahora.
—Gracias a vos.
—No, Ruth. Si te hubieras negado a venir a mi casa lo aceptaba. Hiciste esto porque querías.
—Siento que no debería estar acá aunque quiero.
—¿Y por qué?
—Paloma merece esto, pero yo no.
—No entiendo como alguien tan seguro de si mismo piense que no merece un buen trato.
—Cada golpe es parte de mi merecido.
—No vuelvas a decir eso.
—Las personas malas pagan tarde o temprano y lo estoy intentado sobrevivir mientras lo hago.
—Ruth, no hay personas malas o buenas. Todos somos un poco de los dos, pero nosotros elegimos cual de tener más.
—No quiero ser la persona fui.
—Tu pasado no define tu futuro.
—No tengo sueños para el futuro.
—Entonces te voy a ayudar a buscarlos.
—¿Aunque no te incluya en eso sueños?
—Solo quiero que seas feliz.
—Desde que te conocí volví a sentirme así.
—Quiero que lo seas con o sin mí.
—También quiero eso para vos porque te lo mereces.
—Te lo mereces también vos, Ruth.
—No sé cómo hiciste, pero me haces quererte más.
—Es que soy irresistible.
Ella se rio.
—Deja que alguien que ame, Ruth. Alguien te amé tanto que no pueda lastimarte.
—No creo que alguien me ame tanto como para no lastimarme.
—Si te ama nunca lo va hacer, pero dale la oportunidad de que te lo demuestre.
—Demostralo.
—¿Qué cosa?
—Que nunca me lastimarías.
Me levante del sillón para acercarme a ella y darle un beso en la mejilla.
—Si te llego a lastimar te juro que me mato.
—No sé qué decir a eso.
—Perdón, creo que soy un poco intenso.
—No, sos re intenso, pero me gusta.
No supe cómo reaccionar cuando ella me agarro de la nuca para atraerme a ella, y sus labios atraparon los míos en un desesperado beso. La miré con los ojos bien abiertos. No caía en lo que estaba pasando. Cerré rápido los ojos y mis manos fueron a su cintura para pegarla a mí. Entonces me desperté un poco y le correspondí lo mejor que podía. Ella besaba tan bien, nunca nadie me había besado de esa forma y no quería que nadie más lo hiciera.

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Rosa Marchita ; German Usinger, Unicornio
FanfictionGerman no sabía quién era la chica del cementerio. La podía ignorar y seguir con su vida, pero sentía curiosidad por saber más sobre ella. Libro conectado con "Lola, Lola ; Rodrigo Carrera, Carreraaa".